Excursión: Point Reyes, California



Seguimos por la costa californiana pero esta vez nos vamos a Point Reyes un poco mas al norte de Big Sur. A tan solo una hora de San Francisco nos encontramos con este paraíso natural protegido tanto para preservar su riqueza natural como su patrimonio histórico-cultural.


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Point Reyes tiene una superficie de 259 km² y cuenta con  acantilados de infarto, extensas playas,  pantanos de agua salada y de agua dulce, grandes llanuras junto a bosques de frondosas, matorrales costeros, y bosques de coníferas. La riqueza florística y faunística hacen de este sitio un lugar privilegiado para los amantes de la naturaleza. Pero si te gusta la historia Point Reyes tiene también mucho que ofrecer ya que por aquí han pasado numerosas culturas durante miles de años. Todo esto hace que alrededor de 2.5 millones de visitantes al año pasen por estos parajes. Si estás por la zona de San Francisco no dudes en acercarte a Point Reyes, no te defraudará.



La influencia del Océano Pacífico suaviza bastante el clima de esta zona. Los veranos suelen ser secos y más o menos cálidos mientras que los inviernos son lluviosos y algo fríos. Aunque durante el verano suele llover muy poco, con frecuencia hay niebla bastante densa especialmente a primeras horas de la mañana que va desapareciendo hacía el mediodía. Estas nieblas ofrecen un aporte de agua muy importante para la vegetación durante los meses estivales. El otoño es más movidito con tormentas ocasionales hasta llegar al invierno cuando tienen lugar las lluvias más fuertes. La primavera está caracterizada por los vientos pero en cuanto a temperaturas los días son bastante agradables.

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La historia humana en Point Reyes se remonta unos 5000 años. Los indios de la costa Miwok fueron los primeros habitantes de lo que hoy llamamos Marin y los condados de Sonoma sur. A finales del 1500 llegaron los primeros exploradores europeos. En 1850, los ganaderos lecheros empezaron a poblar la zona atraídos por las condiciones casi ideales para la cría de ganado. En la década de 1800, debido al aumento del comercio marítimo en el área de la Bahía de San Francisco, se construyó el faro de Point Reyes. En el 1900, Guglielmo Marconi sitúa en este enclave una estación de telegrafía sin hilos.





Después de más de 40 años de luchas en 1958 los indios de la costa Miwok consiguieron que su tribu fuera reconocida por el gobierno federal. En la actualidad hay cerca de 500 miembros inscritos en la tribu.

Pero ¿Qué podemos hacer en este paraje inigualable? Point Reyes cuenta con 240 km de senderos, tres centros para visitantes,varias estructuras históricas, numerosas playas y mucho más. Podemos pasar por el centro de visitantes del Valle Bear donde nos informarán de la amplia gama de actividades que podemos realizar en este parque, como paseos en kayak o en bici de montaña, observación de la vida silvestre... Por ejemplo de enero a abril podemos disfrutar de la migración de la ballena gris desde las múltiples colinas de Point Reyes. Si te gustan las aves, este es un sitio de obligada visita,especialmente durante las migraciones de otoño y primavera, ya que aquí se han identificado casi la mitad de las especies que se encuentran en América del Norte. Si prefieres ver elefantes marinos nos podemos dirigir al Punto panorámico Elephant Seal Overlook cerca de Chimney Rock.

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Recomiendo solicitar el programa de actividades gratuitas organizadas. Los rangers suelen organizar charlas donde nos informan sobre la riqueza natural e histórica del parque. Nadie conoce mejor la zona que ellos y suelen ser muy agradables y explican todo una forma muy cercana y amena. Si tenéis la oportunidad no dudéis en hacer aguna ruta guiada con ellos, es toda una experiencia.

Si no disponemos de mucho tiempo y solamente vamos a pasar un día en Point Reyes recomiendo lo siguiente:

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Visitar el Centro para visitantes del Valle Bea donde hay varias exposiciones relacionadas con la naturaleza y la historia de Point Reyes además de poseer un  sismógrafo y una estación meteorológica.





