La cigüeña blanca (Ciconia ciconia)






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   La cigüeña blanca (Ciconia ciconia), es bien conocida por todos al haber estado tradicionalmente vinculada al hombre, anidando en postes de teléfono, tejados y campanarios. Ha encontrado en estas estructuras artificiales un lugar idóneo para la cría, aunque no hay que olvidar que originalmente crió, y aún hoy sigue criando, en las copas de los árboles. Y no creáis que este vínculo ha sido algo reciente, que se tienen datos de nidos en monumentos y fortalezas desde la antigua Roma hasta en mezquitas y minaretes durante la Edad Media. Con desigual suerte con el paso de los siglos desde entonces, ya que en algunas zonas donde tradicionalmente han sido perseguidas y cazadas (Italia y parte de Grecia, por ejemplo) se han dado actualmente por extinguidas. Es triste, ya que curiosamente era un animal sagrado muy apreciado en la antigua Roma, siendo el símbolo por excelencia del amor filial, al igual que en la Antigua Grecia, donde matar una cigüeña se consideraba un crimen y era severamente castigado. 


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   Y es que en general ha sido este un animal muy querido. Ya los pueblos árabes las recibían con grandes festejos al volver de su migración, ya que anunciaban el final del invierno. Qué decir de la creencia popular de que es una cigüeña la que trae a los bebés a las casas. Este mito tiene sus raíces en la cultura centro europea y escandinava, en la que la cigüeña, además de anunciar la llegada de la primavera, era un ejemplo para todos por diversos hechos: la gran dedicación con la que cuidan a sus pollos, porque se emparejan para toda la vida, porque siempre vuelven a sus nidos tras los largos viajes... además, antiguamente se creía que las almas de los no nacidos se ocultaban en las aguas de los pantanos... justo donde las cigüeñas parecen andar siempre buscando algo. Sea como fuere, dicha tradición fue utilizada por Hans Christian Andersen para el cuento “Las cigüeñas”, lo que ayudó enormemente a su difusión.
Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)
   Se trata esta de una zancuda que se alimenta de insectos, micromamíferos, peces y anfibios, que caza con su largo y rojo-anaranjado pico (negro en los pollos) en las orillas de charcas, prados, y campos de cereal. Anda sigilosa, despacio pasito a pasito, hasta que determina su presa y la caza con un eficaz movimiento de cuello lanzando su pico a modo de arpón. O al menos esta era su forma de alimentación hace algunas décadas, ya que en la actualidad ha aprendido a obtener comida fácilmente de los basureros y vertederos.
Cigüeña blanca bebiendo en la rivera del Manzanares

   Tiene una envergadura considerable, que pasa sin problemas los dos metros de ala a ala. Los machos son un poco más grandes y pesados, aunque es difícil diferenciarlos a simple vista. Son bastante longevas (¡se han datado cigüeñas hasta de 33 años!). Ponen de tres a cinco huevos blancos, a razón de un huevo cada dos días, y de unos 7 centímetros de largo. La incubación corre a cargo de ambos congéneres, y tras un periodo de unos 33 días entre los meses de febrero y mayo, nacerán los pequeños pollitos que bien alimentados permanecerán en el nido hasta julio aproximadamente.

Cigoñinos volanderos

Principales vías de migración (Vía)

   Es un animal migrador, y no migran porque no les guste el frío del invierno como muchos piensan, sino por la falta de alimento en los últimos meses del verano, cuando escasea el agua en las charcas y es más difícil encontrar presas en los campos. Es por ello que vuelan a África en los meses de julio o agosto, alimentándose de los numerosos insectos que encontraban en su viaje (antiguamente, antes de que apareciesen los insecticidas de aplicación masiva, las plagas de langosta era un hecho habitual) hasta llegar a la zona del África subtropical. Dado que su periodo reproductivo es muy largo, iniciarán pronto el regreso a las zonas de cría europeas, por Navidad. Tardarán unos 14 días, con una media de 200 o 300 km recorridos al día. Un largo viaje del que muchas no volverán, al tener que pasar volando el desierto del Sáhara. 

