La matameriendas, cólquico, azafrán silvestre o mataperros (Colchicum autumnale) es una herbácea anual perenne propia de las praderas y pastizales húmedos de las regiones montañosas europeas, aunque también queda bien representada en localizaciones más mediterráneas siempre y cuando tenga ciertas condiciones de humedad y temperatura.
Como su nombre indica, suele florecer con la llegada del otoño, y su presencia invariablemente viene a indicarnos que los días de sol y merienda en el campo van tomando a su fin.
Se trata de una planta bulbosa, de no más de 30 cm de altura, y cuyas discretas hojas, lanceoladas y apuntadas, de un color verde oscuro y reunidas en penachos, suelen recordar a las de los narcisos silvestres.
Dibujo del Colchicum autumnale por parte de Johann Brandstetter. Un artista que muy bien tendría cabida en nuestros miércoles de arte y naturaleza... (vía) |
Sin duda lo que más llama la atención de esta pequeña planta es su floración. Así, casi sin notarlo, del escamoso bulbo surgirán solitarias, o en grupos de dos o tres, largas y vistosas flores que recuerdan a la del azafrán, de color violeta a rosado (rara vez blanco), aunque sus seis estambres se diferencian claramente de las hebras de color rojo intenso de aquél.
En el centro de la planta madurará el fruto, que estará formado por agrupaciones de 1/3 cápsulas ovales con numerosas semillas en su interior. Dichas semillas serán, al igual que el resto de la planta, de un fuerte sabor amargo.
Es la matameriendas una planta que sin duda encandila por su belleza y singularidad (¡hasta su bulbo era empleado como amuleto!), aunque hay que tener en cuenta también que es muy venenosa y hasta mortal. Su uso medicinal queda bien descrito ya desde que el propio Carlos Linneo la describiese por primera vez en 1753, aunque su utilización por parte del hombre viene de mucho más atrás. Su contenido en Colchicina, un violento tóxico celular, puede llegar a producir alteraciones funcionales del estómago e intestinos en forma de vómitos y diarreas, acompañados de procesos febriles irregulares, hinchazones puntuales serosas, dolor general del cuerpo y abatimiento. En algunos casos puede desencadenar neuralgias y estados de depresión.
Sin embargo su uso con fines homeopáticos es bien conocido. Ya su bulbo, con forma de dedo afectado por la enfermedad de gota, hacía presagiar su posible uso para afecciones reumáticas y artríticas, como analgésico y diurético. Y es bien cierto que la medicina moderna no ha podido sino revelar que dicha planta es uno de los mejores remedios descritos para tratar casos de atritis crónica y gota al aumentar la excreción de ácido úrico, siendo actualmente el bulbo y las semillas base de numerosos productos medicinales de nuestras farmacias. También se ha presentado como un buen remedio para tratar distintas afecciones renales, aunque en ningún caso su uso es aconsejable sin previa prescripción médica.
Por su efímera floración no ha venido siendo muy utilizada en jardinería. Sin embargo por su belleza no es rara la recolección de bulbos con fines ornamentales así como la venta de distintas variedades, siempre teniendo en cuenta su potente toxicidad. También pueden recolectarse las semillas, extrayéndolas del fruto al madurar éste.
Colchium autumnale var. album, utilizada en jardines y parterres (vía) |
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