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Desde este centro sale una ruta muy cortita hasta una réplica de la aldea Kule Lokl de los indios de la costa Miwok donde podremos conocer un poco la cultura e historia de esta tribu indígena.






Para conocer los maravillosos bosques de Point Reyes recomiendo el sendero Woodpecker de solo un kilómetro. Si lo nuestro es más la geología recomiendo el sendero Earthquake donde se nos muestra  la historia geológica de este enclave singular.

Tampoco nos podemos perder la visita al Faro de Point Reyes. Se puede ver desde una plataforma o acercarnos a el, aunque para ello deberemos descender 308 escalones lo que equivale, ni más ni menos, que a 30 pisos, así que tomároslo con calma y ¡ojo! los marte y los miércoles permanece cerrado por si planeáis vuestra visita alguno de esos días. El resto de la semana está abierto de 10:00 a.m. a 4:30 p.m

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Si disponemos de más tiempo la oferta de actividades es interminable. Visitar la página oficial del parque para organizar vuestra salida y no dejéis de pasar por los centros de visitantes para pedir información. Si queremos hacer noche en Point Reyes existen cuatro áreas donde se puede acampar pero es necesario pedir un permiso.

Disponiendo de más tiempo recomiendo acercarnos a  la Hacienda Pierce Point y la Reserva del Ciervo de California a unos 40 minutos en coche desde el centro para visitantes del Valle Bear, donde conoceremos la  historia de la actividad lechera del parque y veremos ciervos pastando libremente. También podemos conocer alguna de las maravillosas playas de este enclave como Limantour, Drakes, Heart's Desire y las playas Norte y Sur.

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Tampoco deberíamos perdernos el centro para visitantes Ken Patrick, que cuenta con numerosas exposiciones a partir de las cuales nos presentan la exploración marítima del siglo XVI y muchos fósiles marinos. No olvidéis mirar al techo cuando entréis, hay un esqueleto completo de un rorcual aliblanco (ballena enana) impresionante.









Si lo que quieres hacer es senderimos, hay rutas de todos los gustos y colores.

El parque está abierto desde el amanecer hasta la media noche, durante todo el año, pero los centros de visitantes tienen un horario más reducido. Consulta la página web del parque para más información.

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Y para terminar una advertencia. Por esta zona abunda el Roble venenoso del Pacífico (Toxicodendron diversilobum). Mucho cuidado con él ya que puede provocar importantes irritaciones cutáneas. Intentad no saliros de los senderos y mirad de vez en cuando por donde vais andando. La planta es muy venenosa, si crees que tu ropa ha podido estar en contacto con esta especie tienes que lavarla porque si la tocas el efecto es el mismo que si tocaras a la propia planta. Con agua fría  y detergente contra la grasa para lavar platos se puede lavar a fondo la zona que haya estado en contacto con la planta y remitir un poco los síntomas aunque lo mejor es evitar el contacto con ella. 









El canto del grillo


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    Ya llegó el otoño, y con él decimos adiós al verano, a los bañitos en las pozas, a las vacaciones, a los días de luz y sol radiante, al canto de los grillos...

   ¿Al canto de los grillos? No, a eso no, porque hoy vienen de visita estos queridos habitantes que adornan de una forma sonora nuestros atardeceres, además de para amenizar las horas de vigilia nocturna.Hay sin exagerar aproximadamente 900 especies de grillo, por lo que nos centraremos en el grillo común o campestre (Acheta domesticus), otro habitante más del borde del camino. Se trata este de un insecto negro o parduzco que vive bajo las piedras, hojarasca o cortezas de los parques o en el campo, tanto a pleno sol como más comunmente en las horas nocturnas. En China y Centroamérica, además de formar parte de su dieta, es considerado augurio de buena suerte. Quizá sea por eso o quizá símplemente por su canto, lo cierto es que tampoco es raro encontrarlo como mascota para los niños en los hogares de medio mundo.