   Es por todo ello que el dicho de "por San Blas la cigüeña verás" pudo ser cierto allá por los años 50, pero actualmente ha perdido su sentido de la realidad por el hecho de que la llegada de las cigüeñas se ha ido adelantando con el paso de los años. Además, poco a poco el número de cigüeñas que no migran va aumentando (actualmente se cifran los residentes en un 20% del total), aunque las actuales directivas que tienden al cierre de vertederos y basureros a cielo abierto puede provocar graves daños a dicha población.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

   Y es que vivir cerca de los humanos tiene sus cosas buenas, como el hecho de anidar en lugares inaccesibles y mantenerse además alejadas de posibles predadores que nunca se acercarían a lugares tan "habitados", pero también tiene sus cosas malas. No hay que olvidar que las principales causas de mortalidad no natural en las cigüeñas son la electrocución y choque con tendidos eléctricos, así como la ingestión de gomas elásticas que confunden con lombrices y que nunca digerirán. Tienen que enfrentarse además a otros problemas, tales como el cierre de vertederos sin la puesta en marcha de una solución alternativa, el rechazo de los propietarios de edificios con nidos ante la pasividad de los ayuntamientos, o las molestias ocasionadas en el periodo de incubación, con fatales consecuencias. 

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)


   Nos toca cuidar un poco también de nuestros vecinos. Es una suerte contar con ellos, y no nos damos cuenta de lo maravilloso de tenerlos cerca porque los vemos todos los días, así que abramos los ojos. Empezar a conocerlas, es un buen comienzo.

   Si te encuentras una cigüeña o cualquier otro animal silvestre herido, ponte en contacto con la policía local (092) o con GREFA (916387550). Y si quieres saber más del mundo de las cigüeñas, o quieres colaborar activamente en él, puedes contactar entre otros con el Colectivo Ciconia (918788185).



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   Para terminar, y ya que estamos en época vacacional, os vamos a sugerir un plano turístico del centro de la ciudad de Alcalá de Henares (Madrid). Pero no es un plano cualquiera, no, que esta ciudad es famosa por el gran número de cigüeñas que alberga, lo que ha llevado a Juan Prieto Martín, en su libro "Las Cigüeñas de Alcalá" (altamente recomendable sea dicho de paso), a publicar un plano con los edificios monumentales con presencia de nidos de cigüeña, en una ruta que nos llevará por el encanto de la arquitectura, la belleza de las aves, y la gastronomía tan peculiar de la ciudad de Alcalá de Henares. ¡No lo dejes pasar!





Comederos para pájaros II; Un comedero hecho con madera de pallets










   Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma. Algo así debió pensar el primero al que se le ocurrió hacer un comedero de pájaros para observar tranquilamente desde su hogar a los pequeños paseriformes. Pero en plantarteentuoasis somos muy listos y ya sabemos que esto de los comederos va más allá de una bella estampa para conocer a nuestros graciosos vecinos, y es que supone un aporte que puede resultar esencial para la supervivencia de muchos individuos en invierno.

   Ya en nuestro post  anterior de comederos para pájaros, así como en el de cajas nido, vimos multitud de estructuras caseras que podríamos hacer nosotros mismos con poco esfuerzo y sin casi medios, y que nos asegurarían un resultado sorprendente. Hoy nos vamos a centrar un poco más en cómo hacer un comedero de jardín al uso, a partir de las maderas de un pallet de esos que puedes ver cada día por ahí tirados por la calle, y con la ayuda de una sierra de calar y algo de paciencia. Claro que lo puedes hacer con maderas de cualquier otro tipo, pero nosotros optaremos hoy por la opción más económica.
Comedero para pájaros


   Lo primero de todo será desclavar el pallet y obtener los listones, apartando los que menos agujeros o defectos tengan para poder usarlos. Si tienes chimenea, ya sabes lo que hacer con el resto que has ido desechando.
Comedero para pájaros plano

   Estas son las medidas en centímetros de las piezas que vamos a usar. Son medidas válidas aunque sería bueno tomarlas como orientativas; puedes irlas cambiando y variando a base de lija y serrar según tus preferencias o el comedero que tengas en la cabeza.

