¿Será un pájaro, será un avión?


   ¿Qué os parece si hoy intentamos identificar vencejos, aviones y golondrinas? Son unos animales increíbles, insectívoros de vuelos vertiginosos que no suelen faltar cerca de nuestros hogares en los meses de primavera y verano, y sin embargo tendemos a mezclar nombres y terminamos por no saber quien es quien. Vamos a intentar que la próxima vez que veamos uno sepamos, sin mucho margen de error, de quién estamos hablando. Al menos de los más comunes, que luego ya caerán posteriores posts para irlos conociendo más detenidamente a cada uno...


Aviones comunes recogiendo barro para la construcción del nido (vía)


   Así de buenas a primeras, podemos diferenciar tres grupos; Vencejos, golondrinas, y aviones.







   Los vencejos (familia Apodidae) son unos animales increíbles. Vuelan a grandes alturas (hasta más de un km!) y prácticamente viven en el
aire, tanto es así que pueden hasta dormir o reproducirse suspendidos en el aire mientras vuelan para no tener que posarse. Cuando se ven obligados a ello, mayormente por temas de anidación, eligen huecos en cornisas o atalayas desde las que puedan lanzarse al vacío y remontar el vuelo sin problemas, ya que sus cortas patitas no les sirven para andar, sino sólo para agarrarse a las superficies. Suelen volver a nuestras latitudes tras invernar en el Sur de África, para aquí anidar en los huecos de los edificios viejos aprovechando las grietas de las paredes.


Ruidoso grupo familiar de vencejos comunes (vía)

   La identificación del vencejo común (Apus apus) es sencilla. Tiene una silueta gris oscura (tan solo su garganta es algo más pálida, pero es algo difícilmente observable en
vuelo), con las alas muy estrechas y largas (en forma de guadaña) y una cola corta levemente ahorquillada. Suelen formar grupos familiares chillones, vuelan a altísima velocidad, y su tamaño relativamente grande si lo comparamos con aviones o golondrinas.


Vencejo común (vía).



   El vencejo pálido (Apus pallidus) es muy similar al vencejo común, pero con tonos algo más marrones y la mancha de su garganta algo más patente. Son fácilmente confundibles, siendo la distribución de éste último limitada a zonas costeras del sur, este y oeste peninsular.

Vencejo pálido (vía). Silueta similar al vencejo común, solo que algo más parduzco y garganta blanquecina más patente



   El vencejo real (Apus melba) es grande, muy grande incluso para ser vencejo, con grandes manchas blancas tanto en la garganta como en vientre. Su vuelo es más pausado, y suele anidar en riscos lejos de las grandes ciudades.


Vencejo real (vía). De tamaño grande, batir de alas lento, y vientre y garganta blancos.




   Las golondrinas, al igual que los aviones (familia Hirundinidae) son unos paseriformes visiblemente más pequeños que los vencejos, aunque  sus costumbres de vida son similares a aquellos. Tienen una cola larga y muy ahorquillada que las hace inconfundibles.


 
Pollos volanderos de golondrina común (Hirundo rustica)



    El nido de la golondrina común (Hirundo rustica), hecho con barro y pajas que va recolectando con su pico, tiene forma de cuenco abierto apoyado siempre en muros o riscos, buscando el resguardo frente a inclemencias meteorológicas. Tiene garganta y cara de color rojo (ocre en los juveniles), collar negro característico, vientre totalmente blanco, y manchas blancas (ventanas) en las plumas de su cola.
 
Golondrina común en vuelo, y sus polluelos en el nido (vías 1 y 2)
Obsérvese la cola ahorquillada (moteada en blanco cuando está extendida),
la cara y garganta rojiza de los adultos, y el vientre blanco.

 
   La golondrina dáurica (Hirundo daurica) es algo más esquiva a las poblaciones humanas, construye con barro su nido en precipicios, cuevas o ruinas, constando éste de una cámara
cerrada con un túnel de entrada. Su forma es similar a la golondrina común, pero tiene un obispillo (mancha en la espalda) color rojizo pálido, garganta pálida, además de otra franja rodeando su cara y nuca del mismo color.


