Excursión a los Alpes: Parque Nacional des Écrins

Aprovechando que el equipo de PlantArte en tu Oasis forma una pequeña multinacional ¿qué mejor manera de hacer turismo que presentándoos lo que a cada uno le pilla más cercano de casa? unos por California, otros por España, Inglaterra o Francia.

¡Hoy toca día de excursión a los Alpes!.
Hace una semana salimos de la ciudad de la luz (gris) para pasar un fin de semana rodeados de montañas, en una zona cercana a Grenoble y a la tan famosa estación de esquí Alpe d'Huez. 


El Parque Nacional des Écrins se sitúa a tan solo 23 km de Grenoble, fue creado en 1973 y cuenta con una extensión de casi 90.000 hectáreas. Entre sus características destacan más de una centena de cumbres que superan los 3000m de altitud, una cuarentena de glaciares, 750km de senderos señalizados y 30 refugios.

Con estas características sin duda es un parque de obligada visita. En nuestro caso un amigo que conocía la zona se decantó por una ruta que transcurriría desde un pueblecito llamado Vénosc hasta el refugio Muzelle (En realidad la ruta iba a ser circular pero la excesiva nieve en las cumbres cercanas al refugio nos impidió el poder hacerla y tocó volver por donde habíamos venido, ¡otra vez será!)

Una ruta preciosa que discurría paralela a un río llenito de fuerza que le daba el agua del deshielo.


En un principio comenzamos atravesando un bosque de caducifolios compuesto sobretodo por arces (Acer spp), servales (Sorbus spp), sauces (Salix spp) y alisos (Alnus glutinosa) (estos dos últimos siempre cercanos al río, recordad, son los árboles de ribera por excelencia).

A medida que ascendíamos pasábamos a un bosque de coníferas, en este caso de abetos (Picea spp y Abies spp).


 Durante el camino veíamos restos de nieve en las zonas altas y no tan altas (fijaos en la foto de arriba a la izquierda, justo en la parte de abajo, la zona blanca no es más que el río intentando salir de un montón de nieve, ya negra por estar cubierta de arena, piedras y ramas).

A medida que íbamos dejándonos las piernas, los árboles comenzaban a desaparecer, y nos encontrábamos sobretodo arbustos de pequeño porte como enebros (Juniperus spp) o rododendros (Rododendrum ferrugineum) preciosos en plena floración: habíamos llegado a un piso de vegetación nuevo: el piso subalpino.


Nuestra excursión hacia el cielo continuaba. En este nuevo piso de vegetación llegábamos a ver mucho mejor y sobretodo más de cerca las laderas próximas a las cumbres y entre roca y roca algún que otro rebeco.

Pero ¿sabéis qué?, casi lo mejor de la excursión fue llegar justo a la zona de la foto anterior. Era ni más ni menos que el paraíso de las marmotas. Por todos lados se veían agujeros de sus madrigueras y las veías a ellas corriendo por la ladera con su cuerpo rechoncho pero mucho más ágil que los nuestros que ya estaban un poco maltrechos.



 Alegrados por los animalillos nos tocaba aún la fase más dura, unos 350m de desnivel que comenzaban en el punto donde se ve claramente un ángulo recto en el mapa. El camino se convertía en una colección de zig-zags interminables...


...llegábamos a nuestro último piso de vegetación (el piso alpino), donde ni árboles, ni arbustos pueden sobrevivir, el intenso frío y los fuertes vientos hacen que una de las mejores estrategias sea la de "ser bajito y vivir bien apretujado" así que no es de extrañar que lo único que crezca sean las herbáceas.

El pueblecito que se ve a lo lejos en realidad es la estación de esquí de Les Deux Alps y las montañas nevadas de la izquierda la de Alpe d'Huez.

Una vez ya casi en lo alto sólo nos quedaba atravesar una zona de turberas y una pequeñísima subida...
 ... para terminar esos 1200m de desnivel en tan sólo 4 km de ruta y consiguiéndolo en las 4horas de rigor que marcaba la información. ¡Refugio a la vista!