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   Es omnívoro, alimentándose normalmente de pequeñas plantas, restos orgánicos y eventualmente de otros insectos que encuentre de aquí para allá, acelerando de paso la desintegración e incorporación al sustrato de todos éstos, además de ser ellos mismos presa de innumerables predadores tales como avispas, arañas, otros coleópteros, pájaros, reptiles o micromamíferos. Y no sólo de los que viven libres por el campo, sino que además resulta ser el alimento vivo preferido para todo tipo de mascotas insectívoras en nuestros hogares. El pobre bicho es relativamente fácil de capturar, quién no ha cogido uno con las manos o con la ayuda de un bote, aunque cuando se presenta en grandes cantidades (no es común, ya que suele ser un insecto solitario) puede ser dañino para los cultivos. Corre rápidamente para escabullirse y ocultarse entre la hojarasca en la que vive, aunque sin olvidar su buena capacidad para el salto en caso de emergencia; no en vano es pariente de los saltamontes.

  

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   Tanto las hembras como los machos tienen largas antenas en su cabeza, y cercos en su abdomen a forma de dos colitas terminales, aunque la hembra posee un patente ovopositor ventral que la diferenciará sin problemas. Aunque no vuelan, ambos tienen dos pares de alas cubriendo por completo su dorso, y sólo los machos las frotarán la rasqueta de unas contra el dibujo superficial de las otras con un ángulo de 45º para "cantar" en las calurosas noches con una doble finalidad; la de atraer a las hembras y así reproducirse, además de para también repeler a otros posibles competidores de su misma especie que osen acercarse a su territorio.
 

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      Resulta asombroso (a veces asusta) cómo puede explicarse casi todo de una manera matemática. Resulta que el "cric-cric" de los grillos, aunque variable según la especie, oscila en su frecuencia dependiendo de la temperatura del medio en la que éste se encuentre. Así, y como su metabolismo es sensible a los cambios de temperatura al no poder autoregular su temperatura corporal, su modo de vida se "acelera" o "decelera" en función de la temperatura exterior. Y tanto es así que ya en 1889 hubo un físico y químico Sueco (Svante August Arrhenius) que así lo hizo notar.

Svante August Arrhenius,
un ejemplo de superación (vía)

   Una historia de superación, la vida de este científico. Ya debido a un accidente de su niñez tuvo problemas para caminar, lo que le llevó a ser objeto de burlas por parte de sus compañeros y conciudadanos. Con un afán de superación innato, llegó a desarrollar la teoría de la existencia de los iones predicha por Faraday, y a pesar de los numerosos ataques por parte de otros científicos detractores de la época (que le llevaron a aprobar raspadamente su tesis en la Universidad de Uppsala al creer que era una teoría errónea), poco después se demostró la realidad de las propiedades conductoras de las disoluciones electrolíticas, lo que le llevó a obtener el premio Nobel de Quimica en 1903 en reconocimiento a dicho trabajo.

  






  
Amos Dolbear, un científico
con cara de grillo (vía)
    Volviendo al mundo habitado de nuestros vecinos los grillos, lo que vino a demostrar Arrhenius fue que, a mayor temperatura, mayor velocidad de reacción; y que igualmente a menor temperatura, menor velocidad. Basándose en este principio, fue el físico e inventor estadounidense Amos Emerson Dolbear quien, en 1897 y tras inventar cosas tan curiosas como un "telégrafo parlante" (orígenes del actual auricular telefónico, once años antes de que Alexander Graham Bell patentara su modelo, y posteriormente siempre en lucha con los Marconi) o un opeidoscopio que podía visualizar la vibración de las ondas, publicó en el artículo "the cricket as a Thermometer" las que posteriormente se conocieron como las "leyes de Dolbear", que en resumidas cuentas vienen a determinar cómo conocer la temperatura exterior en función de la frecuencia del canto de los grillos con la exactitud que tendría cualquier termómetro de mercurio.
   
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   Así, para el grillo común, la temperatura final del aire en grados centígrados es igual al número de cantos por minuto dividido entre cinco, restándole nueve grados a la cantidad resultante. Parece una tontería, pero para facilitar las cosas y no perder la cuenta del número de cantos en un minuto, es recomendable contar los cantos que se escuchan en diez segundos, y multiplicarlo por seis antes de aplicar la fórmula.
   Para ello además hay que considerar que los grillos sólo cantarán cuando la temperatura sea superior a 15ºC, por lo que si en una fría noche logras oír un grillo, ya sabes que en realidad habrá más de 15 grados en el exterior. También hay que tener en cuenta que la frecuencia de canto disminuye a partir de los 36ºC, para desaparecer por completo a los 40ºC, en los que el pobre grillo ya no tiene ganas ni de cantar (mejor que cante otro).
  