 
Golondrina dáurica (Vías 1 y 2). Obsérvese su obispillo, garganta y franja en la cabeza







   En realidad pertenecen a la misma familia que las golondrinas, aunque los distinguiremos fácilmente por su cola no tan larga ni
ahorquillada.


   Como dato identificativo del avión común (Delichon urbica) tenemos su obispillo blanco. Vientre también totalmente blanco, aunque cola (y resto del dorso) completamente negros. Cría en
las cercanías del hombre, en cornisas y muros, aunque también está presente en precipicios y áreas no tan antropizadas. Su nido tiene forma de cuenco aunque normalmente cerrado por la cornisa que lo sostiene.


 
Avión común (vías 1 y 2)
Obsérvese el obispillo y vientre blancos, en contraste con su dorso y cola completamente negros.


Nido de avión común (vía) en una cornisa.


   El avión zapador (Riparia riparia) cría en colonias excavando túneles de más de un metro de profundidad en terraplenes o taludes de cierta altura, siempre cercanos a alguna
laguna o zona húmeda donde cazarán su fuente de alimento. Tamaño pequeño, con dorso grisáceo-parduzco sin obispillo diferenciable, y vientre blanquecino con una franja pectoral característica.



Avión común (vías 1 y 2)
Obsérvese el tono parduzco oscuro de su dorso, mucho más aclarado ventralmente
donde es atravesado por una franja ventral más oscura. Carece de obispillo patente.


Aspecto típico de una colonia de avión zapador (vía)



   El avión roquero (Ptyonoprogne rupestris) es similar al anterior, algo más grisáceo. Cría en ambientes montanos y rupícolas, en precipicios, cuevas, roquedos o ruínas. Su cola extendida tiene leves manchas blancas destacadas.


El avión roquero (vías 1, 2 y 3) es similar al zapador, quizá algo más grisáceo
y sin la franja ventral que atraviesa el pecho de aquél.
Su cola tiene manchas blancas características, aunque son difíciles de diferenciar en vuelo.

Las ovejas, los nuevos cortacésped de la ciudad.

Hace más o menos un año me contaron que EDF (Electricité de France) en uno de sus centros usaba ovejas como cortacésped natural, silencioso y ecológico.

La idea me pareció genial, divertida, educativa y más ecológica que los métodos actuales. Poco después leí que el ayuntamiento de París estaba poniendo en marcha un proyecto (aún en fase de experimentación) en el barrio 19, al norte de la capital gala.
La idea forma parte de un proyecto más amplio en el que se destinará este terreno para su uso como jardines compartidos. De manera que será un punto de aprendizaje sobre las bondades de la naturaleza para aquellos que necesiten desintoxicarse un poco de la ciudad.

2000m2 de una zona no acondicionada perteneciente a los Archivos de la ciudad es devorada por 4 ovejas desde el pasado 3 de abril y hasta el mes de octubre que es cuando terminará esta primera fase de experimentación. 
El pastoreo se realiza en periodos de 15 días separados 1.5meses (el tiempo que no está en el lugar viven en la granja de París donde se les hará controles sanitarios).
Las ovejas elegidas vienen de la isla bretona de Ouessan, siendo su raza resistente y de pequeño tamaño (para un mejor manejo).

Si finalmente los resultados son positivos se piensa continuar la experimentación en el bosque de Vincennes y de Boulogne. La idea final es la de poder ir reintroduciendo poco a poco la naturaleza en la ciudad.
El uso de animales en los parques parisinos para diferentes tareas no es algo nuevo, ya el año pasado pude ver con mis propios ojos cómo en el periodo de otoño jardineros del Parc Floral se servían de aspiradoras de hojas tiradas por caballos.


