Plantas de cada día; el cardosanto (Cnicus benedictus)


   El Cardo bendito o Cardosanto (Cnicus benedictus)... ¡Vaya un nombre para un cardo! Pero es que menudo cardo, imagínate el número de aplicaciones medicinales que puede llegar a tener la plantita que, por otro lado, resulta que tiene un olor algo desagradable, y un sabor bastante amargo...

   Es bastante peculiar, y no parece difícil reconocerla. Tiene tallos de sección poligonal, rojizos, estriados y cubiertos de pelillos. Las hojas, en roseta, algo dentadas y terminadas en una espina apical en cada diente, son también velludas y abrazan el tallo. Las flores, de un vistoso color amarillo, se erigen de junio a agosto de forma terminal al final del tallo, y sus cálices espinosos y cubiertos de pelillos forman unas curiosas cabezas similares a una alcachofa coronada con espinas, que darán finalmente infinidad de pequeños frutitos alados (aquenios, con plumosos vilanos) que se dispersarán con la ayuda del viento. 
Los tallos son rojizos, velludos y de sección poligonal

   Es un cardo típicamente mediterráneo, y como tal gusta de terrenos baldíos, secos y a pleno sol. También ha sido introducido en los continentes americano y australiano allá donde el clima lo ha permitido. Su porte no suele llegar a gran altura (lo más normal es encontrarlo en formas rastreras y sin apenas desarrollo del tallo), aunque en cultivos realizados en centroeuropa (Rumanía, Ucrania, Estonia), con fines medicinales, se ha constatado que puede llegar a superar el metro de altura.
Las hojas son tomentosas y lanceoladas pero dentadas, con espinas terminales en sus dientes
   Ha venido siendo usada como planta medicinal desde tiempos inmemoriales. De hecho, su nombre científico (Cnicus benedictus) hace referencia a los monjes benedictinos que ya por la Edad Media utilizaban sus propiedades como remedio para la peste, lavando las heridas y úlceras de la piel con su infusión, para luego aplicar cataplasmas con hierba machacada. No en vano es un excelente desinfectante, antiinflamatorio y antibiótico tanto bacteriano, viral o fúngico, y es la base de numerosas medicinas existentes en nuestras farmacias. Además, es también diurético, estomacal y aperitivo. Su infusión se prepara a razón de una cucharadita de hierba (la recolección se realizará en base a hojas tiernas, antes de la floración de la planta) por cada cuarto de litro, una taza dos veces al día sin endulzar. También es bien conocido su uso como remedio para los sabañones, a base de cataplasmas. Y por supuesto bien conocida en la medicina tradicional es su tintura, dejando para ello fermentar la planta varios días en alcohol, siendo apta para calmar artritis y reúmas, a razón de unas cincuenta gotas aplicadas entre una y tres veces diarias. 
La inflorescencia, siempre amarilla, se rodea de una especie de alcachofa, coronada de espinas

   Hoy en día se sigue estudiando su uso en cientos de enfermedades y trastornos, que van desde aplicarlo para estimular la sudoración o salivación, hasta como remedio para afecciones pulmonares, artritis, epilepsia, depresión o distintos tipos de cáncer. Pero, ¡ojo!, mucho cuidado con su uso en mujeres embarazadas o niños, ya que puede resultar abortante o dar lugar a contraindicaciones tales como alergias a los taninos que contiene.

   También se ha utilizado como aditivo en licores de hierbas y orujos, recolectándose la planta al uso en los meses de julio y agosto.
Detalle de la inflorescencia


Pueblos de un vistazo: La Herguijuela


Hoy nos vamos a La Herguijuela, un pequeño pueblo situado en la Sierra de Gredos.
Su altitud (1600m) y sus vistas la hacen merecedoradel título de Balcón de Gredos junto
con otro cuantos pueblecines más.

¡Pasen y vean que empieza el recorrido!.




En invierno volveremos a él para mostraros lo impresionante que es cuando está nevado...
Por ahora sólo un pequeño anticipo ;)



¿Será un pájaro, será un avión?


   ¿Qué os parece si hoy intentamos identificar vencejos, aviones y golondrinas? Son unos animales increíbles, insectívoros de vuelos vertiginosos que no suelen faltar cerca de nuestros hogares en los meses de primavera y verano, y sin embargo tendemos a mezclar nombres y terminamos por no saber quien es quien. Vamos a intentar que la próxima vez que veamos uno sepamos, sin mucho margen de error, de quién estamos hablando. Al menos de los más comunes, que luego ya caerán posteriores posts para irlos conociendo más detenidamente a cada uno...


Aviones comunes recogiendo barro para la construcción del nido (vía)


   Así de buenas a primeras, podemos diferenciar tres grupos; Vencejos, golondrinas, y aviones.







