Conozcamos la vegetación californiana II


Es post anteriores os presentamos las principales unidades ecológicas de la costa y del valle Central de California. A modo de recordatorio y para ubicar mejor los distintos tipos de vegetación que os presentamos hoy os refrescamos la cartografía donde se muestran las distintas ecoregiones de este estado.

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Se pueden distinguir dos grandes áreas o zonas, la llamada zona templada y la zona seca.


Siguiendo con nuestra ruta florística californiana hoy nos vamos a la montaña. Vamos a presentar un montón de especies que no tenemos en nuestras latitudes. Aunque el post pueda parecer un podo denso creo que es necesario para poder seguir mejor los sucesivos post donde mostraremos un montón de excursiones en los principales parques naturales y estatales del estado de California.
 
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Hablar de California es hablar de montaña ya que gran parte de este estado esta ocupado por cadenas  montañosa con una disposición principalmente longitudinal. Todo el valle central está bordeado por cordilleras, en su margen más oriental por la cadena montañosa Sierra Nevada y al oeste por las cordilleras costeras del Pacífico. Sierra Nevada y las montañas Klamath se formaron durante el Jurásico Superior mientras que las cadenas costeras se formaron durante el Cretácico medio.

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La influencia del océano Pacífico se va amortiguando a medida que nos adentramos hacia el interior hasta llegar a zonas de montaña donde esta influencia es prácticamente despreciable. En términos generales se puede decir que los inviernos en la zonas de montaña van de frescos a muy fríos abundando las precipitaciones muchas de ellas en forma nieve y los veranos suelen ser templados y secos.

1.- Estepa serrana y bosques de coníferas

►Montañas Klamath
►Cordilleras costeras del norte
►Cuenca y cordillera
►Cordillera del interior
►Cordillera de las Cascadas
►Sierra Nevada
► Meseta Modoc
 


Montañas Klamath

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Las montañas Klamath se sitúan al noroeste de California y Suroeste de Oregón separando las cordilleras costera del norte y de las cascadas. Esta zona montañosa destaca por la majestuosidad de sus escarpados cañones así como por su gran biodiversidad. La variada geología y las particularidades del clima hacen que esta cordillera posea una gran cantidad de endemismos. En esta cordillera destacan los macizos Siskiyou, Marble, Salmon, Scott, Trinity, y Yolla Bolly. Las elevaciones de Klamath van de 60 a 2.744 m del pico Thompson. Cuenta con un régimen de precipitación anual que varia de 450 a 3000 mm. Los veranos suelen ser templados o calurosos mientras que los inviernos son muy fríos  En la zona baja de los cañones dominan los bosques de encina mejicana azul (Quercus chrysolepis) o de abetos de Douglas (Pseudotsuga menziesii) mezclados con Tanoak (Notholithocarpus sp.). En la zona oeste de las montanas Klamth los bosques de abetos de Douglas (Pseudotsuga menziesii) dominan a elevaciones mas o menos altas y según continuamos aumentando el gradiente altitudinal estos bosques son sustituidos por masas de abeto del Colorado (Abies concolor) y posteriormente por bosques de abeto rojo de California (Abies magnifica). Si nos vamos a la cara este de esta cordillera en zonas bajas dominan los chaparrales y los bosque de roble azul (Quercus douglasii). Según vamos subiendo nos encontramos mas o menos las mismas especies que en la zona oeste a la misma altitud acompañadas de pinos ponderosa (Pinus ponderosa). 

Cordilleras costeras del norte

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Esta cordillera esta limitada por la región costera, la cordillera del interior y las montañas Klamath . Como zonas emblemáticas de esta cordilleras destacan las montañas South Fork y the Yolla Bolly, y el lago Clear. La altitud varia de 100 a 2500 m con un rango de precipitación de 600 a 3000 mm. Las temperaturas del verano suele ser templadas o calurosas. En zonas bajas dominan los bosques de abetos de Douglas (Pseudotsuga menziesii) y Tanoak (Notholithocarpus sp.).  Y en zonas del interior abundan los bosque de roble azul (Quercus douglasii) y roble blanco de Oregón (Quercus garryana) asociados a distintas coberturas de matorral y pasto herbáceo. A medida que subimos estos bosques se van mezclando con pinos ponderosa (Pinus ponderosa) y poco a poco van a pareciendo abetos del Colorado (Abies concolor) y a mayor altitud abetos rojos de California (Abies magnifica). Ya en zonas subalpinas nos encontramos con bosques de Pinos de Balfour (Pinus balfouriana) y pinos Jeffrey (Pinus jeffreyi).

