Plantas de cada día; la viniebla (Pardoglossum cheirifolium)


   La viniebla fue bautizada en 1753 con el bonito término latino de Cynoglossum cheirifolium por Carlos Linneo; un nombre acertado para este género, ya que viene a significar literalmente "lengua de perro", haciendo honor a la especial forma de sus hojas. El término cheirifolium hace también referencia al parecido que guardan estas hojas con las del Cheiranthus cheiri.

   Más recientemente, ya en 1973, ha sido incluida en el género Pardoglossum y rebautizada como Pardoglossum cheirifolium, cuyo significado, una vez más, viene a diferenciarnos este rasgo tan significativo; el nuevo nombre significa "lengua de leopardo", en aveniencia nuevamente con la forma de sus hojas.  
¿Que cómo tiene la lengua un perro? Pues así, como la viniebla...

   Por si alguien aún no se ha percatado, esta herbácea hemicriptófita tiene sus hojas  medias oblongo-lanceoladas, alternas, recurvadas en su borde hacia el interior, estrechándose paulatinamente hasta su base (cuneadas). Están profusamente cubiertas de pelillos por ambas caras, al igual que el resto de la planta, dándole un aspecto aterciopelado, blanquecino y piloso. Esto no es sino otra adaptación más al ambiente árido y escaso en agua en el que podremos encontrarla. Además, las hojas basales resultarán ser pecioladas, mientras que las del tallo (caulinares) serán sentadas.

Las hojas basales (arriba) son algo más oblongas, mientras que las caulinares (abajo)
son algo más lanceoladas y curvadas en sus bordes. En todo caso tendrán un tacto
aterciopelado debido a su gran pilosidad.

   La viniebla o cinoglosa, al igual que otras  boragináceas como la hierba del traidor, la chupamielesla viborera, la verrucaria o la asperilla, es una especialista en la supervivencia a pleno sol en los bordes de camino, cunetas, baldíos, campos agrícolas abandonados y terrenos secos y removidos. Su distribución mundial se centra en la parte más occidental de la cuenca mediterránea, estando presente en la práctica totalidad de la península ibérica donde llega hasta los 1200 metros de altitud. 

   Es una herbácea bianual que alcanzará aproximadamente los 40 cm de altura, con tallos simples o ramificados desde la base que suelen tener algún tono rojizo.


   La inflorescencia  será ramificada y cimosa, muy tomentosa, con cálices pentalobulados y corola tubular de un rojo púrpura o amarillo pálido. Los frutos estarán formados por núculas o piezas cubiertas de pelos unicelulares con púas apicales (gloquidios), que de cuatro en cuatro tratarán de engancharse al pelaje de los animales quienes se convertirán sin ellos saberlo en el medio de propagación de la especie.

Los frutos se organizan en pilosas núculas.

   Tiene numerosas y bien conocidas propiedades medicinales, habiéndose usado tanto la corteza de sus raíces como sus hojas y flores para hacer cataplasmas (así como en menor medida tinturas y zumos), aplicándose sobre heridas y zonas afectadas. Tiene propiedades antiespasmódicas, emolientes y cicatrizantes. La raíz es utilizada para combatir las enfermedades y las inflamaciones de las vías respiratorias, mientras que las flores son antidiarreicas.

Sus flores tienen cinco pétalos de color rojo avinado.

   En cualquier caso, actualmente su uso está desaconsejado debido a su gran poder narcótico, que hace que en dosis elevadas pueda ser enormemente tóxica y peligrosa: algunos de los alcaloides que contiene, como la cinoglosina, pueden paralizar por completo el sistema nervioso.

Detalle de las núculas, con sus gloquidios o pequeños garfios.


2 comentarios:

  1. Me gustan mucho las plantas con hojas pubescentes :) Aunque la flor no sea muy vistosa es muy bonita.

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    1. Desde luego compartimos la misma debilidad por las plantas pequeñas y esponjosas :) Y también por la sorpresa que guarda la planta menos pintada, con una floración discreta pero increíblemente bonita.

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