El longicornio de los cardos (Agapanthia irrorata)

   Solo hay que estar atento para descubrir cosas maravillosas en lugares insospechados. Sin ir más lejos, buscando plantas comunes por un terreno bastante degradado y antropizado para nuestra sección de "plantas de cada día", feliz entre las cañarejas nos encontramos a este coleóptero:

   Se trata del longicornio de los cardos (Agapanthia irrorata), un cerambícido poco común cuya distribución natural se reduce a las zonas más mediterráneas de la península ibérica, sur de Italia, Cerdeña y norte del África occidental. El término irrorata viene del término latino irroro, que significa "gotas de lluvia", o "hacer llover", en referencia a los numerosos puntitos blancos que recorren sus élitros de color azul oscuro, casi negro. Su cuerpo adulto medirá entre 13 y 23 mm, aunque sus antenas medirán más del doble que aquél, dándole un aspecto mucho mayor. Tienen un ciclo de vida anual con una generación por año, pudiéndose ver volar  los adultos (imagos) entre los meses de abril y junio. En invierno, las larvas se irán desarrollando en el interior de las cañas de los cardos, de los que se alimentan.



Diferentes estadíos larvales de Agapanthia irrorata,
en la caña de un cardo (vía)

   Es efectivamente un herbívoro polífago de plantas arvenses, que gusta tanto de cardos (géneros Onopordon y Carduus, principalmente) como de Verbenacas (Salvia verbenaca), u otras plantas de los géneros Daucus, Thapsia o Ferula (véase la Ferula communis sobre la que descansa en la fotografía).


Detalle de los artejos que conforman sus antenas.

   Como ya decíamos se caracteriza por tener puntitos blancos o amarillentos en sus élitros (esas alas duras que protegen las alas verdaderas), aunque como en todos los cerambícidos, lo que más llama la atención son sus enormes antenas, compuestas de once artejos o segmentos, que salvo el primero que es totalmente negro, el resto serán de un color blanco o rosado que se tornará hasta el negro en su parte más distal. Tiene además una sutil línea bancuzca entre los dos ojos que se prolongará brevemente por su cabeza, además de otras dos en los laterales del pronoto, que se alargarán por su abdomen. Está cubierto de pequeños pelillos blanquecinos por todo el cuerpo, siendo más patentes en sus patas.

Detalles de las franjas blancas que recorren su cabeza, y lateral de pronoto y abdomen.

   Toda una belleza, ¿verdad?