Cuenca y cordillera 

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Esta cordillera se localiza en el interior al este de Sierra Nevada y se extiende longitudinalmente hasta Nevada. Esta cordillera podría ser considerada la cordillera de los récords gines ya que en ella se sitúa el lago mas Viejo de Norte América (el lago Mono), y el valle más profundo con mas de  3 km de profundidad (el valle Owens). También nos encontramos con los arboles mas viejos del mundo como es el caso del pino Bristlecone (Pinus aristata), concretamente en las llamadas montañas Blancas. La zona oriental cuenta con una serie de lagos secos que en la actualidad tienen grandes depósitos ricos en sales.

Cordillera del interior

Esta cordillera separa la región costera del norte del Valle de Sacramento. El régimen de precipitación varía de 380 a 1000 mm. Los inviernos son fríos y húmedos mientras que los veranos son calurosos y secos. En las foothill abundan los pastizales o bosques de de roble azul (Quercus douglasii). En las zonas de  pendiente podemos encontrar un denso chaparral dominado principalmente por  chamizo con roble negro (Quercus velutina) y pinos ponderosa (Pinus ponderosa). En la zona montana aparecen abetales de abeto del Colorado (Abies concolor) y en las zonas mas altas abetos rojo de California (Abies magnifica). 

Cordillera de las Cascadas
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Esta cordillera se extiende desde la Columbia Británica en Canadá hasta el norte de California, en la frontera con Oregón y Nevada y forma parte del Cinturón de fuego del Pacífico. Esta espectacular cordillera está formada por una  cadena de volcanes algunos de ellos activos en la actualidad. Cabe destacar los volcanes Mount Shasta y Mount Lassen. El paisaje típico que nos podemos encontrar en esta cordillera es de una sucesión de grandes volcanes intercalados con amplios valles. Cascadas tiene una elevación que varia de 600 a 4300 m con un régimen de precipitación que oscila entre 200 y 2000 mm. Los veranos suelen ser templados y secos y los inviernos muy fríos. En zonas altas dominan los bosques de pinos Jeffrey (Pinus jeffreyi) mezclados con pinos ponderosa (Pinus ponderosa). Mientras que en zonas bajas predomina el chaparral donde la Manzanita es la especie dominante. También podemos encontrarnos con abetos del Colorado (Abies concolor) y abetos rojo de California (Abies magnifica) casi en zonas de cumbres.También destacar en la región subalpina los pinares de pino de corteza blanca (Pinus albicaulis), pino contorta (Pinus contorta) y pino blanco occidental (Pinus monticola).

Sierra Nevada 

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Esta cordillera recorre el estado de norte a sur en sus mas de 650 km de longitud. Sierra Nevada separa el desierto templado de la zona central oeste y norte de California.  En esta sierra nos encontramos con numerosos lugares emblemáticos de renombre internacional como el Lago Tahoe, High Sierras, Yosemite valley (la niña mimada de California), Kings Canyons. La elevación varia de 300 a 4.419 m del pico Mount Whitney, máxima cota de esta cordillera  y de todos los Estados Unidos sin contar Alaska. El régimen pluviómetro oscila de 250 a 2300 mm. El clima de Sierra Nevada es bastante agradable, con una gran cantidad de días soleados al año. Los veranos suelen ir de templados a frescos y los inviernos se caracterizan por ser fríos y húmedos.