El refugio estaba francamente bien. Literas para una o dos personas, con WC y hasta duchas, todo un lujo inimaginable. Además al tener guarda ofrecen servicios de desayuno y cena: una buena sopa, revuelto de huevos con lardon y queso más verduras y postre. Una cena que sin duda pone punto final a un día estupendo y agotador.

Al día siguiente, tuvimos que deshacer lo andado con un comienzo de -0.5 grados, nevando y un viento que hacía que los copos de nieve cortasen en la cara.  Y si dura fue la subida, no menos dura fue la bajada, al finalizar las piernas nos temblaban de tanta bajada "quasi-vertical" y las agujetas de los días posteriores.... puf creo que nunca he tenido tantas en mi vida. Pero ¿sabéis? sarna con gusto no pica.... ¡jamás!.


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Durante todo el post de hoy os hablaba de los pisos de vegetación que hemos ido atravesando. Para aquellos que quieran saber un poquito más de qué se trata os dejo alguna información extra.

Los cambios en la cubierta vegetal y por tanto en los ecosistemas en áreas de montaña son conocidos como pisos de vegetación (o “pisos bioclimáticos”). Éstos reflejan la presencia de unas características climáticas bien definidas y que varían en franjas en función de la altitud. Los límites altitudinales de estas franjas varían en función de diversas características principalmente de la latitud y del clima regional.

Cada piso bioclimático se caracteriza por diferentes ecosistemas que son a su vez diferentes en las distintas regiones del mundo pero que comparten algunos rasgos esenciales haciendolos fácilmente comparables de unas montañas a otras.

Para aquellos que se queden con ganas de conocer un poquito más sobre los pisos bioclimáticos, aquí tenéis una página francamente buena donde lo explican con imágenes.

File:Altitudinal zones of Alps mountains Extended diagram-fr.svg
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Y para poner el broche final.... ¡una de plantas con o sin flores!





La danza de las abejas



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   Desde que el hombre es hombre, la curiosidad le ha llevado a observar el comportamiento animal. Nosotros mismos no hace mucho ya les dedicamos un post analizando lo importantes que resultan para el ser humano. Y aunque muchas veces pecamos de ingenuos al pensar que los insectos son seres simples, nada más lejos de la realidad: las abejas dan buena fe de ello. Hay pruebas de que ya Aristóteles, en el siglo IV antes de Cristo, describió el peculiar comportamiento de la abeja melífera. Pero su estudio en profundidad se lo debemos a este hombrecillo de la foto, con aspecto de abuelete entrañable: el biólogo austriaco Karl R. Von Frisch. Y dicho estudio era tan fascinante que le hizo ganar ni más ni menos que el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1973… Así que vamos a ver si nos da pie a desentrañar algunos de sus muchos secretos.


   Imaginemos. Es primera hora de la mañana. Unas cuantas abejas exploradoras (llamadas pecoreadoras) comprueban que el sol ha salido. Su misión es la de encontrar un lugar con comida suficiente para a continuación hacérselo saber al resto de la colmena. Es un momento importante del día, porque las abejas comunes (Apis mellifera) necesitan la posición del sol para orientarse y localizar así un lugar donde libar. Es más, si el día fuese nublado no saldrían, y por tanto la colmena tendría un nivel de actividad casi nulo.

   Nuestra abeja exploradora ha encontrado un campo de malvas que haría que se relamiese hasta la mismísima reina, y cata un poquito. Delicioso. Con la prueba de su hallazgo en el estómago vuelve a la colmena, regurgita una gota de miel para dar a probar el género al resto de la colmena… ¡y empieza el baile! Como si de la reencarnación de Fred Astaire se tratase, comienza a bailar rítmicamente en una locura de baile inconexo…

   ¿Inconexo? ¡Ni mucho menos! Se trata de un complicado sistema de comunicación, en el que intervienen varios factores. Para empezar, hay dos tipos de danza dependiendo de la distancia a la que se encuentren las flores que han sido descubiertas por la pecoreadora. Si el botín se encuentra a media distancia de la colmena (a unos 50 ó 100m), realizará la llamada "danza circular", que consiste en describir con rapidez uno o dos círculos hacia la derecha y otros tantos hacia la izquierda (y así repetidamente). Cuando las flores están a distancias mayores hará la "danza del coleteo", que consiste en describir un semicírculo estrecho, cambiar bruscamente de dirección marchando en línea recta al punto de comienzo y describir otro círculo al lado opuesto (esto se repite durante varios minutos). ¿Y lo del "coleteo"? Pues es que cuando realiza la línea recta, la pecoreadora va moviendo su abdomen hacia uno y otro lado. Alucinante.