Algunas de las ventajas de utilizar animales son:
  • Ausencia de ruidos
  • Menor emisión de CO2 (sólo se emitiría el correspondiente al transporte de las ovejas)
  • El suelo se enriquecería por las cagarrutas de los animales.
  • Educativas
  • Ayuda al desarrollo de un sector en proceso de extinción (ganado ovino)
Hay casos donde se usan otros tipos de animales como las cabras, las vacas o incluso un animalillo mucho más divertido los wallabies una especie de canguros originarios de Australia (por estas tierras parisinas se pueden ver en el Jardin des Plantes y hay que decir que su pradera parece el césped de un campo de golf) usados en Inglaterra..

Si la idea os gusta hay que conocer bien las características de cada animal, la cabra por ejemplo va muy bien para terrenos escarpados pero por contra comerá todo aquello que se le ponga en el camino: árboles, flores, arbustos, hierbas... las ovejas son fieles devoradoras de hierba por lo que si la idea es de usarlas para un jardín éstas serán mucho más apropiadas. Es una idea interesante pero que no hay que pensarse a la ligera, no olvidemos que son animales y hay que hacerse cargo de ellos.

A continuación podréis encontrar otros ejemplos de uso de animales como cortacésped.

Aunque parezca algo novedoso nos encontramos con algún ejemplo documentado que tuvo lugar hace ya algunos años1917, como es el caso de este rebaño de ovejas que pastaban alegremente en los alrededores de la Casa Blanca. Su uso se estableció tras comenzar la 1ª guerra mundial para ahorrar la mano de obra necesaria para mantener el césped cuidado.

Cabras en el castillo de Guillermo el conquistador (Caen-Francia)
Ovejas en Eybens en Isère

Wallabies en un jardín australiano

El barrio de la Salgueira (Vigo)
Donde las ovejas se usan de cortacésped

 Un rebaño de cabras, ovejas, llamas y burros pastan los martes en el aeropuerto internacional O'Hare (Chicago).

Ovejas que limpian el suelo de la central solar de EDF de Caudos
Les moutons nettoient le sol sous les panneaux photovoltaïques. 

(Pincha en las imágenes para ir a la fuente)

Algunos links interesantes
  • Interesante blog de una ONG dedicada a la promoción de animales para su uso como cortacésped en las ciudades y pueblos aquí
  • Artículo interesante aquí
  • Artículo científico: Recomendación de pastoreo de cabra en entornos urbanos: Estudio piloto del marco legal  en 9 ciudades estadounidenses aquí




Excursión: Point Reyes, California



Seguimos por la costa californiana pero esta vez nos vamos a Point Reyes un poco mas al norte de Big Sur. A tan solo una hora de San Francisco nos encontramos con este paraíso natural protegido tanto para preservar su riqueza natural como su patrimonio histórico-cultural.


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Point Reyes tiene una superficie de 259 km² y cuenta con  acantilados de infarto, extensas playas,  pantanos de agua salada y de agua dulce, grandes llanuras junto a bosques de frondosas, matorrales costeros, y bosques de coníferas. La riqueza florística y faunística hacen de este sitio un lugar privilegiado para los amantes de la naturaleza. Pero si te gusta la historia Point Reyes tiene también mucho que ofrecer ya que por aquí han pasado numerosas culturas durante miles de años. Todo esto hace que alrededor de 2.5 millones de visitantes al año pasen por estos parajes. Si estás por la zona de San Francisco no dudes en acercarte a Point Reyes, no te defraudará.



La influencia del Océano Pacífico suaviza bastante el clima de esta zona. Los veranos suelen ser secos y más o menos cálidos mientras que los inviernos son lluviosos y algo fríos. Aunque durante el verano suele llover muy poco, con frecuencia hay niebla bastante densa especialmente a primeras horas de la mañana que va desapareciendo hacía el mediodía. Estas nieblas ofrecen un aporte de agua muy importante para la vegetación durante los meses estivales. El otoño es más movidito con tormentas ocasionales hasta llegar al invierno cuando tienen lugar las lluvias más fuertes. La primavera está caracterizada por los vientos pero en cuanto a temperaturas los días son bastante agradables.

