Plantas de cada día; la zamarrilla (Teucrium capitatum)


   En una fría mañana, un fuerte brazo está a punto de desafiar el destino del mundo conocido. Teucro, ausente de la feroz batalla que se desarrolla a su alrededor, tensa desde su navío firmemente el arco dorado y Héctor, responsable de la defensa de la ciudad Troyana, está en el punto de mira. Por mucho que los oráculos anunciaran que mientras Héctor viviera en Troya ésta no caería, de todos es sabido que también su arco jamás ha errado un objetivo, y a esa idea se aferra apuntando cuidadosamente. De pronto Teucro se sorprende de cómo el tiempo parece haberse detenido en un instante. A su alrededor los gritos y el sonido del metal han cesado, y tan solo una creciente luz suspendida lo ilumina todo. Es la luz del propio Zeus, que al tocarla rompe la cuerda en el justo momento en que la flecha sale disparada.

Teucro, el mítico héroe troyano, figura fundamental en el asedio a Troya (vías 1 y 2)

   Etimológicamente hablando, el género Teucrium tiene un halo de leyenda que lo envuelve. Parece ser que el nombre podría derivar de nuestro ya conocido y legendario guerrero Teucro, arquero troyano que según algunos portaba el mismísimo arco de Apolo. Y aunque debido a la intervención divina no pudo matar a Héctor, su historia es tan maravillosa como extensa. Como curiosidad diremos que sus numerosos viajes, llenos de aventuras y mitos, le llevaron a fundar desde la ciudad de Salamina (en Chipre), hasta la colonia Helenos, actual ciudad española de Pontevedra. Se dice también que pudo ser uno de los guerreros que incurrieran finalmente dentro del caballo de madera en la famosa guerra final de Troya... guerra durante la que por cierto el guerrero Aquiles curó a numerosos soldados y al propio rey de Micenas Télefo, utilizando las propiedades antihemorrágicas de la mielenrama... ¿Os acordáis? ¡el mismo nombre del género Achillea tiene origen en el mismo Aquiles!
La mielenrama dorada, o Achillea filipendulina

   Pero volvamos al género Teucrium, en la familia Lamiaceae. Es éste un extenso género de plantas perennes que si algo tienen en común es la ausencia del labelo superior en sus flores bilabiadas. Por lo demás, hay gran diversidad de endemismos y querencias, pudiendo verle representado desde los lugares más soleados y secos a pleno sol, como formando parte del sotobosque o hasta usado profusamente en jardinería, como es el caso del Teucrium fruticans.

Las hojas de la zamarrilla, siempre pilosas y lobuladas.

   No tiene esa suerte tan generalizada la planta que nos ocupa hoy, aunque no será porque no la merezca. El Teucrium capitatum (Zamarrilla o tomillo blanco) es un maravilloso endemismo ibérico, algo aromático y con características típicamente mediterráneas. Esta herbácea puede encontrándose en casi cualquier tipo de suelo desde el nivel del mar y hasta los 1800 metros, formando parte del sotobosque de pinares secos y sus alrededores, así como en campos de cultivo abandonados, páramos y matorrales degradados.

De escaso porte, podremos encontrarla en pinares secos, eriales y entre matorrales degradados.

   La Zamarrilla es una pequeña labiada que sin embargo no suele alcanzar un gran porte, desarrollándose normalmente entre los 10 y 45 cm con tallos erectos y pilosos, siendo su característica más patente la de estar completamente cubierta por una vellosidad blanquecina (adaptación para retener la humedad en un ambiente caluroso y seco) a través de la cual podremos distinguir sus oblongas y opuestas hojas de margen algo revoluto y profusamente lobulado.

   Sin embargo el alto grado de polimorfismo e hibridación de la especie hace que su identificación a menudo sea algo complicado.

De la familia de las labiadas, la zamarrilla es también una planta aromática.

   Las inflorescencias, de un color blanquecino rosado o violáceo, aparecerán entre los meses de abril y julio agrupadas en glomérulos o capítulos terminales. No en vano el epíteto latino "capitatum" significa "con una cabeza". La polinización será fundamentalmente entomófila, ayudándose de los insectos para su propagación también en la dispersión de sus propágulos por medio de las hormigas (mirmecocoria), algo típico de este género.

Su bella y discreta floración tendrá lugar en la temprana primavera

   El fruto consta de cuatro pequeñas nueces marrones, cada una de las cuales contiene una única semilla. Puntualmente se ha utilizado en fitoterapia (sus hojas desprenden un olor aromático al aplastarse con los dedos) y como planta ornamental, ya que su color blanquecino destaca con el resto de verdes.

   Aunque es una planta medicinal que ha sido utilizada para tratar multitud de dolencias (en baños de vapor para los resfriados y catarros, contra la diabetes, en caso de convulsiones, inflamaciones, picaduras de insectos, infecciones bacterianas...) es la típica planta que nos advierte de la peligrosidad de la automedicación; es un hecho probado que los extractos de esta planta pueden causar importantes daños en el hídado, necrosis internas, e incluso hepatitis.

Semillas y flores de zamarrilla (vía)

2 comentarios:

  1. Que chula esta plantita, no la conocía.

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    1. Super esponjosa ella, ya verás como el día menos pensado te la encuentras y te alegra el día ;)

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