Fabrica tus propias macetas

¡Hola!

Seguramente os pase que a medida que uno va recolectando, recopilando o incluso acumulando plantas en la terraza, ésta termina pareciendo más un mercadillo de oportunidades que un lugar de reposo y disfrute. Macetas de plástico, de arcilla, naranjas, negras, verdes, pequeñas, grandes, con plantas sin plantas... un auténtico pupurrí.

Pues bien, hay una solución para todo esto y además es sencilla, aunque requiere algo de tiempo, maña y como en todo: ganas.

Hoy nos ponemos con las manos en la masa, y nunca mejor dicho, porque vamos a preparar macetas nosotros mismos ni más ni menos que cemento. Un material, barato, que unificará nuestra terraza dandole un aspecto rústico y lleno de originalidad.


Vía
Vía
Vía
Vía
 Hasta aquí macetas pequeñitas hechas con bricks de leche, botellas de refresco, vasos, etc, pero ¡ojo! que las opciones son infinitas: cubos de pintura, de aceite, o incluso cubos preparados expresamente como moldes llegando hasta a los encofrados...

Vía
Vía
¡Dejad volar vuestra imaginación!
Podéis usar moldes de silicona hechos para el horno con la ventaja de que no tendréis que romperlo al desmoldar, basta que echéis un poquito de aceite antes de echar el cemento. También podéis pegar en el recipiente exterior y por la cara interior del mismo alguna hoja con una buena nerviación de esta manera quedará marcada en la maceta pareciendo un fósil... hay mil posibilidades.

Vía
¿No creéis que es una idea genial?
Y a vosotros ¿qué se os ocurre?

Por ahora nosotros nos hemos conformado con utilizar unas cuantas macetas de plástico a las que hemos cubierto el fondo con un trozo de cartón de tetra brick cortado con forma circular para impedir que se salga por los agujeros del drenaje. ¡Y este es el resultado!



El Primer Día Mundial de la Migración de los Peces ya está aquí


(via)
   Para los que seamos piscis, o símplemente para aquellos que tengan cierta simpatía y curiosidad hacia aquello que les rodea, sin duda el próximo día 24 de mayo será un día importante. Así nace la idea del Primer Día Mundial de la Migración de los Peces, para recordarnos la importancia de la migración en el ciclo biológico de muchas de nuestras especies piscícolas, que anónimas recorren cada año nuestros ríos. Resulta que somos el quinto país del mundo con mayor número de presas, sólo por detrás de países tales como China, Estados Unidos, India o Japón. Un dato que resulta sorprendente, más aún cuando descubrimos que gran parte de nuestras "pequeñas" presas de hasta 15 metros de altura y en su mayoría abandonadas, están aún sin catalogar con el peligro que ello conlleva.

La construcción de una escala no siempre conlleva un gran impacto visual (vía)

   Y para darnos a conocer a nivel mundial la necesidad de un río sin barreras o en su defecto de la necesidad de escalas para peces en las presas (algo apenas existente en nuestro país), del papel ecológico que implica nuestra ictiofauna migradora y las repercusiones que conlleva su progresiva desaparición, se ha creado a nivel mundial el día de la Migración de los Peces (aplausos). Y para celebrarlo, se realizarán multitud de actividades y actos públicos en todo el mundo, desde Australia y hasta Estados Unidos, siendo España el país europeo con mayor número de eventos planificados, desde una ruta ciclista a través del parque de Madrid-Río para ver las distintas escalas existentes, hasta distintas jornadas de puertas abiertas en numerosos centros piscícolas de toda España.

   Si te apetece ahondar en esta buena iniciativa, pulsa aquí. Y por supuesto, si lo que quieres es saber cual de estas actividades programadas tienes más cerca... ¡Las tienes aquí también!

Escala de peces en el río Eo, Lugo (vía)

Miércoles de arte y naturaleza; el Hortus cliffortianus


Página principal y famoso frontispicio del Hortus Cliffortianus (1937) (vía)


   Hoy os traemos algunas ilustraciones del libro Hortus Cliffortianus, una recopilación botánica conjunta de Carl Linnaeus (que por entonces ya dejaba entrever que estaba destinado a ser el más que notable historiador natural que fué) y el ilustrador Georg Dionysius Ehret. La obra trataba de enumerar y analizar las distintas especies vegetales que el adinerado banquero George Clifford, aficionado a la botánica e hipocondriaco por demás, tenía en su su inmenso jardín inglés del sur de Haarlem (Holanda), además de en sus herbarios personales. Fruto de ello fue que se nombraron multitud de nuevas especies hasta entonces no catalogadas, proponiendo en su descripción las bases del sistema taxonómico binomial que poco después desarrollaría.

El autor, Carl Linnaeus (izquierda) y el ilustrador Georg Dionysius Ehret (derecha). Vías 1 y 2

   Posteriormente y tras la muerte del acaudalado banquero, la riqueza familiar se disipó tal cual vino, y tras diferentes transiciones, el jardín que por entonces debió ser algo formidable, se ha reducido considerablemente hasta terminar por ser hoy la sede de un Campus universitario.
 
Primera página del catálogo, y vista de lo que resta de la antigua mansión de los Clifford (vía)

   Para la posterioridad quedó también su magnífico herbario, que hoy por hoy se encuentra en el Museo de Historia Natural de Londres, y que ha tenido la bondad de publicarlo en internet en su página.