Las zonas mas bajas de esta sierra están dominadas por pinares de pino ponderosa (Pinus ponderosa). Según vamos aumentando la elevación empiezan a dominar bosque mezcla de abetos de Douglas (Pseudotsuga menziesii), cedro de incienso de California (Calocedrus decurrens), pino ponderosa (Pinus ponderosa) y pino de azúcar (Pinus lambertiana). Mezclados con estos bosques a cierta elevación aparecen rodales de secuoyas (Sequoia sempervirens) principalmente en la zona central y sur de la sierra. A grandes altitudes encontramos abetales de abeto del Colorado (Abies concolor) y abetos rojo de California (Abies magnifica) y ya en la zona subalpina aparecen los bosques de pino contorta (Pinus contorta) mezclados con extensas praderas. En el limite altitudinal del arbolado nos encontramos con pinos de corteza blanca (Pinus albicaulis) y Tsuga del Canadá (Tsuga Canadensis) en el norte y pinos de Balfour (Pinus balfouriana) en el sur.

Seguramente esa sea la sierra donde mas excursiones de senderismo y montanismo se hacen de toda California. Venir a California y no ir a Sierra Nevada es como estar en Madrid y no pasar por la puerta del Sol.

Meseta Modoc
Esta región se encuentra al este de la cordillera cascada en la zona noreste de California. Como lugares singulares destacar las montanas Warner, the Pit river y Lower Klamath, y los lagos Tule y Goose. Las elevaciones varían de 900 a 3000 m y el régimen de precipitación de 200 a 750 mm. Los inviernos son fríos y los veranos templados. En zonas de valle dominan enormes zonas de pasto con Artemisia (Artemisia tridentate) y enebro occidental (Juniperus occidentalis). Según aumentamos la elevación aparecen rodales de pinos contorta (Pinus contorta) y abetos del Colorado (Abies concolor). En las montanas Warner las masas de abetos del Colorados (Abies concolor) están especialmente bien desarrolladas situadas justo debajo de la zona subalpina dominada por bosques de pino de corteza blanca (Pinus albicaulis).

En esta región podemos encontrar manadas de ciervos (Odocoileus Hemionus), ciervos canadiense (Cervus Canadensis), y Antilocapra americana (Antilocapra Americana). También abundan las manadas de caballos salvajes.


2.- Cordilleras costeras y arboledas abiertas, arbustos, bosques de coníferas y praderas


►Cordilleras costeras centrales
►Cordilleras transversales
►Cordilleras peninsulares
     

► Cordilleras costeras centrales

Esta región separa el valle de la región costera central, extendiéndose desde el este de la bahía de San Francisco hasta la cordillera transversal. Dentro de esta cordillera destacan las montañas the Diablo, Gabilan, Interior Santa Lucia, Caliente y Temblor y la famosa Carrizo Plain. Las elevaciones varían de 30 a 1700 m y el régimen de precipitación de 150 a 1000 mm. Los inviernos no son muy fríos y los veranos son bastante cálidos. En las zonas bajas de valle nos encontramos mosaicos de chaparral, pastizal y arbustos. Dominan principalmente los bosques de roble azul (Quercus douglasii), laurel de California (Umbellularia californica), encina californiana (Quercus agrifolia), Tanoak (Notholithocarpus sp.) y roble de los valles (Quercus lobata). Según aumentamos la elevación empiezan a dominar los bosques de Pseudotsuga macrocarpa, y pino de Coulter (Pinus coulteri) que marca el comienzo del piso altitudinal montano donde destaca la encina mejicana azul (Quercus chrysolepis). En las cumbres podemos encontrarnos con cedros de incienso de California (Calocedrus decurrens), pino ponderosa (Pinus ponderosa) y Pino Jeffrey (Pinus jeffreyi). 