   Los vencejos (familia Apodidae) son unos animales increíbles. Vuelan a grandes alturas (hasta más de un km!) y prácticamente viven en el
aire, tanto es así que pueden hasta dormir o reproducirse suspendidos en el aire mientras vuelan para no tener que posarse. Cuando se ven obligados a ello, mayormente por temas de anidación, eligen huecos en cornisas o atalayas desde las que puedan lanzarse al vacío y remontar el vuelo sin problemas, ya que sus cortas patitas no les sirven para andar, sino sólo para agarrarse a las superficies. Suelen volver a nuestras latitudes tras invernar en el Sur de África, para aquí anidar en los huecos de los edificios viejos aprovechando las grietas de las paredes.


Ruidoso grupo familiar de vencejos comunes (vía)

   La identificación del vencejo común (Apus apus) es sencilla. Tiene una silueta gris oscura (tan solo su garganta es algo más pálida, pero es algo difícilmente observable en
vuelo), con las alas muy estrechas y largas (en forma de guadaña) y una cola corta levemente ahorquillada. Suelen formar grupos familiares chillones, vuelan a altísima velocidad, y su tamaño relativamente grande si lo comparamos con aviones o golondrinas.


Vencejo común (vía).



   El vencejo pálido (Apus pallidus) es muy similar al vencejo común, pero con tonos algo más marrones y la mancha de su garganta algo más patente. Son fácilmente confundibles, siendo la distribución de éste último limitada a zonas costeras del sur, este y oeste peninsular.

Vencejo pálido (vía). Silueta similar al vencejo común, solo que algo más parduzco y garganta blanquecina más patente



   El vencejo real (Apus melba) es grande, muy grande incluso para ser vencejo, con grandes manchas blancas tanto en la garganta como en vientre. Su vuelo es más pausado, y suele anidar en riscos lejos de las grandes ciudades.


Vencejo real (vía). De tamaño grande, batir de alas lento, y vientre y garganta blancos.




   Las golondrinas, al igual que los aviones (familia Hirundinidae) son unos paseriformes visiblemente más pequeños que los vencejos, aunque  sus costumbres de vida son similares a aquellos. Tienen una cola larga y muy ahorquillada que las hace inconfundibles.


 
Pollos volanderos de golondrina común (Hirundo rustica)



    El nido de la golondrina común (Hirundo rustica), hecho con barro y pajas que va recolectando con su pico, tiene forma de cuenco abierto apoyado siempre en muros o riscos, buscando el resguardo frente a inclemencias meteorológicas. Tiene garganta y cara de color rojo (ocre en los juveniles), collar negro característico, vientre totalmente blanco, y manchas blancas (ventanas) en las plumas de su cola.
 
Golondrina común en vuelo, y sus polluelos en el nido (vías 1 y 2)
Obsérvese la cola ahorquillada (moteada en blanco cuando está extendida),
la cara y garganta rojiza de los adultos, y el vientre blanco.

 
   La golondrina dáurica (Hirundo daurica) es algo más esquiva a las poblaciones humanas, construye con barro su nido en precipicios, cuevas o ruinas, constando éste de una cámara
cerrada con un túnel de entrada. Su forma es similar a la golondrina común, pero tiene un obispillo (mancha en la espalda) color rojizo pálido, garganta pálida, además de otra franja rodeando su cara y nuca del mismo color.


 
Golondrina dáurica (Vías 1 y 2). Obsérvese su obispillo, garganta y franja en la cabeza







   En realidad pertenecen a la misma familia que las golondrinas, aunque los distinguiremos fácilmente por su cola no tan larga ni
ahorquillada.


   Como dato identificativo del avión común (Delichon urbica) tenemos su obispillo blanco. Vientre también totalmente blanco, aunque cola (y resto del dorso) completamente negros. Cría en
las cercanías del hombre, en cornisas y muros, aunque también está presente en precipicios y áreas no tan antropizadas. Su nido tiene forma de cuenco aunque normalmente cerrado por la cornisa que lo sostiene.


 
Avión común (vías 1 y 2)
Obsérvese el obispillo y vientre blancos, en contraste con su dorso y cola completamente negros.


Nido de avión común (vía) en una cornisa.


   El avión zapador (Riparia riparia) cría en colonias excavando túneles de más de un metro de profundidad en terraplenes o taludes de cierta altura, siempre cercanos a alguna
laguna o zona húmeda donde cazarán su fuente de alimento. Tamaño pequeño, con dorso grisáceo-parduzco sin obispillo diferenciable, y vientre blanquecino con una franja pectoral característica.



Avión común (vías 1 y 2)
Obsérvese el tono parduzco oscuro de su dorso, mucho más aclarado ventralmente
donde es atravesado por una franja ventral más oscura. Carece de obispillo patente.