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    Otro dato curioso es que, a todos nos ha pasado al oir a un grillo, nos es bastante complicado saber con precisión de dónde viene ese sonido. Y esto es debido a que su longitud de onda es similar a la distancia entre nuestros oídos, lo que nos impide localizarlo con exactitud. Este es un principio que se ha venido estudiando para sonidos tales como el producido por una sirena de la policía, que intentaría alertar de su existencia al ciudadano, pero sin especificar exactamente su localización.


Hoteles para los insectos

 
Hotel de insectos en el Jardín de Luxemburgo de París






   Ya anteriormente en el blog hemos dejado constancia de lo beneficiosas que son diferentes especies de insectos (abejas, abejorros, luciérnagas...). Y no solo ellas, hay infinidad de especies de insectos en nuestro entorno que desconocemos y que juegan un papel importantísimo en la polinización de nuestras plantas, por no hablar del gran beneficio previniendo y controlando la expansión de distintas plagas, sin la necesidad de recurrir a pesticidas y demás arsenal contaminante.

Hotel de insectos, integrado en las calles de París
   La figura de un hotel para insectos está francamente desarrollada en Centroeuropa y Gran Bretaña, ante la problemática que derivó la grave desaparición de insectos en bosques muy tratados por la mano del hombre. Ahora comienza a dejar verse en también en parques y jardines de medio mundo como una idea genial destinada a facilitar un refugio lleno de habitaciones preparadas para darles cobijo en la época invernal, cuando más vulnerables son al no encontrar árboles muertos o suelos sueltos de una forma fácil y natural.


   Un buen hotel de insectos no está destinado a un insecto en particular, sino que cumple la función de diversificar al máximo la oferta para llegar al máximo espectro de insectos posible. Por ejemplo y como ya sabemos, sólo una pequeña parte de las abejas o abejorros que existen viven en grandes colmenas. La mayoría de ellos son solitarios y pacíficos (no son agresivos al no tener colmena que defender, y solo en caso de que su vida corra peligro usan su aguijón), y excavan agujeros en el suelo para pasar el invierno y hacer su puesta. Otros muchos aprovechan los tallos huecos, otros se hacen su propia celda con un poco de barro, y otros simplemente se ocultan entre la hojarasca. Es el caso también de las mariquitas, que pasan el invierno hibernando ocultas entre las hojas secas esperando a que pasen las inclemencias meteorológicas... ¿te habías planteado antes que al quitar la hojarasca de tu jardín, quizá estés eliminando de paso un aliado depredador tan maravilloso como este? Pero no queda ahí la cosa, porque hay muchos otros insectos beneficiosos a los que un hotel podría ayudar, como algunas mariposas, escarabajos, crisopas, arañas, libélulas, tijeretas... Puedes tener localizado así todo un mundo en conexión, para poder observarlo y aprender de él, dando un cierto equilibrio a tu jardín. ¡También puedes atraer a animales anfibios como ranas, tritones o erizos si dejas a ras de suelo piedras y raíces!


   Con suerte algunos de nuestros inquilinos estarán tan contentos que usarán el hotel para largos periodos, desarrollándose los huevos, pasando por la fase larvaria, y hasta la edad adulta. Naturalmente no podemos controlar por completo qué tipo de insectos visitarán nuestro hotel, incluso puede darse el caso de depredación entre inquilinos, pero al menos sí sabremos que estamos dando una oportunidad a muchos que, de otra manera, tendrían muy difícil la supervivencia ante la falta de madera muerta y hojarasca. Ten por seguro que no todas las especies de insecto utilizarán hábitats artificiales. Y dentro de las que sí lo utilicen, cada especie tendrá diferentes requisitos de anidación (tal y como lo hacían los pájaros en las cajas nido, ¿os acordáis?). Con el tiempo, podremos irnos dando cuenta de cuales son los lugares preferidos de nuestros amigos favoritos... pero recuerda siempre que todos son necesarios, y que a la larga favorecer sólo una especie puede ser un error.

