Si algún día tienes la suerte de ir andando por los alrededores de Ann Arbor (Michigan), y te encuentras con un pequeño marcianito (Sluggo) que te mira curioso desde el suelo, o alguna tierna escena pintada a tiza en un muro protagonizada por un ratoncito o un angelote con forma de cerdo (Filomena), no te quepa duda que David Zinn ha estado cerca.
Sus creaciones pueden verse adornando no sólo las calles de cualquier ciudad, sino también en los lugares más insospechados; desde teatros hasta vertederos, pasando por bares y grandes compañías, han cobrado vida y color gracias a sus tizas y carboncillos.
Lo que comenzó en 2001 como una afición que ocupaba el tiempo libre que le dejaba su trabajo de profesor de escritura creativa y pintura escénica, ha derivado insospechadamente en fama mundial para este autor autodidacta; hoy en día acepta encargos de las instituciones y empresas más prestigiosas, decorando espacios, diseñando logotipos, o haciendo exhibiciones y trabajos de marcada índole educativa.
Se define así mismo como un haragán obediente al que le encanta tocar el ukelele, además de excelente silbador. Si te has quedado con ganas de más, no dudes en echar un ojo a su página web, de donde hemos tomado las fotografías. Podrás ver multitud de preciosos trabajos dando color a las grises ciudades.
¡Esto es genial!!!!!! genial genial!
ResponderEliminar:))) ¡totalmente de acuerdo contigo!
Eliminarqué culo!! la de cosas que se pueden hacer en las ciudades para que parezcan más divertidas. Me encanta!
ResponderEliminaruy el diccionario predictivo me ha jugado una mala pasada! :) quería decir que chulo, aunque que culo también podría valer su estuviésemos en argentina o Italia porque allí significa qué suerte! :)
ResponderEliminar¡Ay que me troncho! Pues oye, la verdad es que ha quedado un comentario curioso... ¡qué culo de comentario!
EliminarY la obra de David Zinn, una sorprendente pincelada de color y alegría dentro de la rutina.