Flores en casa

Dicen que mayo es el mes de las flores, cierto es, y tan cierto como eso, que el sol y la buena temperatura comienzan a apoderarse del tiempo frío y gris, al menos aquí en París donde vivo.

Por eso, he de confesar que cuando veo que los colores aparecen en cada rincón de la ciudad es como si una alegría desmedida me llevase con ella. Por fin podremos salir de excursiones sin fríos y los árboles nos darán la bienvenida más verdes que nunca. 

Las estaciones cambian y las ciudades con ellas, pero... ¿y nuestros hogares? Una de las cosas que más me gustan de vivir aquí es el amor que hay por las flores, casi en cada esquina tenemos una floristería .

Además las floristerías, no son floristerías sin más, son "señoras floristerías", generalmente ocupan la fachada exterior y toda la acera, así que podríamos decir que en cada esquina de París hay una islita verde.

Creo que estos lugares se merecen unos cuantos post, pero eso ya lo dejo para el futuro. 

En realidad hoy quiero hablaros más bien sobre las flores en casa. Muchos pensáis/amos que unas flores cortadas dan penita, he de confesar que yo también tengo esa sensación. El efecto es precioso en un primer momento, pero cuando empiezan a marchitarse... bueno! pues unas flores en macetón es la solución! :)

Creo que en este sentido noto que comienzo a afrancesarme porque cada vez me gustan más las flores en casa, pero he de decir que me repelen los ramos enormes en medio del salón (eso lo dejamos para las entregas de premios), no se, no hace falta  tirar la casa por la ventana, la sutileza es siempre la mejor opción, así que unas ramitas cogidas del campo con 4 florecillas son más que perfectas ¿no creéis? Además hoy en día que las casas son cada vez más pequeñas, algo pequeñito queda siempre mucho mejor que algo enorme.

Como muestra de lo que digo os traigo algunas imágenes

Imágenes 1, 2, 3

¡ Y aptas para todo tipo de bolsillos!