 
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   El resto de obreras se arremolinan a su alrededor y comienzan a trotar tras ella, intentando poner en contacto sus antenas con el abdomen de la pecoreadora (recordemos que las antenas son el órgano olfativo de las abejas).

   Vale, dependiendo del tipo de "baile" la pecoreadora comunicará al resto de la colmena si las malvas que ha encontrado están más o menos cerca, pero ahora el "listillo" de la clase preguntaría: "Ya, pero ¿cómo saben en qué dirección han de buscar?". Nos alegramos de que nos hagas esta pregunta, querido listillo. Pues resulta que las abejas utilizan la posición del sol como si se tratase del más preciso GPS para localizar exactamente el lugar donde se encuentra el ansiado tesoro. ¿Cómo? Las abejas tienen dos métodos: en la piquera (tablilla por la que las abejas acceden a la colmena), la pecoreadora danzará señalando de manera directa la orientación a seguir para encontrar las malvas (este método sólo podrá realizarse cuando la danzarina vea directamente el sol). En el interior de la colmena, donde reina la oscuridad y con los panales dispuestos verticalmente, la pecoreadora transporta el ángulo con respecto al sol que ha mantenido para llegar al campo de malvas y lo establece con respecto a la gravedad, para lo que se sirve de las siguientes pautas:

- la danza dirigida hacia arriba --> el cebo está en la dirección del sol,


- la danza hacia abajo --> el cebo se halla en la dirección opuesta al sol,


- si la danza se ejecuta con un determinado ángulo --> el ángulo que forma su desplazamiento con el eje del panal coincide, sin error alguno, con el ángulo que forma la dirección de nuestro campo de malvas con la dirección del sol.



 


   Ahora nuestro querido listillo preguntaría “oye, pero es que el sol se va desplazando en el horizonte!”. Ahí le has dado, chaval, porque lo más increíble de todo esto es que el baile va variando con el tiempo su ángulo en función de cómo varía la trayectoria del sol, incluso aunque no lo vean, dando en todo momento una localización exacta. Sin palabras.

   Qué mejor que ver una simulación con
este ejemplo que nos brinda la Universidad de Carolina del Norte.



   Además, las danzas se realizan en la oscuridad de la colmena, por lo que la pecoreadora no puede ver a sus compañeras ni viceversa. Se guían exclusivamente por sus percepciones táctiles y olfativas. 


   Ya tenemos distancia, orientación,... ¿pero cómo saben las obreras la especie exacta que han de buscar? Pues porque la pecoreadora transporta el aroma específico de las flores (las malvas, en este caso), tanto en la gotita de miel como adherida en su cuerpecillo, con lo que el resto de obreras sabrán perfectamente la especie de flor que han de buscar.


   La abeja exploradora, bailando en el interior del panal, está francamente satisfecha. Varias obreras ya le han copiado el baile y el ejemplo cunde por toda la colmena. Hoy será un gran día de cosecha.

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¿Os habéis quedado con ganas de más?, ¿no conocéis los post anteriores sobre las abejas, su importancia, sus roles, etc?, ¡no os preocupéis porque aquí los tenéis!

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UC Davis Arboretum


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El primer post que escribí en este blog se lo dediqué al arboreto de la escuela de ingenieros de montes de Madrid. Ahora que estoy en la universidad de Davis (California) creo que toca hacer lo propio con su arboreto. En este post no pretendo hacer ningún tipo de comparación entre ambos solo describir lo que tenemos por aquí como ya hice en su día con el arboreto de montes. Lo que está claro es que yo no puedo trabajar en un sitio que no tenga arboreto.





