Plantas de cada día; la Erophila verna (Pan y quesillo)


   El pan y quesillo o yerbecilla temprana (Erophila verna) es una pequeña herbácea anual con un marcado carácter ruderal y arvense, que aunque en nuestros habituales paseos pase inadvertida, ella está ahí presente en lugares tales como eriales, bordes de camino, muros de piedra, claros de matorral o ribazos de toda Europa y parte de Asia. Si nos agachamos y fijamos bien la vista a nuestros pies, quizá podamos verla discreta por su temprana y bonita floración, que suele comenzar con el final del invierno en esos primeros días francamente primaverales cuando aún las últimas nieves no han terminado de recogerse, para extenderse largamente hasta el mes de julio. Su carácter rústico le ha llevado, seguramente ayudada de la involuntaria mano del hombre, a cruzar océanos y naturalizarse también en los enclaves más cálidos de Norteamérica y el continente australiano.

Hay que mirarse detenidamente a los pies para que no le pase a uno inadvertida...
   Si os acordáis, su historia es muy similar a la de la Cardaria draba, y no es casualidad ya que ambas resultan pertenecer a la enorme familia de las crucíferas. ¡Incluso con anterioridad se le vino a denominar Draba verna debido a su alto grado de polimorfismo intraespecífico!

   Aunque no llega al caracter invasor ni a considerarse una plaga como la draba, tiene costumbres y querencias similares; como aquella, vive a pleno sol, en suelos normalmente esqueléticos y secos (es indicadora de sequedad). Sin embargo, soportará casi todo tipo de suelos, tanto ácidos como básicos, y podrá estar presente en localizaciones de carácter más umbrófilo y prácticamente a cualquier altura; desde una arenosa duna casi al nivel del mar, hasta altas montañas que superen los 2000 metros.



Detallada lámina (y excepcional trabajo como siempre) de la Flora Ibérica (vía)

   Normalmente rondará los 15 centímetros de altura (aunque podrá variar enormemente, pudiéndose encontrar ejemplares de entre 3 y 30 centímetros), y tendrá una presencia efímera, completando su ciclo vital rápidamente. Se cree que su mayor o menor desarrollo podría estar ligado a la disponibilidad de agua en el entorno, y siempre condicionado por la brevedad de su ciclo de vida.


   Su sistema radical estará poco desarrollado, y sus hojas se dispondrán en rosetas, con forma espatulada y más o menos lanceloadas, normalmente con terminación apuntada. También serán pubescentes, con patentes pelillos tanto estrellados como simples, y su margen será insinuadamente dentado, marchitándose sin embargo incluso antes de que los frutos lleguen a madurar. Sus pequeñas y blancas flores (de unos 3 mm de diámetro) se caracterizarán por tener los pétalos profusamente divididos en dos lóbulos, y estar dispuestas en largos tallos florales que se ramificarán terminalmente dando lugar a numerosos racimos, de entre 3 y 17 flores.
   El fruto tendrá forma de silícula plana, elíptico-apuntada, que llegará hasta el centímetro de largo por unos 3 mm de ancho, guardando con recelo unas 50 semillas en su interior. Conforme vaya dispersando su preciada carga, la vaina verde tornará a un marrón algo traslúcido que a menudo permanecerá en la planta.
   Como curiosidad, y al estar siempre presente en suelos poco nitrogenados, resulta ser un buen indicador en parques y jardines, marcando un buen momento para proceder a la enmienda orgánica.

(vía)

   Sus hojas tienen propiedades medicinales, entre las que se destacan su carácter astringente y vulnerario, utilizadas en forma de infusión para heridas leves o pequeñas quemaduras y rozaduras. Además ha sido utilizada como como tratamiento para infecciones dermatológicas tales como el panadizo.


4 comentarios:

  1. ¿Por qué se llama pan y quesillos?

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    1. Pues es un nombre compartido con otras hierbas como la Capsela bursa-pastoris, y todas ellas evocan esos momentos de primavera en los que nos sentamos tranquilamente en el campo para hablar y tomarnos la merienda. Ese es el sentido que yo le he dado siempre, como una bienvenida al buen tiempo, aunque no sé si acertadamente... :)

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    2. La verdad es que está graciosa tu interpretación...y debe de ser cierto porque por más que miro las fotos no les veo parecido ni al pan ni al queso... jejejeje.

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    3. ¡Qué gracioso! ¿Te imaginas una planta que diera queso ya en su propio pan? ¡Eso sí que sería un gran éxito evolutivo!
      Mientras tanto, mejor seguir pensando en nuestras merendolas a ras de césped, que es cuando nos fijamos más en ellas... :)))

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