Comparativa de las láminas del Hortus Cliffortianus junto a las fotografías de las plantas referidas (vía)
(Arriba la Turnera ulmifolia, abajo la Amorpha fruticosa)

Igual comparativa, con la Kaempferia angustifolia (arriba) y K. galanga (abajo)
Vías 1, 2 y 3
 
Collinsonia canadensis (vías 1 y 2)


Género Gladiolus. A la derecha, G. callianthus (vías 1 y 2)

Género Browallia. A la derecha, Browallia speciosa (vías 1, 2 y 3)


Cliffortia ferruginea (vías 1, 2 y 3)
(¡Curioso nombre el de este género! De dónde vendrá, ¿verdad?)


Campanula canariensis (vías 1, 2 y 3)

   Para todo aquel que se haya quedado con ganas de más, o símplemente quiera disfrutar de esa sensación especial que ofrece el ver láminas antiguas, en esta página puede encontrar más grabados del Hortus Cliffortianus.

Iris o flor de lis; variedades, simbología cultural y usos en cosmética.


El iris, género que reúne más de 200 especies diferentes, toma su nombre de la palabra griega iris, mensajera de los dioses y personificación del arcoiris, por la gran cantidad de colores que las flores de las distintas especies nos ofrecen.

Podemos encontrarlos en las regiones templadas del el hemisferio norte y por supuesto en multitud de jardines en todas las partes del globo.
Los iris son plantas perennes que pueden encontrarse creciendo de rizomas o de bulbos según su especie.

Algunos ejemplos de iris que nos pueden interesar para nuestro jardín son:

  • Iris de tierra seca: Iris germánica y sus híbridos (son los iris que todos tenemos en la cabeza, los más típicos y visibles, lilas o de otros muchos colores)
  • Iris de rocalla: Iris reticulata, Iris danfordiae
  • Iris de sombra: Iris foetidissima
  • Iris tierra húmeda: Iris ensata, I. sibirica, 
  • Iris de agua: I. laevigata, I. pseudacorus


Iris de tierra seca-Iris germánica
Iris de sombra -Iris foetidissima
Iris de rocalla - Iris reticulata
Iris danfordiae
Iris de tierra húmeda - Iris ensata
Iris sibirica
Iris de agua - Iris pseudacorus
 Iris pseudacorus
Plantación y división

¿Cuándo plantar?
Los especialistas comercializan los iris en verano siendo ésta época la mejor para su plantación, además ésta tendrá que hacerse inmediatamente después de abrir el embalaje (obtendremos las primeras flores en la primavera del año siguiente a su plantación).
Idealmente habrá que plantar 3 rizomas de la misma especie juntos para que formen un macizo.

¿Cómo plantar?
Iris Spuria: enterrar los rizomas unos 5 cm bajo el suelo.
Iris germánica: dejar los rizomas a ras de suelo para que éstos sobresalgan una vez la tierra se compacte.
En tierras mal drenadas, plantad los iris en lo alto de un montículo.

La división
Para que la capacidad de floración de los iris se mantenga éstos deberán regenerarse cada 3-4 años, para ello habrá que arrancarlos y dividir los macizos, eligiendo los rizomas jóvenes (cortad las hojas en oblicuo).



El iris como símbolo cultural
Uno de los primeros usos como símbolo de esta flor parece darse en la decoración de la Puerta de Istar en Mesopotamia, construida por Nabucodonosor II en el año 575 a.C.


Fue llevada por la cultura musulmana  allá donde se expandían sus territorios. El iris blanco era considerado por esta cultura como símbolo de la resurrección utilizándose como motivo floral en sus tapices de oración.
El iris fue también reconocido en la cultura japonesa, siendo utilizado ampliamente en el arte floral del Ikebana.

Vía
En la cultura francesa se convirtió en la flor de su realeza comenzando con Louis  VII conviertiéndose en la flor de Louis que fue tránsformandose posteriormente en flor de lys o flor de lis. (Hay que decir que según qué fuentes se consulten puede encontrarse al lilium como flor de lis, pero nosotros preferimos quedarnos con la versión encontrada en las informaciones de la colección de iris del Parque Floral de París y porque además nos resulta mucho más parecida al iris).

El iris en la perfumería y cosmética
Desde tiempos remotos los rizomas de los iris son utilizados en perfumería y cosmética.
Sus dos aplicaciones más conocidas son la esencia  y el polvo de iris.

Los rizomas son recolectados de plantas maduras que crecen sobre suelos pedregosos con al menos unos 3 años . Los componentes aromáticos usados en perfumería vendrán tras un proceso largo que durará 3 años.
Los rizomas son pelados, lavados y secados en bolsas de yute perdiendo así el olor desagradable de los rizomas frescos.
Tras 3 años de secado son triturados y cocidos al vapor, de manera que el paso de éste a través de ellos durante entre 24 y 36 horas permite extraer el aceite esencial en forma de manteca. Una posterior eliminación de los ácidos grasos tiene como resultado la esencia, un líquido amarillento. 
Para que tengáis un orden de magnitud imaginaos que para obtener 3 gramos de esencia se necesitan 10 kg de rizomas, impresionante ¿verdad?. Es por esto que ell producto obtenido no sea precisamente barato (15000€/kg) reservándose a perfumes de alta calidad.

El polvo de iris, no es más que el polvo del rizoma, y fue utilizada por nuestras abuelas como polvos de maquillaje, siendo los de iris más reputados incluso que los famosos polvos de arroz. También se utiliaba en la limpieza del bebé a modo de polvos de talco.






Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...