El arboreto de la Unversidad de Davis, creado en 1936, tiene una extensión de 0.40 km2, lo que equivale a 100 acres que es la medida de superficie que se utiliza por aquí. El arboreto discurre a ambos lados del arroyo Putah Creek (ningún comentario sobre el nombre del río, aquí la palabra Putah no la traducen como nosotros). Este arboreto está situado en la parte sur de la ciudad justo debajo del campus de la universidad, así que es un sitio ideal para descansar un poco después de una jornada de trabajo o de estudio. La entrada es totalmente gratuita y se puede visitar durante el día, no es que lo cierren por las noches, es que no hay ningún tipo de iluminación y o hay una luna llena fantástica o no ves ni un pimiento. El tema de la iluminación nocturna de esta ciudad-pueblo deja mucho que desear la verdad pero ese no es el asunto de este post.




El arboreto contiene alrededor de cinco kilómetros y medio de senderos, en unidades americanas 3.5 millas, siendo un sitio ideal para pasear, correr o ir en bici, rodeado de todo tipo de vegetación ya que este arboreto cuenta con más de 4000 especies distintas, que se dice pronto. Aquí en los Estados Unidos todo es a lo grande, un jardín con 5 especies no dice nada, hay que utilizar al menos 500 para que empiece a tener sentido, estoy hablando de una forma irónica claro, pero la mentalidad es un poco así. 


Los métodos tradicionales de jardinería hacen un uso abusivo del agua, además de contaminar los arroyos y ríos debido a los distintos productos químicos que se utilizan como por ejemplo los plaguicidas. A lo lago de los paneles informativos que nos encontramos en el arboreto podemos aprender alternativas más ecológicas, para diseñar nuestros jardines, nos enseñan como abonarlos, sembrarlos, controlar las plagas etc, todo de una forma totalmente sostenible y respetuosa con el medio, reduciendo el consumo de agua, de energía y de productos químicos.

Elegir las plantas adecuadas para nuestro jardín es fundamental. El personal del Arboretum ha identificado 100 especies que las han llamado "Arboretum All-Stars". Nuestra estrellas, no de Hollywod sino de nuestro jardín, son especies fáciles de cultivar y fiables para nuestros jardines californianos. Ademas las “Arboretum All-Stars” se pueden comprar, bien en días específicos publicados en la web del arboreto o en muchas tiendas locales.


Utilizando metodos de jardineria sostenibles con el medio y eligiendo plantas autóctonas ademas estamos ayudando a la polinización natural por medio de los insectos y aves autóctonas.

En el arboreto las plantas están dispuestas en una serie de jardines o colecciones que representan diferentes áreas geográficas, grupos de plantas, periodos históricos, etc. En total hay 17 colecciones o jardines que se explican a continuación:

1.- Arboretum Terrace garden and Lois Crowe Patio. En este jardín se incluyen especies típicas de los jardines mediterráneos del Valle Central de California. Los visitantes pueden aprender un poco sobre jardinería: cómo crear un hermoso jardín, reducir el uso de agua, fertilizantes y pesticidas químicos, y como proporcionar un refugio para las aves y mariposas, entre otras muchas cosas.

2.- Australian Collection. En este jardín podemos ver una coleccione de eucaliptos impresionante acampanados de otras especies australianas muchas de ellas bastante espectaculares.


3.- California Foothill Collection. Esta colección muestra grandes árboles y arbustos autóctonos de las foothills que rodean el Valle Central. Entre  ellos podemos encontrar robles centenarios de mas de 200 años (Quercus lobata). Junto a ellos tenemos unas grosellas autóctonas que florecen a mediados del invierno y por lo que me han dicho tienen un olor fantástico. 


4.- Mary Wattis Brown Garden of California Native Plants. Este jardín incluye una extensa colección de plantas autóctonas para utilizar en los jardines domésticos. Nos podemos encontrar numerosa “Arboretum All-Stars” recomendadas para poner en nuestros jardines. El jardín lleva el nombre de un jardinero y botánico que promovió la necesidad de la educación para ayudar a la conservación del patrimonio natural de California.