► Cordilleras transversales

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Esta cordillera de orientación oeste-este se extiende desde las montañas del norte de Santa Barbara hasta las montañas del norte y este de Palm Springs. Forman parte de esta cordillera las montañas de San Rafael, Topatopa, San Grabiel, San Bernandino, Little San Bernandino y la sierra de Tehachapi, que separa el Valle Central del desierto de Mojave. La cordillera transversal cuenta con elevaciones que van de 100 a 3505 m del monte San Gorgonio. Esta codillera cuenta con un régimen de precipitación que fluctúa de 150 a 1000 mm anuales. Los inviernos van de frescos a fríos y los veranos de moderados a calurosos. El chaparral y el matorral costero domina en las zonas mas bajas. Según aumentamos el gradiente altitudinal empiezan a aparecer bosques de pino de Coulter (Pinus coulteri), pino Jeffrey (Pinus jeffreyi), pino ponderosa (Pinus ponderosa), cedro de incienso de California (Calocedrus decurrens) y roble negro de California (Quercus kelloggii) que marca el comienzo de la zona montana. Los picos mas altos albergan rodales de pino huyoco (Pinus flexilis), pinos contorta (Pinus contorta) y enebros comunes (Juniperus communis var. montana). Las zonas de pendiente a baja altitud están cubiertas de Artemisia (Artemisia tridentata) y chaparral típico del desierto. Por debajo de estas formaciones nos encontramos con enebro de California (Juniperus californica), árbol de Josué (Yucca Brevifolia) y pino monoaguja (Pinus monophylla).

Cordilleras peninsulares

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Esta cordillera separa la región costera del sur del desierto de Colorado. Santa Ana, San Jacinto, Santa Rosa y Laguna son montañas significativas dentro de esta cordillera. La elevación varía de 100 a 3300 m y el régimen pluviométrico de 150 a 800 mm. Los inviernos van de frescos a fríos y los veranos de templados a calurosos. En zonas bajas de esta cordillera domina el chaparral y a mayor altitud empiezan a aparecer los  bosques de pino de Coulter (Pinus coulteri) mezclados con roble negro (Quercus velutina) y encina mejicana azul (Quercus chrysolepis) que marcan el comienzo del piso montano. Siguiendo el gradiente altitudinal a continuación nos encontramos con una mezcla de cedro de incienso de California (Calocedrus decurrens), pino Jeffrey (Pinus jeffreyi), pino de azúcar (Pinus lambertiana),  abeto del Colorados (Abies concolor)y algunas especies del genero Quercus perennifolias. En los picos mas altos pueden aparecer rodales de pinos contorta (Pinus contorta), pino Jeffrey (Pinus jeffreyi) y pino huyoco (Pinus flexilis). Las acusadas pendientes del este están dominadas por chaparral desértico, enebro de California (Juniperus californica) y pino monoaguja (Pinus monophylla).

Esta cordillera es un ejemplo claro de que en California se puede surfear en el Pacífico y esquiar en la montaña el mismo día de invierno.

Vaya sobredosis de especies ¿verdad? Como supongo que ya estaréis saturados de tanto pino y tanto abeto me reservo otro post para aprender a distinguir todas estas coníferas porque la cosa tiene miga.


Luciérnagas II



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    Ya lo vimos en nuestro anterior post, es un insecto tan popular como desconocido. Parece un gusanito aislado vagando por el mundo, y resulta que por conocer se conocen más de 2.000 especies distintas de lampíridos. E incluso yendo un poco más allá, resulta que son unos insectos que todavía tienen mucho que ofrecer. Sin ir más lejos, en el 2008 se ha descrito en Portugal una nueva especie, la Lampyris iberica, que más que probablemente tenga presencia en nuestro país, por lo que habría que revisar las numerosas citas de entre otras la más común Lampyris noctiluca, ya que todas las especies de luciérnagas resultan ser relativamente parecidas y tener comportamientos similares. Citaremos a continuación una breve reseña de las más comunes:

 


Larva, hembra y macho de Nyctophila reichii
(Vía fotografías 1, 2 y 3)
  
    La larva de la luciérnaga mediterránea (Nyctophila reichii) es característica por su color rosado veteado en negro ventral, que se advierte incluso en su parte dorsal, más negruzca. Como todas las larvas gusta de ambientes húmedos, y su tamaño puede variar hasta los tres centímetros propios de una hembra adulta. Dichas hembras serán de un color amarillo pajizo, melado, con tonos rosados bajo la cabeza y cara ventral, y siempre mayores que los machos. Tiene además dos pequeñas alas vestigiales de color marrón, aunque no pueden volar por lo que su movilidad es muy reducida.

