Nemoptera bipennis; la mariposa duende

La mariposa duende (Nemoptera bipennis) (vía)
   Parece una mariposa y no lo es. Ah, bien. Entonces una libélula o un caballito del diablo... pero tampoco. Este maravilloso y desconocido insecto, endémico del sur de la Península Ibérica y norte de Marruecos, resulta ser un integrante de la familia Nemopteridae del grupo de los neurópteros, género que engloba hasta 19 especies repartidas por medio mundo, siempre por climas áridos, secos, o subdesérticos, a los que se han adaptado perfectamente llegando a ser unos verdaderos especialistas en lugares tan inhóspitos.
Pues oye, ahora que le miro de cerca ya no se parece tanto a una mariposa... (vía)
   Nuestro pequeño duende, pues este es su acertado nombre común, tiene por nombre científico Nemoptera bipennis, en clara referencia al segundo par de alas vestigiales de los imagos que, modificadas, proyectan hacia atrás dos pedúnculos alados y algo revirados de hasta 5 cm. Algo que les hace únicos y maravillosos, aunque quizá no sea esta la mejor adaptación al vuelo, ya que les hace volar de forma irregular, como a pequeños tirones. Como si realmente se tratase del vuelo de un duende o un hada.

La belleza del imago no tiene parangón (vía)
   Un adulto tan bello, y sin embargo proviene de una larva especialmente fea y de aspecto monstruoso, como casi todas las especies emparentadas con las hormigas león. Éstas, de cuerpo rechoncho y abombado, numerosamente seccionado, tienen un potente par de mandíbulas con las que se alimentarán de pequeños insectos y otras larvas que cohabitan desplazándose por el suelo entre piedras y hierbas. Oculta entre grietas y oquedades del suelo, necesitará de hasta dos años hasta decidirse a formar un capullo y poder convertirse tras dos o tres semanas, mediante la metamorfosis, en un elegante y bello adulto de hasta diez centímetros de longitud. Estos imagos resultantes, con sus vuelos breves y lentos, serán además unos voraces consumidores de polen.
Figura perteneciente al estudio Nuevos datos sobre Nemopteridae y Crocidae, (Neuroptera) de Monserrat.
Pulsa sobre la fotografía para agrandarla, si aún te quedan ganas. 
   Estas alas, de aspecto venado y membranoso, combinará transparencias con colores verdes y tonos pajizos, constituyendo en sí mismas un excelente camuflaje para pasar inadvertidos ante depredadores una vez que están posados en las ramas, tallos de gramíneas o rocas. Vive en herbazales efímeros y lugares semiáridos, abiertos y pedregosos. De costumbres diurnas, es más probable verla volar en las horas centrales de los días más soleados de finales de primavera y principio de verano. Aunque su vida como adulto será breve, y apenas unas pocas semanas después, tras la fecundación de los huevos, morirán dejando atrás una numerosa descendencia en forma de dobles hileras de huevos en la base de los tallos herbáceos.

Sí sí, seré carnívora, pero a ver quien se resiste a este suculento polen... (vía)
   Resulta curioso que, aún integrando esta familia unos insectos de vida tan interesante, hayan estado por tanto tiempo faltos de atención por la comunidad científica en general, resultando que de gran parte de ellos ni si quiera sabemos a ciencia cierta su distribución real. Para poner remedio a dicha paradoja encontramos recientes estudios como el que ha realizado V.J. Monserrat, del departamento de Zoología y Antropología Física de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid.

La mariposa duende, sobre una viborera. Y digo yo que una bella mariposa que en su estado de larva come todo tipo de pulgones y pequeños bichitos... qué bueno sería esto para un jardín, ¿no? (vía)

   Así, consigue aportar algo más de luz acerca de la vida privada de insectos como éstos, para los paseantes que nos quedamos fascinados entre los meses de junio y hasta principios de agosto viendo su breve y vaporoso vuelo, como si realmente de un hada se tratase, sin llegar a saber mucho más de esta bella especie hasta el próximo verano cuando vuelvan a emerger fugazmente de nuevo las falsas mariposas.

Los extremos de sus alas posteriores vestigiales suelen estar un poco revirados (vía)

5 comentarios:

  1. ¡¡Me chifla!! ay, he tardado en darme cuenta de que estaba el post. Muy buena información y es verdad que la larva es bien fea...nunca la había visto, aunque sí se parece bastante a las que viven bajo la arena de las trampas de hormiga león...a ver si algún día me encuentro alguna...

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    1. Es que son preciosas... ¡si consigues hacerlas alguna foto nos la mandas! :)

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