   Algo de lo que todos hablan y hacen ver es que este invento fascina y engancha. No ya sólo por el éxito en la polinización de tus flores y hortalizas, o porque sea siempre bonito en nuestro entorno, sino que es enormemente didáctico para niños y adultos como actividad al aire libre. Este quizá sea el mayor valor del hotel, como elemento educativo para escuelas y jardines públicos, una forma atractiva de explorar el mundo de los insectos de jardín y su importancia real.


Hotel de insectos, en el Jardín de Plantas de París





   Naturalmente puedes buscar en tiendas especializadas y comprarte un sofisticado hotel para insectos en tu jardín, pero nosotros aconsejamos hacernos uno nosotros mismos, ya que la experiencia en sí misma es de largo mucho más gratificante y puedes dar rienda suelta a tu vena artística y focalizarlo también como elemento decorativo. Y una vez más, como ya vimos con las cajas nido y comederos para pájaros, podemos hacerla sin mucho esfuerzo y utilizando únicamente materiales reciclados; madera de pallets para la estructura y una rejilla de gallinero para sostener todas las "habitaciones" en su sitio además de evitar la predación por parte de los pájaros, y para el interior buscaremos ramas secas, cabezas de cardo secas, piñas, cortezas, cañas o bambú, hojas, musgos y líquenes, pequeños troncos que perforaremos con agujeros de varios diámetros y profundidades... Aquí ya entra la imaginación de cada uno. Pero eso sí, es importante utilizar maderas no tratadas... ¡podrían desprender a la larga productos químicos que matasen a nuestros nuevos vecinos!
   Pero, ¿cómo hacer un hotel de insectos? No hay misterio ninguno, tu coge los listones de los pallets, e imagínate lo que puedes sacar de eso. En realidad es como hacer una caja poco profunda con pequeñas estanterías, en la que luego encajarás todo el material antes comentado que conformarán las "habitaciones" de nuestro "hotel". Lo importante es la idea, tener claro lo que uno quiere... el resto, es cortar y clavar ;)

   Te exponemos a continuación algunos proyectos simples. Pero si no es lo que buscabas, y no te inspiran... ¡no dudes en buscar por la red! Está plagada de ejemplos alucinantes, que de seguro te enamorarán. ¿Te acuerdas del Jardín de Luxemburgo que hace poco visitamos en París? ¡Era un buen ejemplo de ello!

A   Un hotel asequible pero de lujo sería el que nos plantean desde la página de thegreenlever, altamente recomendable para proyectos DIY. En él se exponen con detalle todos los materiales a utilizar (1 y 2), cómo realizar el claveteado a escuadra (3 y 4) así como la disposición del material interior (5, 8 y 9) y acabado en el tejado (6) y en la espalda (7). El resultado final es increíble (10).


Modelo propuesto por thegreenlever (vía)
B   Otro modelo similar es el que nos plantean desde la asociación Nature Kenya, en asociación con la National Geographic: 
 

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C   El tercer proyecto que os presentamos a continuación nos explica los diferentes tipos de texturas y materiales utilizados, destinados a los distintos tipos de insectos a hospedar. Puedes verlo más desarrollado en la página ideas sostenibles, que en sí misma marca también un referente para todo aquel maniaco del bricolaje y el jardín.
 

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siendo;

1. Paja o madera: proporcionan abrigo, óptimo para las crisopas, cuyas larvas se alimentan de plagas como pueden ser pulgones, cochinillas, moscas blancas, o huevos de ácaros.

2. Cañas de bambú, que proporcionan refugio para abejorros y abejas solitarias que polinizan las primeras flores de los árboles frutales, ya en el mes de marzo.

3. Macetas colgadas boca arriba y llenas de heno; atrae tijeretas que gustan de plagas como los pulgones.

4. Tablas de madera apiladas tras una rejilla, aptas para insectos xilófagos que intervienen en la descomposición de la madera muerta.