5.- Ruth Risdon Storer Garden.  En este jardín encontramos numerosas especies con flores perennes así como pequeños arbustos especialmente bien adaptadas a los Jardines del valle central, entre ellos muchos “Arboretum All-Stars”.  La diferencia con el jardín anterior es que en este nos muestran como podemos diseñar un jardín colorido todo el año. La coleccion de rosas es maravillosa. Los paneles informativos de este jardín se centran en la importancia y los principios de la jardinería sostenible. El jardín tiene el nombre de la Doctora Ruth Storer, primera pediatra del Condado de Yolo.

6.- Carolee Shields White Flower Garden. Este jardín esta inspirado en los jardines medievales de la India y Japón. Es un lugar es muy utilizado para hacerse la típica foto de la boda o de algún evento singular. Muchas de las especies de esta colección huelen genial, y sus pálidas flores son particularmente luminosas a la luz de la luna lo que confiere a este jardín un encanto especial. El jardín tiene el nombre de Carolee Shields, esposa del juez Peter J. Shields, uno de los fundadores de la universidad UC Davis.

Y no solo la mujer de uno de los fundadores posee jardín propio, sino el mismo Juez también tiene ese privilegio.
7.- Peter J. Shields Oak Grove. En este jardín nos encontramos con más de 80 especies de robles (Quercus sp), muchas son autóctonas del oeste de los Estados unidos y muchas otras son especialmente singulares porque no se suelen encontrar fuera de su habitat, ademá esta colección es parte de “the national oak collection” a través de “the North American Plant Collections Consortium”.

8.- La Mediterranean Collection. Como su nombre indica en este jardín tenemos especies nativas de la Cuenca del Mediterráneo. La colección de plantas medicinales y de uso culinario es excepcional, pero me lo reservo para otro post.

9.-  Elliot Weier Redwood Grove. Este es sin duda mi jardín preferido. Esta colección es  una de las mayores colecciones de Sequoia sempervirens  fuera de su área natural. Es increíble la altura de estos arboles, por muchos documentales que hayas visto la realidad lo  supera con creces. El jardín tiene el nombre del Doctor T. Elliot Weier, profesor de botánica en la Universidad de California en Davis, quien ayudó a establecer el Arboretum en 1936 .

10.- Desert Collection. En esta colección podemos aprender como han evolucionado las platas para desarrollar sorprendentes adaptaciones al calor y la sequía de las regiones áridas de las Américas. Esta zona cuenta con cactus y plantas suculentas, así como palmitos, y otros árboles y arbustos. Después del bosque de sequoias me quedo con esta colección.


11.- Conifer Collection: En esta colección se puede observar distintas especies de coníferas como pinos (Pinus sp.), cedros (Cedrus sp.), abetos (Abies sp.), enebros (Juniperus sp) y cipreses (Cipressus sp.) autóctonos de Estados Unidos, México, Canadá, Europa, África del Norte, Japón y China.

12.- East Asian Collection. Este jardín es un lugar muy popular para ir de picnic, con prados abiertos y hermosas vistas del lago de Spafford. Hay un montón de cerezos, cuando estén en flor tiene que ser preciosos. También nos podemos encontrar el famoso ginkgo (Ginkgo biloba), uno de mis arboles preferidos  así como una gran cantidad de especies que en nuestras latitudes solemos utilizan como ornamentales.

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13.- Eric E. Conn Acacia Grove. Esta colección contiene más de 50 especies de acacias de Australia, África y América. El bosque tiene el nombre del Doctor Eric E. Conn, profesor emérito de bioquímica en la Universidad de California en Davis y experto reconocido en acacias.
  



14.- North Coast Collection. Esta colección evoca los bosques fríos y húmedas de la costa norte de  California con especies tanto perennifolia como caducifolias originarias de esta zona.

15.- South American Collection. Esta es una pequeña colecciín (pequena en el sentido Americano de la palabra claro) de especies originarias principalmente de Argentina y Chile.

