De paseo por el parque: el Parc Floral de París

¡Hola!

Seguro que más de uno ya conoce de nuestras andanzas por los diferentes parques parisinos; el Jardin des Plantes, Montsouris, el jardín de Bagatelle... cada uno de ellos con su estilo y su personalidad, pero a decir verdad el Parc Floral es para la que aquí escribe el mejor de todos ellos, tanto su contenido como su continente hacen de él el parque cuasiperfecto. Este año no se nos escapará la oportunidad de presentároslo como se merece, pero eso será un poco más adelante.

Hoy, para ir abriendo boca, os traigo algunas de las imágenes que tomamos dando un paseillo por sus caminos, bosquetes y praderas floreadas. Rododendros,  tulipanes tardíos, peonías e iris  entre otros nos sorprendieron con su colorido, sus formas y sus aromas. 

Si dicen que bastan solo 5 minutos en un entorno con vegetación para que el cuerpo humano comience a segregar sustancias que nos hacen la vida más agradable, desde luego un paseo por el Parc Floral es un auténtico viaje a la felicidad.

Este parque alberga una de las colecciones iris o flor de lis más importantes de Francia y justo ahora comienzan a florecer, así que no nos la podíamos perder.

Prometemos un post enterito dedicado al iris, porque esta flor de delicado aroma cuenta con con una historia cargada de cuentos y leyendas digna de ser contada.

Y como los iris necesitan un suelo bien drenado y pedregoso, "paf" ¡qué ilusión! unas florecillas de mi tierra, un par de cistáceas recién saliditas del horno, con los pétalos que aún guardan los pliegues como si de papel pinocho se tratasen.

Esta última yo diría que es la jara pringosa, pero, no se si por la ausencia de calor o la abundante lluvia, aquí de pringosa ¡nada de nada!.

Dejando atrás la colección de iris nos adentramos en una zona que bien podría formar parte del decorado de Alicia en el país de las maravillas. Pequeñas praderas de césped cortado al milimetro, salpicadas de isletas de peonías, geranios y vivaces de todo tipo son abrazadas por un bosque de castaños, chopos, robles y carpes.

 

Pero ¡ojo! que este parque no son solo plantas, a lo largo del paseo nos topamos también con algunos de sus otros inquilinos :)

A mitad de camino una sorpresa maravillosa nos saluda, la zona dedicada al concurso de dhalias, que tiene lugar en septiembre, es ahora un campo de tulipanes tardíos.

 

Y ya para finalizar esta petite promenade, como dirían los franceses, el sector del parque más bonito: la gran pineda, grandes pinos que cuentan con un sotobosque mas que especial: rododendros de todos los colores colorean los bordes de caminos. Es simplemente espectacular.

¡Espero que el "efecto felicidad" de este paseo haya atravesado las pantallas!