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La historia humana en Point Reyes se remonta unos 5000 años. Los indios de la costa Miwok fueron los primeros habitantes de lo que hoy llamamos Marin y los condados de Sonoma sur. A finales del 1500 llegaron los primeros exploradores europeos. En 1850, los ganaderos lecheros empezaron a poblar la zona atraídos por las condiciones casi ideales para la cría de ganado. En la década de 1800, debido al aumento del comercio marítimo en el área de la Bahía de San Francisco, se construyó el faro de Point Reyes. En el 1900, Guglielmo Marconi sitúa en este enclave una estación de telegrafía sin hilos.





Después de más de 40 años de luchas en 1958 los indios de la costa Miwok consiguieron que su tribu fuera reconocida por el gobierno federal. En la actualidad hay cerca de 500 miembros inscritos en la tribu.

Pero ¿Qué podemos hacer en este paraje inigualable? Point Reyes cuenta con 240 km de senderos, tres centros para visitantes,varias estructuras históricas, numerosas playas y mucho más. Podemos pasar por el centro de visitantes del Valle Bear donde nos informarán de la amplia gama de actividades que podemos realizar en este parque, como paseos en kayak o en bici de montaña, observación de la vida silvestre... Por ejemplo de enero a abril podemos disfrutar de la migración de la ballena gris desde las múltiples colinas de Point Reyes. Si te gustan las aves, este es un sitio de obligada visita,especialmente durante las migraciones de otoño y primavera, ya que aquí se han identificado casi la mitad de las especies que se encuentran en América del Norte. Si prefieres ver elefantes marinos nos podemos dirigir al Punto panorámico Elephant Seal Overlook cerca de Chimney Rock.

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Recomiendo solicitar el programa de actividades gratuitas organizadas. Los rangers suelen organizar charlas donde nos informan sobre la riqueza natural e histórica del parque. Nadie conoce mejor la zona que ellos y suelen ser muy agradables y explican todo una forma muy cercana y amena. Si tenéis la oportunidad no dudéis en hacer aguna ruta guiada con ellos, es toda una experiencia.

Si no disponemos de mucho tiempo y solamente vamos a pasar un día en Point Reyes recomiendo lo siguiente:

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Visitar el Centro para visitantes del Valle Bea donde hay varias exposiciones relacionadas con la naturaleza y la historia de Point Reyes además de poseer un  sismógrafo y una estación meteorológica.





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Desde este centro sale una ruta muy cortita hasta una réplica de la aldea Kule Lokl de los indios de la costa Miwok donde podremos conocer un poco la cultura e historia de esta tribu indígena.






Para conocer los maravillosos bosques de Point Reyes recomiendo el sendero Woodpecker de solo un kilómetro. Si lo nuestro es más la geología recomiendo el sendero Earthquake donde se nos muestra  la historia geológica de este enclave singular.

Tampoco nos podemos perder la visita al Faro de Point Reyes. Se puede ver desde una plataforma o acercarnos a el, aunque para ello deberemos descender 308 escalones lo que equivale, ni más ni menos, que a 30 pisos, así que tomároslo con calma y ¡ojo! los marte y los miércoles permanece cerrado por si planeáis vuestra visita alguno de esos días. El resto de la semana está abierto de 10:00 a.m. a 4:30 p.m

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Si disponemos de más tiempo la oferta de actividades es interminable. Visitar la página oficial del parque para organizar vuestra salida y no dejéis de pasar por los centros de visitantes para pedir información. Si queremos hacer noche en Point Reyes existen cuatro áreas donde se puede acampar pero es necesario pedir un permiso.