16.-Warren G. Roberts Redbud Collection. Este jardín representa un bosque de Cercis, que para los que no los conozcan son unos pequeños árboles de tronco múltiple que producen una nubes de flores rosa en primavera que no dejan indiferente a nadie. Se dice que en un Cercis fue donde se ahorco Judas por eso mucha gente le llama el árbol de Judas. El Cercis occidentalis originario de las colinas de California es una especie muy importante para los californianos, quienes cosechan los brotes jóvenes para cestería. El bosque fue nombrado en honor a Warren G. Roberts, superintendente de la UC Davis Arboretum durante más de 35 años.

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17.-Southwest U.S.A. and Mexican Collection. Esta colección incluye árboles, arbustos y herbáceas perennes adaptadas al calor y a la escasez de precipitaciones. Muchas de estas especies florecen en verano, ya que evolucionaron con las lluvias estivales, por lo que en esta época del año esta colección está especial mente bonita.

Como cosas curiosas del arboreto me gustaría destacar las "Arboretum stories". A largo del arboreto nos encontramos una serie de carteles donde se muestras la experiencia de distintas personas cuando visitaron el arboreto o que lo que para ellos significa este lugar. Para que os hagáis una idea de lo que estoy hablando a continuación podemos ver la historia de Melissa Cruz.


Pero lo que sin duda me llamó más la atención fue lo que muestro en la siguiente fotografía.


¿Alguna vez se os había ocurrido hacer un pañito de ganchillo para un árbol? con el objeto de vete tu a saber qué. Pues esta fue una idea de un grupo de estudiantes de la universidad de Davis. Esto es Estados Unidos y concrétamente California donde cualquier cosa es posible.

En la web hay disponible un catalogo con todas las especies que podemos encontrar en el arboreto con una descripción muy detallada de cada una de ellas. La aplicación esta genial, os recomiendo que le echéis un ojo aunque no conozcáis el arboreto, podéis aprender un montón, yo estoy aprendiendo una barbaridad sobre vegetación californiana.

Para mas info aqui

Plantas de cada día; La esparcilla (Spergula arvensis)




    Nos visita hoy una planta exótica de la familia Caryophyllaceae, que oriunda del norte de Europa, hizo su propio viaje expandiéndose hacia el mediterráneo en busca de luz y calor. Y no sólo el mediterráneo, que también se ha expandido por Norte y Sudamérica con gran éxito por su parte. Quizá en parte este éxito venga de la mano del hombre, ya que a pesar de su escaso porte, esta planta tiene cierta palatabilidad y tiene gran aceptación como forrajera del ganado ovino, caprino o caballar. De hecho, su cultivo a principios de agosto en el norte de Europa era bastante común, para cortarla posteriormente en octubre y consumirla tanto en fresco como en seco por el ganado, al existir la creencia popular de que mejoraban ostensiblemente la calidad de la producción lechera. Su bajo rendimiento, junto a la importación de alimentos de ganado y fertilizantes artificiales que dio la ventaja a otros cultivos forrajeros, han hecho que el cultivo del denominado Corn Spurrey haya caído en un total desuso.

   
  
 
La increíble momificación del Hombre de Tollund (vía)
  Pero no solo la consumía el ganado: si hacemos un viaje en el espacio y en el tiempo, y nos situamos allá por el siglo IV a.C., en plena Edad de Hierro prerromana junto a un pantano en Tollund, en la actual Dinamarca, veremos uno de nuestros antepasados lavando con atención las distintas hierbas que acaba de recolectar, y que le servirán de sustento. En su mano y junto a las tranquilas aguas podemos distinguir, entre otras hierbas, la esparcilla y el lino. Pero es hora de irnos, antes de presenciar el trágico desenlace. La vida en estos tiempos no era fácil, y pronto nuestro amigo intentando extraer el carbón necesario para combatir el frío invernal, caerá para siempre en una turbera quedando sus restos allí momificados para la posterioridad. Otros hablan de un posible asesinato, o incluso un ritual de sacrificio al tener una cuerda atada a su cuello… Sea como fuese, no será hasta miles de años después, cuando podamos rememorar este momento… y ver en su estómago las semillas de las distintas plantas comestibles que digirió antes de morir.