   El macho en cambio tendrá élitros de color marrón claro bordeados (lo que les diferenciará de los Lampyris), teniendo además en su parte inferior una característica mancha rojiza. Brillan por medio de unos puntitos de luz cuando son molestados (por ejemplo, cuando se les coge), y el tamaño relativo de sus ojos respecto al cuerpo es muy grande, para poder localizar así a las hembras.

   Se ha constatado su presencia en casi toda la península, siendo menos frecuente en el tercio norte occidental.


Larva, hembra y macho de Lampyris noctiluca (Vía 1, 2 y 3)


    Tanto en el caso de la luciérnaga europea (Lampyris noctiluca), como en el de la luciérnaga ibérica (Lampyris iberica) y Lampyris raymondi, la larva sólo puede diferenciarse a nivel de género, siendo esta grisácea con manchas rosaceo-anaranjadas en los vértices laterales de sus segmentos. La parte ventral suele ser blancuzco-amarillenta, aunque raramente también puede tener algún tono rosado. Brillan durante varios segundos de duración y con intervalos de decenas de segundos en oscuridad.

   La luciérnaga ibérica hembra tiene una mancha rojiza en los laterales de la parte posterior de su cabeza (pronoto), y la coloración de segmentos abdominales resulta ser más clara que la de la hembra de luciérnaga europea. Estas últimas son de tono más oscuro y carecen de los puntos rojos en el pronoto así como de alas.
  

Lampyris iberica hembra (izquierda, véase su órgano luminiscente) y macho (derecha)
 

Lampyris raymondi macho (izquierda) y hembra (derecha)
    Los machos de la luciérnaga ibérica tienen dos puntitos blancos en la parte posterior del pronoto. Los élitros son de tono tostado, con un margen de coloración más clara. El aspecto general de la luciérnaga europea es oscuro, negruzco mate; apenas se distingue el margen de los élitros. Y la luciérnaga Lampyris raymondi tiene una coloración más clara y brillante que la luciérnaga europea (tonos tostados en los élitros y márgenes más claros).


   La distribución global de las tres especies se centra en la mitad norte de la península.


   Otras especies ya algo menos representativas pueden ser la luciérnaga de las Baleares (Nyctophila heydeni), o las luciérnagas con "gafas" (Lamprohiza mulsanti, L. paulinoi). También se ha encontrado presencia puntual de la luciérnaga longicorne (Phosphaenus hemipterus), Phosphaenopterus metzneri, o Luciola lusitanica. Si quieres saber más, visita aquí esta completísima página de José Ramón Guzmán Álvarez, entre otros, que resulta un referente en el tema de las luciérnagas ibéricas. Aporta además unas siempre agradecidas tablas de identificación.





Macho de luciérnaga mediterránea (vía)
 
   Parece a priori que el descenso de la población de luciérnagas es algo que todos tenemos claro. No hablamos ya de esas luciérnagas tropicales de Brasil que dan masivos espectáculos nocturnos llenos de color (que también), sino cada uno en nuestro pueblito; con cualquiera que hables, te comentará que antes sí que había muchas, pero que ya hace tiempo que no las ven en las noches de verano.




   En realidad parece que esta sensación que tenemos todos es en parte cierta y en parte no. Una de las causas más manejadas para no ver luciérnagas es el hecho de no conocerlas, y sobre todo el hecho de que la gente, al crecer, ya no visita tanto los ambientes rurales donde las veían cuando eran más jóvenes. Y tampoco se encuentra tiempo ni curiosidad para ir en su busca. ¿Hace cuanto que no sales a andar despreocupadamente por el campo entre el crepúsculo y la noche, entre los meses de mayo y agosto, sin linternas y observando simplemente por el placer de observar, a las orillas de un río, en un prado o entre las huertas?