Disponiendo de más tiempo recomiendo acercarnos a  la Hacienda Pierce Point y la Reserva del Ciervo de California a unos 40 minutos en coche desde el centro para visitantes del Valle Bear, donde conoceremos la  historia de la actividad lechera del parque y veremos ciervos pastando libremente. También podemos conocer alguna de las maravillosas playas de este enclave como Limantour, Drakes, Heart's Desire y las playas Norte y Sur.

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Tampoco deberíamos perdernos el centro para visitantes Ken Patrick, que cuenta con numerosas exposiciones a partir de las cuales nos presentan la exploración marítima del siglo XVI y muchos fósiles marinos. No olvidéis mirar al techo cuando entréis, hay un esqueleto completo de un rorcual aliblanco (ballena enana) impresionante.









Si lo que quieres hacer es senderimos, hay rutas de todos los gustos y colores.

El parque está abierto desde el amanecer hasta la media noche, durante todo el año, pero los centros de visitantes tienen un horario más reducido. Consulta la página web del parque para más información.

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Y para terminar una advertencia. Por esta zona abunda el Roble venenoso del Pacífico (Toxicodendron diversilobum). Mucho cuidado con él ya que puede provocar importantes irritaciones cutáneas. Intentad no saliros de los senderos y mirad de vez en cuando por donde vais andando. La planta es muy venenosa, si crees que tu ropa ha podido estar en contacto con esta especie tienes que lavarla porque si la tocas el efecto es el mismo que si tocaras a la propia planta. Con agua fría  y detergente contra la grasa para lavar platos se puede lavar a fondo la zona que haya estado en contacto con la planta y remitir un poco los síntomas aunque lo mejor es evitar el contacto con ella. 









El canto del grillo


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    Ya llegó el otoño, y con él decimos adiós al verano, a los bañitos en las pozas, a las vacaciones, a los días de luz y sol radiante, al canto de los grillos...

   ¿Al canto de los grillos? No, a eso no, porque hoy vienen de visita estos queridos habitantes que adornan de una forma sonora nuestros atardeceres, además de para amenizar las horas de vigilia nocturna.Hay sin exagerar aproximadamente 900 especies de grillo, por lo que nos centraremos en el grillo común o campestre (Acheta domesticus), otro habitante más del borde del camino. Se trata este de un insecto negro o parduzco que vive bajo las piedras, hojarasca o cortezas de los parques o en el campo, tanto a pleno sol como más comunmente en las horas nocturnas. En China y Centroamérica, además de formar parte de su dieta, es considerado augurio de buena suerte. Quizá sea por eso o quizá símplemente por su canto, lo cierto es que tampoco es raro encontrarlo como mascota para los niños en los hogares de medio mundo.

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   Es omnívoro, alimentándose normalmente de pequeñas plantas, restos orgánicos y eventualmente de otros insectos que encuentre de aquí para allá, acelerando de paso la desintegración e incorporación al sustrato de todos éstos, además de ser ellos mismos presa de innumerables predadores tales como avispas, arañas, otros coleópteros, pájaros, reptiles o micromamíferos. Y no sólo de los que viven libres por el campo, sino que además resulta ser el alimento vivo preferido para todo tipo de mascotas insectívoras en nuestros hogares. El pobre bicho es relativamente fácil de capturar, quién no ha cogido uno con las manos o con la ayuda de un bote, aunque cuando se presenta en grandes cantidades (no es común, ya que suele ser un insecto solitario) puede ser dañino para los cultivos. Corre rápidamente para escabullirse y ocultarse entre la hojarasca en la que vive, aunque sin olvidar su buena capacidad para el salto en caso de emergencia; no en vano es pariente de los saltamontes.

  

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   Tanto las hembras como los machos tienen largas antenas en su cabeza, y cercos en su abdomen a forma de dos colitas terminales, aunque la hembra posee un patente ovopositor ventral que la diferenciará sin problemas. Aunque no vuelan, ambos tienen dos pares de alas cubriendo por completo su dorso, y sólo los machos las frotarán la rasqueta de unas contra el dibujo superficial de las otras con un ángulo de 45º para "cantar" en las calurosas noches con una doble finalidad; la de atraer a las hembras y así reproducirse, además de para también repeler a otros posibles competidores de su misma especie que osen acercarse a su territorio.
 

