Otoño en Orry le Coye


El otoño, momento de sentimientos encontrados por la inminente llegada del temible invierno, sus días más cortos, el fresco que nos avisa, la intensidad de la luz se atenua, pero una explosión de colores invade los espacios naturales, cada especie se hace realmente diferente de aquella vecina. Árboles amarillos, anaranjados, parduzcos, rojos y verdes conviven en un periodo en el que por arte de magia el bosque en su conjunto no tiene un tono unificado.


Hoy os presentaros una excursión sencilla sin apenas desnivel y muy cerca de París.
Un circuito circular de 4 horas (a paso muy tranquilo) donde hayedos, lagos y campos de cultivo se entrelazan y nos muestran lo mejor de sí.
Se trata de Orry le Coye, muy cerca de Chantilly (sí, sí de donde es el famoso postre que hizo las delicias de la monarquía francesa y del mundo en general).

¡Empezamos!


Como era de esperar, en el camino nos encontramos unas cuantas setillas, las preciosas amanitas rojas con puntitos blancos y alguna macrolepiota (y tan macro, ¡mirad el tamaño de mi mano y de la seta!). Por lo que nos dijo un señor de la zona, este año no era bueno porque había sido muy seco... tras mirar el barro de nuestras zapatillas, todos nosotros (españoles) nos dimos cuenta en seguida de la diferencia del concepto humedad para un francés y un español :)

 

Paseando entre las inmensas "avenidas" del bosque me preguntaba... ¿alguna vez conseguiré poder llegar al trabajo por una avenida como esta? no estaría mal ¿verdad?

No podía olvidarme tampoco de los musgos, ya sabéis que tenemos debilidad por ellos, hace algún tiempo os hablamos de la posibilidad de utilizarlos como planta ornamental, o incluso sobre cómo poder hacer graffitis con ellos, ¿lo recordáis?, si os gustan en decoración podéis echar un vistazo a lo que tanto espacios vivos, como leavesdesign realizan, usando el musgo en forma de bonitas kokedamas (¡Ojo!, como siempre recordamos, tened cuidado de no coger musgo alegremente, debéis informaros antes ya que en muchos lugares está protegido)


Se dice de los hayedos ser los campeones en lo que al aprovechamiento de la luz se refiere, es por esto que sus árboles cuentan con ramas muy horizontales para aprovechar al máximo toda entrada de luz. Y por esto mismo suelen ser bosques muy abiertos, ya que el sotobosque no puede crecer por no llegarle luz suficiente.


El bosque era ya bastante propicio para evocar cuentos y leyendas,  pero si a éste le añadimos un antiguo castillo con su lago correspondiente la leyenda estaba asegurada...

Una vez llegados a este punto el recorrido bordeaba el lago, tubos vegetales, interfaz entre el lago y el bosque, nos indicaban el camino.

Las nubes, siempre presentes, ayudaban a nuestra imaginación: monstruos, lagos, nieblas...
 
... y cuando el sol salía, los mil colores del bosque nos sorprendían de nuevo.
 


Una vez fuera del bosque,preciosas casitas de campo e impresionantes percherones nos saludaban en el camino.
Y ¿por qué no un campo de flores junto a un cementerio? una idea sin duda genial.

Esto es Francia, un país donde los campos de cultivo y los bosques se confunden, se mezclan y se entrecruzan. Primos hermanos con personalidad propia.


Pues aquí tenéis nuestra excursión de domingo, un recorrido circular a 40 km de París, al que podéis llegar en tren de cercanías (RER D) dirección Chantilly, parada Orre-le-Coye.

¡Hasta la próxima excursión!

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