Plantas de cada día; el comino silvestre (Lagoecia cuminoides)

   Está muy feo esto de ensalzar una planta sobre otras, pero mentiría si no os digo que el comino silvestre (Lagoecia cuminoides) es algo especial para mí. La primera vez que la vi, en la cuneta de un camino intentando pasar desapercibida entre tantas otras plantas ruderales, me dejó con la  boca abierta. Con esas hojitas pinnadas que parecen suaves y delicadas espinas o plumillas, y esas flores en frágiles umbelas que aparecen en la primavera temprana, entre los meses de marzo y mayo. Dicen que la apariencia de dichas umbelas le hacen a uno recordar las confortables camas que las liebres preparan a sus lebratillos en las madrigueras bajo tierra, y de ahí viene etimológicamente hablando el nombre del género "Lagoecia", que significa "madriguera de liebre". Por otro lado, el epíteto "cuminoides" viene a significar "similar al comino", y esto ya nos dice mucho porque efectivamente sus parduzcas semillas se han venido utilizando como sustituto de éste.

   De hecho uno se sorprende de que dichas semillas hayan sido utilizadas frecuentemente como saborizante natural en repostería artesana, siendo ingrediente fundamental en numerosos panes, galletas y pasteles debido a sus propiedades digestivas. Los aceites esenciales que puedes conseguir de sus semillas dan un toque especial a muchas de tus comidas más habituales seguramente sin tu siquiera saberlo, aunque si te aventuras a  recolectarlas has de saber que hay que recogerlas (pequeñas semillas elipsoides y acostilladas, semejantes a pequeñas vejigas aplastadas de unos 2 milímetros) una vez estén completamente secas y maduras, antes de guardarlas en un tarro de cristal hermético para su mejor conservación.

   Tradicionalmente también han sido usadas de forma puntual para calmar el dolor de muelas, aunque seguramente te sorprenderá más saber de su necesaria presencia en algunas de las salsas más cotidianas... valga decir que un curry no es curry si esta plantita no anda por medio.

   Se trata de una hierba anual muy aromática de entre cinco a diez centímetros de altura, de ciclo corto, glabra, erecta y poco ramificada que habita en pastizales secos y soleados, cunetas de caminos o campos abandonados. Su distribución mundial abarca la región mediterránea, estando presente desde la Península Ibérica hasta Palestina, Iraq e Irán.

   Sus delgados y finos tallos albergarán las escasas, alternas, palmatilobadas y distantes hojas, que como ya hemos dicho tendrán una apariencia plumosa, debido a que los los subopuestos lóbulos de sus hojas pinnadas están algo aristados en su terminación.

Lámina de la Flora Ibérica (vía)

Semillas maduras de Comino silvestre (vía)

   Sus umbelas serán globosas y densas, de entre 5 y 15 mm de diámetro, con apariencia radialmente simétrica, aristada en rayos y de un color blanco-verdoso. Las umbélulas estarán formadas por una única flor hermafrodita, con minúsculos pétalos blancos largamente aristados. Y es que su nada usual estructura y disposición históricamente ha generado cierta controversia entre los taxónomos botánicos. Uno puede imaginárselos muy serios discutiendo acaloradamente hasta altas horas de la noche para encontrar finalmente un cierto acuerdo en la proximidad hacia los géneros de la subfamilia Saniculoideae, válgame Cristo qué nombre para la pobre subfamilia. Y sin embargo por sorpresa, estudios moleculares recientes afirman sin apenas margen de duda que tiene un origen más cercano a la subfamilia Apioideae, con un nombre mucho más digno. Yo también hubiese hecho todo lo que estuviese en mi mano para cambiarme, sea dicho de paso.

   No está considerada una planta de jardinería quizá por su pequeño tamaño y poca vistosidad floral, aunque la verdad es que, si nos paramos a pensarlo, razones la sobran para ello.