5. Los troncos agujereados son un refugio muy apreciado por muchos polinizadores, como las abejas y las avispas solitarias, cuyas larvas se alimentan de pulgones.

6. Los haces de varillas de médula de escaramujo, rosa, baya del saúco o cañas, proporcionan un refugio perfecto para los sírfidos y otros himenópteros.

7. Ladrillos: son apreciados por abejorros y abejas.

8. Pequeñas maderitas superpuestas unas sobre otras atraerán a mariquitas que vienen a pasar el invierno. Sus larvas consumen una gran cantidad de pulgones. Algo similar podríamos conseguir haciendo pequeñas ranuras en nuestras maderas planas.

D   Pero hay otros modelos mucho más sencillos, por si lo que queremos es hacer uno para un espacio reducido, o "para ver cómo resulta" antes de lanzarnos con un proyecto mayor. En este caso, bastará con hacer una pequeña caja o estructura de madera rudimentaria, y rellenarla con el material apropiado. Otro tipo también muy sencillo y efectivo aunque quizá no tan vistoso consiste en apilar pallets completos, e insertar los distintos tipos de materiales en su interior. Tiene la gran ventaja de hacer a los anfibios del lugar partícipes de nuestro proyecto. 



Distintos tipos de hoteles para insectos (Vías 1, 2 y 3)

   El lugar ideal para su colocación será en un lugar soleado, aunque siempre protegido de la intemperie, y relativamente cerca de las flores silvestres, árboles y arbustos de los que posteriormente se alimentarán. Por ejemplo así de paso también facilitaremos los numerosos viajes de algunas abejas hembra que pondrán un huevo en cada pequeño agujero, pero siempre acompañado de la cantidad de polen y néctar necesaria para el temprano desarrollo de su descendencia antes de cerrar la celda, lo que le llevará en torno a unos treinta viajes para cada una.

   Un hotel de insectos necesita también de cierto mantenimiento. Así, a los dos o tres años convendría renovar o limpiar a fondo las "habitaciones" interiores para evitar la proliferación de parásitos o enfermedades en los insectos.

   Es importante cerrar con una malla el hotel de insectos, ya que así impediremos que algunos pájaros tomen nuestro invento como un maravilloso restaurante. Y recuerda que la plantación de flores resulta a la larga el mejor método para atraer enemigos naturales de las plagas de jardín, además de agentes polinizadores. Las corrientes modernas no conciben un jardín sin alegres mariposas ni mariquitas, resultan ser tan importantes como las propias flores. Es por ello que, poco a poco, los pesticidas dejan de tener sentido en nuestros jardines.


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California y más: Todo un mundo natural por descubrir


Llevo tres meses trabajando en la Universidad de Davis, California. Es lo que tiene tener este espíritu aventurero que nos caracteriza a los jóvenes españoles, como dice nuestra ministra. En post anteriores conocimos un poco esta ciudad donde vivo. Paseamos por su arboreto y compramos frutas y verduras de temporada en el Farmer´s Market más antiguo de la costa oeste de Estados Unidos.



Poco a poco hemos ido conociendo las principales unidades de vegetación de California. La zona del valle central y la costa así como las principales cadenas montañosas de este estado. ¡¡Y todavía nos quedan los desiertos del sur de California!!

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También hemos presentado lugares únicos y espectaculares. Viajamos hasta el lago Tahoe donde nos bañamos en uno de los lagos más profundos del mundo y nos maravillamos con la transparencia de sus aguas y sus playas de ensueño. Incluso conocimos a la simpática Tahoe Tessie la prima del mismísimo Loch Ness.

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Recorrimos parte de la costa Californiana a lo largo de los 140 km de Big Sur donde disfrutamos de unos paisajes increíbles a lo largo del Pacífico.

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En los próximos post seguiremos recorriendo la costa pero esta vez nos iremos un poco mas al norte. A tan solo a una hora de San Francisco nos encontramos con Point Reyes,  lugar de paso de numerosas culturas a los largo de miles de años.

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También pasearemos entre las especies mas altas y longevas del mundo, las secuoyas (Sequoia sempervires) en el Parque Nacional de Muir Wood.

