Parques y jardines de París: El Jardín de Luxemburgo

El Jardín de Luxemburgo fue creado a principios del siglo XVII y en la actualidad forma parte del conjunto de jardines históricos de la ciudad.

En todos estos años, que digo años, siglos, ha sufrido como es de esperar muchas transformaciones. La idea original de su primera "dueña", la reina María de Medicis, fue la de recordar a los jardines florentinos de Boboli,  aunque lleva siendo más o menos el que hoy vemos desde la época de Haussmann (mediados del siglo XIX).

Emplazado en pleno centro de París, en frente del Panteón, cerca de la fuente de Saint Michel y  flanqueado por el palacio del senado, el museo de Luxemburgo y la prestigiosa Escuela de Minas, hacen del jardín uno de esos oasis de verdor que tanto necesita una ciudad como ésta.

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El palacio que preside el jardín, se trata como dije anteriormente del Senado, pero a lo largo de la historia pasó de albergar a reinas y condes a presos en, no podía ser otra época,  la revolución francesa. Durante ese periodo el jardín se abandonó por completo no siendo hasta la época napoleónica cuando Napoleón I decidió que quería dedicarlo a los niños. Gracias a este hecho el jardín volvió a recuperar gran parte de su encanto siendo acondicionado con kioscos y coches tirados por cabras (que pasaron a ser carros los tirados por ponis que hay en la actualidad, un clásico de algunos parques parisinos).
Un poco más tarde alcanzó su esplendor actual, al ser incluido en la gran remodelación urbanística que experimentó la ciudad bajo el mando del Barón Haussmann (¿sabéis? la ciudad que conocemos actualmente, de grandiosas avenidas con edificios de un estilo bien definido y que invade prácticamente todas las calles es justamente debido a este inmenso proyecto urbanístico).

Otro dato curioso es que este jardín fue ocupado por las tropas alemanas durante la invasión nazi, ¿la misión del jardín en aquella época? aparcamiento y almacén de la artillería alemana.

La superficie actual del jardín es de 25 hectáreas, repartidas en distintas zonas bien diferentes. La zona de estilo francés, con grandes avenidas rectilíneas, donde el orden es lo que impera, árboles perfectamente podados en forma prismática y parterres llenos de flores que rodean grandes zonas geométricas de césped. Es muy fácil apreciar la rigidez y "antinaturalidad" del estilo. Por otro lado, en los laterales, se encuentra la zona de jardín inglés sobretodo en el lateral izquierdo ( mirando la foto superior). La característica de este estilo es intentar huir del la rigidez de la que hablábamos antes, busca "lo natural", aunque el estilo sea igualmente artificial y pensado. En esta zona se encuentran grandes praderas con caminos zigzagueantes y vegetación aparentemente no domesticada, árboles sin podar y dispuestos de "forma aleatoria", arbustos, malezas, etc

Ambas zonas están separadas por bosques geométricos en los que los árboles están alineados.

El jardín, además cuenta con diferentes instalaciones para que éste se aleje de los jardines "a la antigua usanza". Un jardín meramente contemplativo no tiene mucho sentido en la actualidad, es por esto que cuenta con zonas recreativas para niños (todas de pago), 6 pistas de tenis, áreas de petanca, paseo con ponis, teatro guiñoles y marionetas...

En la zona de juegos infantiles se mezclan aquellos más tradicionales casi sacados de cuento de hadas con los más modernos y sofisticados...

Los columpios del parque no se a vosotros, pero a mi me parecieron un horror. Columpios separados en pequeños recintos como si los niños estuvieran en un establo... ¡pero si lo más divertido era darle al columpio mientras hablabas con tu vecino, gritabas y/o cantabas!. Sí, se hace por medidas de seguridad, para evitar que se crucen niños corriendo y se golpeen, pero.... terribles, y encima de pago....

 ¿Y qué me decís de este área para los más pequeños? Un detalle genial.

Además el parque cuenta con invernaderos donde se crían algunas de las especies que luego se plantarán en el jardín, pero es sobretodo famoso por su colección de orquídeas.

También hay una zona  de frutales donde se cultivan variedades raras y antiguas de manzanos y perales ( 379 variedades de manzanos y 247 de perales en  2100 m²).

Los frutos son considerados como pequeños tesoros, es por esto que cada uno de ellos crece protegido bajo una bolsa.

Tampoco se olvida en este parque la educación medio ambiental, aunque no es su fuerte.
Podemos encontrar algunas fichas botánicas dispersas por el jardín.

Aunque lo más interesante es su colmena-escuela, creada ni más ni menos que en 1872 por la Asociación Central de Apicultura.
Allí, aún en la actualidad se imparten clases de apicultura. Cuenta con diversos tipos de colmenas y herramientas para el aprendizaje.
Además nos informan de qué flores picotean las abejas en las distintas temporadas.

También podemos ver, como en casi todos los parques de la ciudad un "Hotel de insectos", un "invento" precioso, curioso, educativo y útil.

Espero que hayáis disfrutado del paseo tanto como yo, ahora si me permitís,  me voy a echar un rato... lo que más me gusta del jardín: sus tumbonas para tomar el sol :)

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