Guía práctica para el consumidor

Prólogo navideño para ovejas descarriadas


   Por mucho que a algunos nos cueste creerlo, las navidades ya están llegando. Y a esos días familiares de alegría y reflexión, que en origen tratan de recordar cómo un niño nació en la más absoluta pobreza en un simple pesebre, empiezan a encaminarse en alas del consumismo hacia grandes cenas opulentas, discusiones familiares, y numerosos regalos materiales que en su mayoría terminarán olvidados en un rincón. No es de extrañar que mucha gente (ejem ejem) termine por ver esta época del año con cierto recelo y hasta con fastidio.

   En el fondo lo que tenemos enfrente toma forma dependiendo del modo que queramos verlo, la navidad es ante todo una actitud, algo sin lo cual carece de significado, por mucho que los condicionantes externos muchas veces nos lo pongan bien difícil.


Guía práctica para reducir el desperdicio alimentario

   Y ahí queríamos llegar, a la actitud. Porque no hace mucho que llegó a mis manos por casualidad la "Guía práctica para el consumidor; cómo reducir el desperdicio alimentario" (aplausos). Una publicación del MAGRAMA ciertamente recomendable. ¿No os acordáis de cuando vais a coger un tomate del frigorífico resulta que ya se ha estropeado? ¿O ese brick de nata a medias que al cabo de unos días hubo que tirar? ¿A vosotros no os ha pasado que bajáis la bolsa de residuos de plásticos y envases a la basura, y al poco tiempo ya está llena otra vez? Caray, si hasta para comerse un simple croasán hay que quitarle dos envoltorios de plástico.

   El objetivo de dicha guía no es otro que prevenir el desperdicio de alimentos propiciando un cambio de actitudes cotidianas, reduciendo las presiones ambientales y contribuyendo a un modelo de producción y consumo más saludable y sostenible.





   Está presentado de una forma didáctica y atractiva, y te va introduciendo poco a poco en la problemática para que seamos capaces de darnos cuenta de la magnitud real del problema. ¿Os podéis imaginar que mundialmente se desperdicia 1/3 parte de los alimentos producidos? ¡Si fuésemos realmente eficientes, se podría erradicar el hambre en el mundo! Los números no mienten; hay mil millones de personas en el mundo sin acceso a una nutrición suficiente, y sin embargo se tiran al año dos mil toneladas de comida, de las cuales el 42% es generado en nuestros propios hogares... por no hablar de las consecuencias ecológicas que esta basura genera, claro.

  También nos ofrece la posibilidad de realizar un seguimiento en nuestro propio hogar, para concienciarnos y hacernos ver hasta qué punto desperdiciamos la comida cada uno en nuestro entorno, no hay que irse mucho más lejos. Y lo mejor es que nos da además un montón de buenos consejos para mejorar nuestra calidad de vida y economía diaria. 

   Lo dicho, no dejéis de echarle un ojo, que merece la pena. ¡Si hasta de regalo te dan unas cuantas recetillas para esas sobras de comida que no sabemos bien qué hacer con ellas!

   Y ya de paso os informo también de otra web interesante para los más cocinillas, la de la Fundación Dieta Mediterránea, que te ofrece un menú saludable distinto cada semana, así como recetas la mar de sanas; se nos acabaron las excusas ;)

2 comentarios:

  1. Jaja, qué interesante....la verdad es que tienen mucha razón, pero oye ¿a quién no le gusta poder comerse una manzana en cualquier época del año?
    Lo que es un fastidio bien grande es eso de comprar frutas y verduras y olvidarte de ellas y que se estropeen.

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    Respuestas
    1. ¡Claro! Aunque es una gran verdad que intentar consumir productos de temporada nos aporta todo ventajas... A ver si con iniciativas como estas conseguimos concienciarnos todos un poquillo, yo el primero :)

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