Larva de Lampyris sp. cazando una babosa (vía)
  
   Pero sí, es cierto que incluso los que sí lo hacen, constatan que hay una menor presencia de luciérnagas en nuestros campos. Y las razones son tan variadas como nombres tiene el pobre bicho. Quizá la razón sobre la que giran todas es el cambio del paisaje agrícola en los últimos años. El abandono de las zonas rurales y con ellos de huertas y pastos montanos hacen que prolifere el matorral y el arbolado, y eso no le es favorable a una especie que se alimenta básicamente de caracoles y babosas, en lugares húmedos y cultivos. El abuso de insecticidas y herbicidas está causando estragos no ya en las luciérnagas sino en toda la población de invertebrados, y fuera del medio rural, las huertas y jardines que aún persisten suelen estar rodeadas de calles de hormigón y asfalto. La imagen de una población rodeada de huertas en las afueras, se ha sustituido por una ciudad rodeada de chalets y nuevas urbanizaciones.
  


Macho y hembra de luciérnaga mediterránea
(vía)
     Las calles y carreteras asfaltadas resultan ser barreras infranqueables tanto para los caracoles como para las larvas de luciérnaga. Y por si fuera poco, la contaminación lumínica de nuestras casas y calles desconciertan y atraen a los machos, que nunca llegarán a reproducirse, aislando poblaciones de luciérnagas próximas unas de otras.

   Muchas grandes razones contra un pequeño insecto que se afana por alegrarnos las noches de verano. De ser un agradable compañero, se ha convertido en un bioindicador de la calidad de las condiciones de un huerto. Así que si puedes ver luciérnagas cerca tuya... siéntete orgulloso, porque un huerto con luciérnagas puede ser igual de productivo o más que otro contaminado e inundado de pesticidas, y desde luego mucho más saludable y respetuoso con el medio ambiente.
 

Lampyris noctiluca (vía)
 



   Parece obvio que, para encontrar luciérnagas, tenemos que buscar un lugar donde se ubique también su fuente de alimento; el caracol y la babosa. Teniendo en cuenta esto, buscaremos su presencia en sitios algo húmedos, tales como muros de huertas, jardines, y plantas cercanas a acequias y cursos o puntos de agua. También en vaguadas, riberas, junto a cultivos de regadío o que guarden cierta humedad, así como en pastizales no muy extensos o praderas de diente. No es extraño encontrarlas junto a caminos y ribazos que crucen tierras de cultivo. Prefieren paisajes en mosaico, que varíen bosquetes, matorral o setos, con claros abiertos. Nunca los busques en las cercanías de lugares con una excesiva iluminación nocturna, o en territorios aislados por calles y carreteras.

(via)
   Son querenciosas, así que si un año las encontraste en un lugar, es posible que vuelvas a encontrarlas allí al año siguiente.

   Un último consejo es que no pierdas la fe; es posible que cuando busques no encuentres, y cuando no las busques las halles, pero ten por seguro que aparecerán si sales en la época adecuada (paseando una noche clara tras un día de lluvia, a finales de primavera o de verano y encendiendo la linterna lo menos posible) y eres paciente. Recuerda que no son frecuentes, pero tampoco son raras.



   Y si finalmente consigues un avistamiento... ¡comparte tu alegría! Cualquier colaboración para el estudio poblacional de estos insectos será bienvenida en el correo gusanosdeluz@gusanosdeluz.es
 

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Luciérnagas I



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Lampyris noctiluca; macho (izq),
hembra (dcha) y larva (abajo).  Vía.
   El hecho de que la cantidad de nombres que tenga este insecto sea un índice usado para ver la riqueza del vocabulario de una lengua, al pobre bicho le debe dar un poco igual. Pero desde luego es un hecho cierto que da a entender que estamos ante uno de los insectos más populares (y por ello con más nombres comunes que se pueda encontrar, tanto en nuestro idioma como en cualquier otro). Nombres como "gusano de luz", "bichitos de luz", "luceros", "cocuyos", "linternas", o "candiles", no son sino unos pocos de las numerosas palabras que tiene guardadas nuestra lengua para estos pequeños coleópteros.

   El término más común, el de "luciérnaga" parece derivar de la palabra latina "lucerna", que significa "candil", aunque también podría derivar de su diminutivo "lucernula", o "lamparita".



    Sorprende que un animal tan popular en nuestro país sea a la vez tan desconocido, y no solo para aficionados, sino también para la ciencia... así que vamos a intentar conocer un poco más de estos adorables vecinos. Quizá leer sobre ellas no tenga parangón con la emoción de descubrir una, y esa sensación de estar ante algo excepcional que hay que compartir inmediatamente con el que está al lado... pero por algo se empieza, y descubrir cómo son más allá de cuentos y poesías, es también un buen comienzo.