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      Resulta asombroso (a veces asusta) cómo puede explicarse casi todo de una manera matemática. Resulta que el "cric-cric" de los grillos, aunque variable según la especie, oscila en su frecuencia dependiendo de la temperatura del medio en la que éste se encuentre. Así, y como su metabolismo es sensible a los cambios de temperatura al no poder autoregular su temperatura corporal, su modo de vida se "acelera" o "decelera" en función de la temperatura exterior. Y tanto es así que ya en 1889 hubo un físico y químico Sueco (Svante August Arrhenius) que así lo hizo notar.

Svante August Arrhenius,
un ejemplo de superación (vía)

   Una historia de superación, la vida de este científico. Ya debido a un accidente de su niñez tuvo problemas para caminar, lo que le llevó a ser objeto de burlas por parte de sus compañeros y conciudadanos. Con un afán de superación innato, llegó a desarrollar la teoría de la existencia de los iones predicha por Faraday, y a pesar de los numerosos ataques por parte de otros científicos detractores de la época (que le llevaron a aprobar raspadamente su tesis en la Universidad de Uppsala al creer que era una teoría errónea), poco después se demostró la realidad de las propiedades conductoras de las disoluciones electrolíticas, lo que le llevó a obtener el premio Nobel de Quimica en 1903 en reconocimiento a dicho trabajo.

  






  
Amos Dolbear, un científico
con cara de grillo (vía)
    Volviendo al mundo habitado de nuestros vecinos los grillos, lo que vino a demostrar Arrhenius fue que, a mayor temperatura, mayor velocidad de reacción; y que igualmente a menor temperatura, menor velocidad. Basándose en este principio, fue el físico e inventor estadounidense Amos Emerson Dolbear quien, en 1897 y tras inventar cosas tan curiosas como un "telégrafo parlante" (orígenes del actual auricular telefónico, once años antes de que Alexander Graham Bell patentara su modelo, y posteriormente siempre en lucha con los Marconi) o un opeidoscopio que podía visualizar la vibración de las ondas, publicó en el artículo "the cricket as a Thermometer" las que posteriormente se conocieron como las "leyes de Dolbear", que en resumidas cuentas vienen a determinar cómo conocer la temperatura exterior en función de la frecuencia del canto de los grillos con la exactitud que tendría cualquier termómetro de mercurio.
   
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   Así, para el grillo común, la temperatura final del aire en grados centígrados es igual al número de cantos por minuto dividido entre cinco, restándole nueve grados a la cantidad resultante. Parece una tontería, pero para facilitar las cosas y no perder la cuenta del número de cantos en un minuto, es recomendable contar los cantos que se escuchan en diez segundos, y multiplicarlo por seis antes de aplicar la fórmula.
   Para ello además hay que considerar que los grillos sólo cantarán cuando la temperatura sea superior a 15ºC, por lo que si en una fría noche logras oír un grillo, ya sabes que en realidad habrá más de 15 grados en el exterior. También hay que tener en cuenta que la frecuencia de canto disminuye a partir de los 36ºC, para desaparecer por completo a los 40ºC, en los que el pobre grillo ya no tiene ganas ni de cantar (mejor que cante otro).
  


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    Otro dato curioso es que, a todos nos ha pasado al oir a un grillo, nos es bastante complicado saber con precisión de dónde viene ese sonido. Y esto es debido a que su longitud de onda es similar a la distancia entre nuestros oídos, lo que nos impide localizarlo con exactitud. Este es un principio que se ha venido estudiando para sonidos tales como el producido por una sirena de la policía, que intentaría alertar de su existencia al ciudadano, pero sin especificar exactamente su localización.

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