Ya ha llegado la primavera, el campo se llena de flores; aromas y brillantes colores se expanden por doquier... pero... ¿hay algo más que flores ahí fuera? ¡Claro que sí! Hay que recuperar el espíritu con el que empezó todo, mirarnos los pies y dar la importancia que se merece a lo pequeño, a lo que nos rodea inadvertido. Por eso os invito hoy a dar un breve paseo por los pequeños cambios que están ocurriendo por mi "jardín". Porque este es el momento perfecto para fijarse cómo las pequeñas hojas de nuestros arbolitos y plantas más anónimas empiezan a brotar, dándonos una lección de belleza sencilla y sin igual.
Mira, un pequeño alcornoque que apenas acaba de nacer... sus delicados brotes para nada hacen presagiar las coriáceas hojas a las que pronto dará lugar...
¡Un granado! Los colores rojizos de sus hojas contrastan con el verde claro de los brotes algo más avanzados. No solo el color; su nerviación terminal rodeando el borde de las hojas es algo muy característico.
Y un brezo, que nos ofrece un claro contraste entre sus hojas más tiernas y las ramitas de otros años anteriores.
Pero para contraste el que nos ofrece este tejo. ¿Verdad que su mezcla de colores no tiene parangón? A mí estas hojas son de las que más me gustan.
La fina hoja de un laurel, una magnífica réplica en miniatura con su borde ya revirado, da sombra a los tiernos brotes de la rastrera gayuba. ¿Os habéis fijado alguna vez en el bonito dibujo de una hoja de gayuba a contraluz?
Aunque para esponjosa, la tierna hoja de una
lunaria. ¡Imposible no tocarla! Algo parecido le pasa al
incienso, con sus hojas blanqui-verdes.
Ahí llega la vid. Sus primeras hojas arrugadas apenas acaban de ver la luz, y ya se esfuerzan por encontrar el bendito sol que les dará la vida.
Y como después de todo esto es una terraza, os dejo finalmente con un árbol de jade y unas clavelinas que aunque están llenas de flores, también nos ofrecen unas preciosas hojas imbricadas. Mezclando rojos con verdes, formas redondeadas con alargadas, finas con carnosillas, espero que os haya gustado el paseo. ¡Bienvenida, primavera!