(vía)




Dimorfismo entre macho y hembra (vía)
     Si nos fijamos en la especie más frecuente en nuestras latitudes, la Lampyris noctiluca, lo primero que llama la atención es su marcado dimorfismo sexual. Si tu idea de luciérnaga es un gusano que emite luz bajo su abdomen, estás hablando de la hembra. Su cuerpo alargado, segmentado y de color negro, resulta que no tiene alas por lo que su movilidad será muy reducida. Los machos, sin embargo, parecen insectos totalmente diferentes; más pequeños, alados, con ojos bien desarrollados que le ayudarán a detectar a las hembras, que a su vez estarán llamando su atención gracias a su bioluminiscencia. También los machos voladores parpadean en su búsqueda amorosa, aunque su brillo es algo menor en intensidad. 

  

Lampyris noctiluca; macho, hembra y larva
(vías 1, 2 y 3)
     Tanto los machos como las hembras tienen una vida efímera, apenas una semana de vida, en la que vivirán única y exclusivamente de sus reservas ya que no se alimentarán. Al contrario que los adultos, podremos ver a las larvas en cualquier estación durante sus dos años de desarrollo, a excepción de las latitudes más frías, donde las larvas podrán hibernar. También las larvas pueden producir una más discreta bioluminiscencia durante unos segundos, normalmente cuando se sienten en peligro y como medida defensiva. Un aviso visible a más de quince metros para los predadores, ya que resultan ser bastante indigestas y tanto las aves insectívoras como el resto de animales suelen ignorarlas. Al igual que la hembra, las larvas tendrán un color oscuro, aunque ligeramente punteado en los extremos de sus segmentos.

    Cada especie tiene sus patrones y pautas para emitir luz. Así, otro género también presente en la Península Ibérica, el género Luciola, se caracteriza porque sus especies emiten luz de forma intermitente y no fija, alternante entre machos y hembras en lo que bien pudiese ser una conversación entre ambos, y cuyos intervalos temporales entre preguntas y respuestas dependerán de las distintas especies. La pregunta del millón, el por qué pueden producir luz, tiene una respuesta química; la luciferina reacciona con oxígeno y ATP, desprendiendo la energía luminosa en combinación con la enzima catalizadora luciferasa. El resultado es una luz amarillenta o verdosa, que se ve aumentado gracias a unos cristales de ácido úrico, que actuarán como reflectores de la luz.


   Curiosamente es un proceso muy eficiente, ya que sólo el 2% de la energía consumida se  disipa en forma de calor, frente al 94% de una bombilla convencional, e incluso siempre inferior al de las bombillas de bajo consumo. El resultado es que la hembra siempre se mantendrá fría.
  


Pupa de luciérnaga semienterrada (vía)
 

   Si como en cada ciclo el principio es el final, nos fijaremos cómo entre los meses de junio y agosto las larvas, en su segundo año de vida, se convierten en pupa al amparo de un tronco o una piedra, a menudo en grupos para asegurar la futura cercanía de distintos individuos. A continuación emergerán los adultos, tanto las tempraneras hembras como los rezagados machos, siempre con un desfase aproximado de entre cuatro a seis días entre ellos.



   La hembra lucirá desde el atardecer y hasta después de media noche, en el suelo o subidas a piedras y ramas donde puedan ser más visibles para llamar la atención de un macho, escondiéndose entre las piedras durante el día. Lo normal es que tengan suerte y solo brillen durante una única noche, aunque las menos afortunadas (ya sea porque emergieron en un lugar o en un momento de escasa afluencia de machos volando a escasos centímetros del suelo) seguirán brillando hasta que se emparejen, momento tras el cual la hembra apagará su farolillo. Tras el apareamiento realizará una puesta de entre 50 a 150 huevos esféricos de aproximadamente 1 mm de diámetro. Dichos huevos podrán igualmente brillar de una forma apagada durante días, y al cabo de un mes eclosionarán las oscuras larvas, que al poco de salir se afanarán en buscar su primera presa a una velocidad de 5 metros cada hora. Afortunadamente sus presas, caracoles y babosas, no resultan ser mucho más rápidos.