Aspecto típico de una colonia de avión zapador (vía)



   El avión roquero (Ptyonoprogne rupestris) es similar al anterior, algo más grisáceo. Cría en ambientes montanos y rupícolas, en precipicios, cuevas, roquedos o ruínas. Su cola extendida tiene leves manchas blancas destacadas.


El avión roquero (vías 1, 2 y 3) es similar al zapador, quizá algo más grisáceo
y sin la franja ventral que atraviesa el pecho de aquél.
Su cola tiene manchas blancas características, aunque son difíciles de diferenciar en vuelo.

Las ovejas, los nuevos cortacésped de la ciudad.

Hace más o menos un año me contaron que EDF (Electricité de France) en uno de sus centros usaba ovejas como cortacésped natural, silencioso y ecológico.

La idea me pareció genial, divertida, educativa y más ecológica que los métodos actuales. Poco después leí que el ayuntamiento de París estaba poniendo en marcha un proyecto (aún en fase de experimentación) en el barrio 19, al norte de la capital gala.
La idea forma parte de un proyecto más amplio en el que se destinará este terreno para su uso como jardines compartidos. De manera que será un punto de aprendizaje sobre las bondades de la naturaleza para aquellos que necesiten desintoxicarse un poco de la ciudad.

2000m2 de una zona no acondicionada perteneciente a los Archivos de la ciudad es devorada por 4 ovejas desde el pasado 3 de abril y hasta el mes de octubre que es cuando terminará esta primera fase de experimentación. 
El pastoreo se realiza en periodos de 15 días separados 1.5meses (el tiempo que no está en el lugar viven en la granja de París donde se les hará controles sanitarios).
Las ovejas elegidas vienen de la isla bretona de Ouessan, siendo su raza resistente y de pequeño tamaño (para un mejor manejo).

Si finalmente los resultados son positivos se piensa continuar la experimentación en el bosque de Vincennes y de Boulogne. La idea final es la de poder ir reintroduciendo poco a poco la naturaleza en la ciudad.
El uso de animales en los parques parisinos para diferentes tareas no es algo nuevo, ya el año pasado pude ver con mis propios ojos cómo en el periodo de otoño jardineros del Parc Floral se servían de aspiradoras de hojas tiradas por caballos.


Algunas de las ventajas de utilizar animales son:
  • Ausencia de ruidos
  • Menor emisión de CO2 (sólo se emitiría el correspondiente al transporte de las ovejas)
  • El suelo se enriquecería por las cagarrutas de los animales.
  • Educativas
  • Ayuda al desarrollo de un sector en proceso de extinción (ganado ovino)
Hay casos donde se usan otros tipos de animales como las cabras, las vacas o incluso un animalillo mucho más divertido los wallabies una especie de canguros originarios de Australia (por estas tierras parisinas se pueden ver en el Jardin des Plantes y hay que decir que su pradera parece el césped de un campo de golf) usados en Inglaterra..

Si la idea os gusta hay que conocer bien las características de cada animal, la cabra por ejemplo va muy bien para terrenos escarpados pero por contra comerá todo aquello que se le ponga en el camino: árboles, flores, arbustos, hierbas... las ovejas son fieles devoradoras de hierba por lo que si la idea es de usarlas para un jardín éstas serán mucho más apropiadas. Es una idea interesante pero que no hay que pensarse a la ligera, no olvidemos que son animales y hay que hacerse cargo de ellos.

A continuación podréis encontrar otros ejemplos de uso de animales como cortacésped.

Aunque parezca algo novedoso nos encontramos con algún ejemplo documentado que tuvo lugar hace ya algunos años1917, como es el caso de este rebaño de ovejas que pastaban alegremente en los alrededores de la Casa Blanca. Su uso se estableció tras comenzar la 1ª guerra mundial para ahorrar la mano de obra necesaria para mantener el césped cuidado.

Cabras en el castillo de Guillermo el conquistador (Caen-Francia)
Ovejas en Eybens en Isère

Wallabies en un jardín australiano

El barrio de la Salgueira (Vigo)
Donde las ovejas se usan de cortacésped

 Un rebaño de cabras, ovejas, llamas y burros pastan los martes en el aeropuerto internacional O'Hare (Chicago).

Ovejas que limpian el suelo de la central solar de EDF de Caudos
Les moutons nettoient le sol sous les panneaux photovoltaïques. 

(Pincha en las imágenes para ir a la fuente)

Algunos links interesantes
  • Interesante blog de una ONG dedicada a la promoción de animales para su uso como cortacésped en las ciudades y pueblos aquí
  • Artículo interesante aquí
  • Artículo científico: Recomendación de pastoreo de cabra en entornos urbanos: Estudio piloto del marco legal  en 9 ciudades estadounidenses aquí




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