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   Reconocer la esparcilla (Spergula arvensis) no es tarea complicada, con sus hojas lineales y carnosas dispuestas en roseta o falsos verticilos a lo largo del fino y rojizo tallo, de hasta 50 cm, todo él como ellas cubierto por pequeños pelos glandulosos y pegajosos. Las flores son blancas, relativamente pequeñas, con pétalos con forma de cuchara y apuntados terminalmente, con estambres amarillentos muy visibles.

   Como su nombre indica, se trata de una plantita típicamente arvense, de bordes de caminos y cultivos de cereal, de barbechos y terrenos alterados, siempre y cuando se trate de suelos pobres, escasos en calcio y algo arenosos. Medicinalmente ha sido utilizada por ser levemente diurética, aunque al contener saponinas puede ser levemente tóxica, sobre todo si se consume en grandes cantidades. Las saponinas son mucho más tóxicas para algunos animales como los peces, y tanto es así que tradicionalmente algunas tribus cazadoras han puesto una gran cantidad de ellas en arroyos, lagos, etc con el fin de aturdir o matar a los peces.


   Curiosamente, la asperilla también se ha utilizado secada y molida para hacer pan, aunque uno de sus mayores beneficios resulta algo sorprendente; y es que la asperilla resulta ser bastante atractiva para los insectos que se encargan de controlar distintas plagas para plantas tales como la col, por lo que resultan ser un aliado excepcional (y natural) para el hortelano. Además, su rápido crecimiento y germinación, junto con su querencia por suelos arenosos y esqueléticos, hacen de ella una estupenda herramienta para combatir la erosión en taludes. ¡Es por ello que sus semillas serían un ingrediente ideal si estás pensando en hacer una bomba de semillas! Eso sí, ten cuidado y sopesa que necesitará de cierta humedad para su crecimiento, que las semillas pueden permanecer latentes sin germinar durante algún tiempo... ¡y que es una planta alóctona! Controla su desarrollo para que no afecte a otras especies del lugar.


El viñedo de Montmartre (París)

1500 metros cuadrados de viñedos
 a los pies de uno de los monumentos más bonitos de París: 
el Sacre Coeur. 


Un barrio lleno de rincones, que escapa de las grande avenidas de la ciudad cubriendo en superficie una discreta colina: Montmarte (Monte del mártir). Refugio de artistas por antonomasia o escenario de películas cono Amelie, en él se respira un aire de otros tiempos, los edificios se achatan transformándose en casitas bajas de estilo normando, las calles se estrechan, se cubren de adoquines, llega la calma...


En un entorno tan especial como este se asoma una zona no menos especial: el viñedo de Montmartre. Situado entre la calle Saint-Vincent y la calle des Saules este viñedo hace las delicias de los vecinos y visitantes.


Éste, al contrario que el que os enseñamos de La Défense, data de bastante más antiguo, ni más ni menos que de 1932, es, de todos los viñedos de la ciudad, el más antiguo.

El mantenimiento del viñedo corre a cargo del ayuntamiento de París que a su vez cede la producción a asociaciones del barrio a cambio de actividades sociales.
Diferentes cepas se pueden encontrar en él, la más numerosa es Gamay, pero también hay Pinot, Riesling y otras más que hacen un total de 3250 cepas. 
Su producción: 500 l de vino o lo que es lo mismo unas 665 botellas ¡no está mal!


Uno de los actos más interesantes que tienen lugar en este viñedo es la fiesta de la vendimia (el segundo fin de semana de octubre). ¡Estamos todos invitados!


Composición de una colmena; la abeja reina y el zángano







   Hace poco vimos cómo era la ocupada vida de una abeja obrera. Sin duda es aquella el motor de la colmena, pero no es en absoluto el único individuo, y es por ello que para conocer por completo la familia, vamos a echar un ojo, si nos dejan, a la vida privada del zángano y de la abeja reina.
 
