Aventuras del día a día: Islas Galápagos I sus paisajes

¡Hola!

Tenemos el verano a la vuelta de la esquina y cada vez más el cuerpo nos pide vacaciones.
Por esto he pensado en ir descubriéndoos algunos de los espacios naturales que he podido conocer hasta ahora. Sus plantas, sus animales, sus paisajes... un pequeño viaje narrado a través los ojos de mi cámara.

 Hace unos 3 años y medio, el destino me jugó una buena pasada enviándome 3 meses a las Islas Galápagos. En mi rutina diaria pasaba de la costa a la montaña, de la aridez al bosque húmedo, de la civilización bulliciosa a la soledad tranquila de su naturaleza. Un solo día me daba para vivir un montón de sensaciones plagadas de contrastes.

¡Bienvenidos a las Islas Galápagos!


Las Islas Galápagos conforman un archipiélago localizado en el Océano Pacífico a casi 1000 km de las costas ecuatorianas. Se trata del segundo archipiélago de islas volcánicas más activo del mundo tras Hawai.

Uno de los elementos que más caracterizan los cambios en sus paisajes sobretodo de las islas más montañosas, sin contar la actividad volcánica, son los vientos Alísios.
En las caras sur de algunas de las islas del archipiélago se produce el mismo fenómeno que en las Islas Canarias. Estos vientos que llegan a la costa cargados de humedad ascienden por las laderas de las montañas condensándose en forma de nubes. 


En Canarias estos vientos nos dan como resultado unos bosques de laurisilva que parecen estar sacados de un cuento, en las Islas Galápagos  los protagonistas de la fábula son sin embargo las masas de scalesias (árboles) o miconias (arbustos grandes) que se hacen acompañar por helechos,  orquídeas, bromelias, musgos y líquenes.

Bosque de scalesias sobre las laderas de un volcán
Las miconias dan un color rojizo a las laderas de las zonas con presencia constante de garúa (las nieblas galapagueñas)

Estos paisajes de laderas verdes donde el agua campa a sus anchas, contrastan fuertemente con las zonas alejadas de la influencia de los Alísios. Aquí la vegetación la marcan los cactus como las chumberas arbóreas y los palo santos.

No debemos olvidar que el origen de estas islas es volcánico... Suelos jóvenes, predominantemente oscuros con tonos rojizos y de aristas afiladas como cuchillas nos introducen en un mundo casi marciano: el de las laderas y calderas de los volcanes más jóvenes.

Fijaos bien, toda la imagen es una caldera de ¡10km de diámetro!, está localizada en la isla de Isabela.
 

Para finalizar quiero terminar de nuevo en el agua,  dándonos un buen chapuzón en uno de sus caños, recorriendo algunas de sus playas, sus manglares...
 

Tras haber paseado por algunos de los paisajes más característicos de las islas seguro que os encantará conocer otros muchos de los tesoros que nos esconden: sus animales, su vegetación en modo macro, la relación de las islas con el ser humano...

No os perdáis los próximos post que ¡la aventura galapagueña continúa!

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Galápagos II: Vegetación en modo macro ir
Galápagos III: las aves ir

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