Diferentes estadíos del ciclo de vida de una luciérnaga; Larva (4b), hembra (4a) y machos (3 y 4). (vía)
 


Luciérnaga hembra llamando la atención de los machos
(vía)
    Al llegar el periodo más frío (tanto del primer como de su segundo año de vida) las larvas tendrán la posibilidad de hibernar bajo troncos piedras u hojarasca, aunque en aquellos lugares en los que no se baje de los 4ºC nocturnos seguirán cazando caracoles y brillando durante las horas de oscuridad ya que, efectivamente, prefieren vagar en busca del rastro mucoso de sus víctimas así como cazarlas al amparo de la noche. Se da el hecho de que son más activas en los meses de abril y junio, pudiendo verse también fácilmente en las horas centrales del día. Esto podría ser debido a que la especie busca la dispersión y lugares óptimos para establecer nuevas colonias.

   Tan claro como eso; las tiernas luciérnagas resultan ser unos depredadores absolutamente especializados, que se alimentan de caracoles y babosas.
    

Larva de Lampyris noctiluca (via)
     Tras seguir el rastro de babas o símplemente encontrar a su presa, la larva se sube sobre ella y espera hasta encontrar el mejor momento de morderla y así inyectar un jugo que, además de paralizar completamente al desafortunado caracol, empieza a digerir y transformar los tejidos internos de este en una papilla a posteriori fácilmente absorvible por la luciérnaga.

   Así pues, nuestro gusanito de luz resulta ser un maravilloso aliado del hortelano, ya que durante su desarrollo, una larva puede llegar a comer la friolera de más de setenta caracoles.

Larva de luciérnaga mediterránea, Nyctophila reichii (vía)

   Ahora conocemos un poco más de ellas, pero quedan muchas preguntas por responder... ¿qué especies de luciérnaga hay en nuestros huertos? ¿Están realmente desapareciendo? ¿Cómo, cuándo y dónde podríamos buscar para encontrarlas? ¡No te pierdas nuestro próximo post, prometemos responder a todas esas preguntas y muchas más!

Si te has quedado con ganas de más....

Luciérnagas II:
  • Especies ibéricas más comunes.
  • ¿Están desapareciendo las luciérnagas?.
  • Dónde y cómo buscar luciernagas.

Jardines en azoteas neoyorquinas por Goode Green

Me encantan los jardines en azoteas, y me encanta ver qué hacen los demás, así que combinando estos dos "me encanta" voy a presentaros algunos de los proyectos que ha hecho el estudio  neoyorquino Goode Green.

Proyectos en edificios residenciales

Downtown residence. 
185m2 con zona "intensiva", lo que sería la jardinería tradicional, donde se requiere un mantenimiento más o menos constante (podas, riegos, etc) y zona "extensiva", es decir donde no habría que preocuparse por el mantenimiento. En la segunda fotografía se ven perfectamente estas dos zonas: la de la izquierda  correspondería a la intensiva, y a la derecha a la extensiva.



Long Island 
325m2 de jardín extensivo de plantas silvestres.


Upstate Residence
185 m2 de jardín extensivo y super ligero de sedum y plantas silvestres.

Proyectos en edificios comerciales

Eagle Street Farm
560m2 dedicada a la agricultura urbana.
Un auténtico oasis de verdor en medio de una ciudad "tan ciudad" como Nueva York.
Un interesante proyecto que intenta acercar la agricultura biológica a la población. De sus productos se surten restaurantes de la zona y además disfruta de programas educativos y de voluntariado durante todo el año.
Si queréis conocer su estado actual os recomiendo que visitéis  www.rooftopfarms.org y wwwgrowingchefs.org

Crosby Street Hotel
185m2 de jardín intensivo y zona de agricultura urbana.


Newtown Creek
Casi 2000m2 de jardín extensivo de sedum y flores silvestres

Interesantes proyectos ¿verdad?

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