 
 

 
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   El zángano, pobre bicho. Nacido de un huevo sin fecundar, viven sólo durante la primavera y el verano. Su nombre toma la acepción de vago y aprovechado, y la verdad es que gran parte de su fama es bien merecida. En una sociedad tan avanzada organizativamente, que éste sea el único tipo de abeja masculina, y el único además que no tiene aguijón en su tosco abdomen, da que pensar. Cuando descubres que su número es muy reducido (del orden de cien por colmena), da hasta penita. El pobre zángano tiene alas grandes y ruidosas en el vuelo, y sus ojos son también muy grandes hasta el punto de que están casi unidos el uno con el otro. Tarda la friolera de veinte días en madurar sexualmente, casi lo que tarda una obrera en cerrar su ciclo completo de vida. Y de ahí en adelante, su único propósito será el de encontrar una reina propensa a ser fecundada, para lo cual viajará de colmena en colmena, apostándose en lugares estratégicos vigilante por si se diese la improbable ocasión. Entre tanto y cuanto, ayudará por mero pundonor a las obreras en el tema del reparto de néctar o en el calentamiento de la zona de cría, pero en general sigue un comportamiento que deja bastante que desear, ensuciando todas las celdas, sin colaborar en la defensa, recolección o en la elaboración de miel, alimentándose del alimento elaborado y reservado para las crías… en fin, no es de extrañar que cuando escasea la comida o son muy numerosos, las obreras se revelen y los maten o los expulsen de la colmena para que mueran de hambre y frío. Y no solo las obreras, que el apicultor hace otro tanto con elementos como las “trampas Alley”, que no es sino una rejilla por la que no pueden pasar, por gordos.
 

  
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   En el centro de la colmena encontramos la reina, la única hembra fértil de la comunidad, y que sorprendentemente puede vivir hasta cuatro años. No en vano ser reina tiene sus privilegios, y es que se alimentó únicamente de jalea real a lo largo de todo su ciclo vital, a diferencia de las larvas de abeja obrera que se alimentan de jalea real sólo dos días y medio, o los zánganos que se alimentan de ella tres días. Hasta la celda en la que nació era mucho más grande y confortable que la del resto de abejas, con una bonita forma de dedal. Pero tampoco digamos que su vida fue fácil, ya que poco después de nacer tuvo que matar a otras hermanas reinas para poder llegar al trono. Así quedó como única abeja reina de la colmena, y morfológicamente la diferenciaremos fácilmente por su largo abdomen, necesario para la puesta, y por apariencia más basta, con alas un poco más cortas en relación con el resto del cuerpo.

  
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   A la semana de vida, la reina decide elevarse sobre la colmena en un vuelo vertical suspendido que tiene por objetivo el encontrar el necesario zángano (el más fuerte y decidido de todos ellos) para que la fecunde. El macho morirá poco después de la proeza al perder sus órganos genitales en el encuentro, pero asegurará de esta manera su descendencia (y de paso la no consanguinidad). Tras repetir varias veces el vuelo nupcial con idéntico resultado, es a partir de la segunda semana aproximadamente cuando la reina entrará de nuevo en la colmena y comenzará a dedicarse en cuerpo y alma a la puesta, a razón de hasta 2.000 huevos por día, y así continuará el resto de sus días, hasta que otra reina ocupe su lugar; no volverá a salir de la colmena. Pero no hay que preocuparse, porque nunca se sentirá sola. No en vano desprende unas feromonas que mantienen al resto de abejas unidas junto a ella, y que les muestra a la vez la no necesidad de una nueva reina en la colmena. O al menos así será hasta que la reina vaya envejeciendo, momento en el cual dejará de segregar dicha feromona agrupativa, y será entonces cuando las obreras comenzarán a alimentar a algunas larvas con tan solo jalea real, dando pie así a futuras nuevas reinas.
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¿Os habéis quedado con ganas de más?, ¿no conocéis nuestros post sobre las abejas, su importancia, sus roles, etc?, ¡no os preocupéis porque aquí los tenéis!

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