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Por supuesto no nos olvidaremos de la niña mimada de California. El Parque Nacional de Yosemite, recorreremos sus bosques, lagos y maravillosos paisajes presentando un montón de rutas para hacer en este increible parque.


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Pero no nos limitaremos solo a California. También viajaremos hasta Arizona al Parque Nacional del Gran Cañon donde recorreremos la escarpada garganta excavada por el río Colorado.

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O hasta el  Parque Nacional de Zion en Utah donde pasearemos por cañones de casi 800 m de profundidad.

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 ¿Tenéis ganas de conocer todos estos sitios? Pues todo esto y mucho más se irá publicando en PlantArte en tu Oasis, no os los perdáis.

Excursión: Big Sur, California

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 Seguimos con nuestro recorrido californiano y hoy nos vamos hasta la costa central donde nos encontramos con Big Sur, una región muy poco poblada donde podemos contemplar, durante 140 Km, hermosas colinas, densos bosques y acantilados espectaculares junto al Pacífico. Big Sur no tiene unos límites fijados pero se puede decir que se extiende desde Carmel a San Simeon donde las montañas de Santa Lucia casi emergen desde el Océano Pacifico. La cota más alta de esta cordillera es Cone Peak Big Sur con 1571 m, que no es mucho si lo comparamos con las elevaciones de Sierra Nevada por ejemplo, pero si consideramos que estamos a solo 4.8 km del océano eso cambia la cosa ¿verdad?





Debido a la influencia del océano la temperatura junto a la costa es templada a lo largo de todo el año y según que nos alejamos empieza a ser más variable. Sin embargo la topografía irregular crea muchos microclimas. Big Sur es uno de los pocos lugares del planeta donde podemos ver secuoyas (Sequoia sempervirensmuy cerca de los cactus. En los meses de verano son abundantes las nieblas lo que ofrece una fuente de agua esencial para muchas plantas durante el periodo estival.




La variabilidad climática de los microclimas dan como resultado una biodiversidad asombrosa con numerosas especies endémicas. En la zona de montaña debido a la alta humedad, la niebla estival y la nieve en invierno se crea un ambiente favorable para los bosques de coníferas.  En zonas menos húmedas los bosques de coníferas van siendo sustituidos por formaciones más abiertas donde dominan especies como la tanoak (Lithocarpus densiflorus), el roble de la costa (Quercus agrifolia), y el laurel californiano (Umbellularia californica). Y finalmente en las zonas más áridas domina el chaparral. Destacar que en Big Sur nos encontramos con las secuoyas (Sequoia sempervirens) más australes de la costa, las cuales se sitúan en las laderas bajas de la costa en enclaves muy particulares con condiciones ambientales propicias para su desarrollo.


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Si nos remontamos unos miles de años, los primeros pobladores de esta zona fueron los indígenas de las tribus Ohlone, Esselen y Salinan. Como la sangre forestal corre por mis venas, destacar que estas tribus ya utilizaban quemas controladas para aumentar el crecimiento de los arboles así como para producir alimentos. Después vinieron los colonos y ¿quienes fueron los primeros en aparecer por aquí? Los españoles como no podía ser de otra forma. Los primeros fueron unos marineros capitaneados por Juan Cabrillo que llegaron en 1542 pero hasta dos siglos más tarde no se colonizo la zona, en 1769 y ¿cómo fue esta colonización? desgraciadamente como la mayoría, aniquilando a toda la población indígena, los cuales murieron de enfermedades traídas por los europeos, a causa de los trabajos forzados o por desnutrición. En 1821 Big Sur empezó a pertenecer a Méjico cuando este consiguió la independencia con España y fue divido en una serie de ranchos. Y en 1848 Méjico cedió California a los EEUU y Big Sur pasó a formar parte de este país.

Durante el siglo XIX la economía local se centraba en la industria basada en la extracción de la corteza de tanoak (Lithocarpus densiflorus), la minería de oro, y el procesamiento de la piedra caliza. Durante la década de 1860 hasta comienzo del siglo XX se cortaron la mayoría de la secoyas de la costa. A principio del siglo XX, la industria fue de capa caída y empezó a despoblarse la zona. En la actualidad Big Sur sigue estando escasamente poblada, los residentes actuales son descendientes de las familias que habitaban durante el siglo XIX, junto con algunos ricachones que tienen aquí su segunda residencia. Las irregularidades del terreno, las restricciones medioambientales, y la falta de terreno urbanizable han mantenido Big Sur casi virgen, conservándose de esta forma su belleza natural. En la actualidad la economía local se basa casi exclusivamente en el turismo.


Una vez que conocemos un poco más esta zona. ¿Cómo podemos visitarla? Porque he dicho que es un lugar un poco inaccesible, con una topografía irregular, he hablado de acantilados, bosques,  etc. Por suerte, en 1937 se terminó la Highway 1(construida por prisioneros), carretera que recorre los 140 Km de Big Sur.
Carmel

Luego solo tenemos que tomar esta carretera desde Carmel (pueblo que recomiendo su visita) hasta San Simeon y disfrutar del paisaje que nos acompañará durante los próximos 140 km. Se tuvieron que construir  33 puentes de los cuales el más grande y espectacular es el Bixby Creek Bridge. La Highway 1 cuenta con numerosos miradores estratégicamente situados donde podemos parar los coches y disfrutar de las increíbles vistas

Carmel
Bixby Creek Bridge
Highway 1

Además de disfrutar de estos alucinantes paisajes desde el coche también se pueden hacer rutas de senderismo en los distintos parques naturales que nos vamos a ir encontrando. Todos ellos cuentan con una amplia gama de rutas de distintos niveles de dificultad y duración. En Big Sur hay nueve parque estatales (Carmel River State Beach, Point Lobos State Natural Reserve, Garrapata State Park, Point Sur State Historic Park, Andrew Molera State Park, Pfeiffer Big Sur State Park, Julia Pfeiffer Burns State Park, John Little State Natural Reserve, Limekiln State Park) y dos zonas marinas protegidas (Point Sur State Marine Reserve y Marine Conservation Area y Big Creek State Marine Reserve y Big Creek State Marine Conservation Area).


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Aunque la oferta de actividades en estos parques es ilimitada, destacar la reserva Point Lobos, la cascada McWay en Julia Pfeiffer Burns State Park, siendo una de las pocas cascadas situadas en la costa donde el agua cae directamente al Océano Pacifico. No se permite bajar a la playa para conservar el área pero hay un mirador estupendo desde donde se tienen unas vistas increíbles de esta cascada. Otro punto singular es el faro construido en el siglo XIX, situado en una solitaria colina. También recomiendo perdernos es la Pfeiffer Beach, cuidado porque no esta muy bien señalizada la entrada, id muy atentos y si os pasáis recomiendo que volváis y no os perdáis la espectacularidad de esta playa.

Mc Way Fall
Pfeiffer Beach
Otra parada puede ser la reserva Landels-Hill Big Creek donde aparte de proteger este área natural se hace especial énfasis en apoyar la enseñanza universitaria y la investigación. University of California Natural Reserve System y University of California of Santa Cruz llevan numerosas investigaciones en esta reserva.
Y por último para rematar nuestro espectacular paseo por ese maravillo enclave hay una parada obligada en la playa rocosa de Piedras Blancas, donde una numerosa colonia de elefantes marinos nos dan la bienvenida. Digamos que es el broche final para un día (o varios días) perfecto. Además, dependiendo de la época del año por Big Sur también se pueden ver focas, lobos marinos, nutrias y, de diciembre a marzo, ballenas grises que viajan rumbo a Baja California.




Cualquier época del año es buena para disfrutar de Big Sur. En verano el clima es muy agradable,  aunque no tanto como para bañarse en las gélidas aguas del Pacifico. En otoño el bosque se tiñe de colores dejando un paisaje de lo más espectacular. Noviembre dicen que es el mejor mes para pescar y para ver mariposas monarca y de diciembre a marzo tenemos la visita de las ballenas grises. Y qué decir de la primavera cuando todo florece y el campo está tan bonito.


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Y para los que les guste correr en el mes de abril está el Maratón de Big Sur tiene que ser algo espectacular correr con estos paisajes de fondo.

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