Comedero para pájaros


   Una vez que ya están todos los preparativos sobre la mesa, a continuación ya toca ponerse  manos a la obra y coger la sierra para cortar las distintas piezas. Como no tenemos tablones anchos, tendremos que unir distintas tablillas tanto para el tejado como para el suelo del comedero. Lo haremos haciendo taladros en los cantos, para unirlos con espiguillas y encolando las partes. Apretar bien con los sargentos o lo que tengas a mano, y dejar secar así al menos 24 horitas.

Comedero para pájaros


Comedero para pájaros




   Cuando ya tengas el suelo listo, deberás cortar los topes para éste y unirlos de igual manera, para que con el aire no se vaya volando la comida que pongas luego. También puedes ayudarte y fijarlo más firmemente con tornillos para darle más estabilidad.







   Una vez que tengas cortadas todas las piezas, líjalas para que no tengan astillas o bordes muy angulosos. Si tienes una lijadora genial, y si no, con paciencia todo se consigue. Cuando ya las tengas a tu gusto puedes darles una capita de aceite de linaza, que es un producto natural que te protegerá las piezas para prevenir el moho y del desgaste por pasar mucho tiempo en la intemperie.

   Ya tienes la base, no? ¡Pues vamos a atornillar los laterales! Fíjalos bien hasta que quede estable, tal y como ves en las fotos. A la hora de cortar las tablas que van a ir en lo alto del tejadito, recuerda que las tendrás que cortar a inglete, para que quede posteriormente una bonita terminación. Si no, siempre podrás coronarlo con una pieza de cuero que disimule la terminación.

   
Comedero para pájaros





   Bueno, ya lo tenemos aquí, nos quedó bonito, ¿verdad? Ahora ya sólo queda ver la opinión de los invitados, que no tardarán. Pero si lo tuyo no es el bricolaje y lo ves un poco complicado, no te preocupes. ¡Recuerda que puedes hacerte un estupendo comedero con una botella de plástico o con un brick de leche! Y si no te lo crees… estate atento a nuestro blog ;)



Comedero para pájaros



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   Y si te has quedado con ganas de saber más, puedes echar un vistazo a los post anteriores sobre cajas nidos y comederos. ¡Todo un mundo por descubrir!
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El abejaruco (Merops apiaster)


   Como presentación empezaré por contar una historia que, si no fuese porque es cierta, sería hasta graciosa. No hace mucho tiempo, en un pueblecito de Turquía, apareció muerto un pájaro de lo más extraño. Con más colores que el arco-iris, y con el pico claramente deformado, enseguida empezó a suscitar las sospechas de la población. Mucho más cuando, al mirar en su pata, encontraron una anilla en la que, entre signos indescifrables, se leía claramente la palabra “Israel”.

   Los atónitos pobladores llamaron a la autoridad local, que no tardó en suponer que no era sino un pájaro espía, que llevaba algún tipo de microchip de inteligencia israelí. Confiscado por el gobierno, con todo el país en vilo, y tras numerosos y exhaustivos análisis por los expertos en inteligencia militar de aquel país, se llegó a la conclusión de que no era sino un simple abejaruco europeo anillado, arrastrado por las corrientes un poco más lejos de sus normales rutas migratorias. Cosa que aún hoy no convence a muchos de los pobladores, que siguen pensando que se trataba de una amenaza a nivel nacional.





   Lo cierto es que esta historia, además de para ver una vez más lo absurdo del género humano, nos sirve para conocer diversos aspectos de nuestro nuevo amigo: el abejaruco europeo, o Merops apiaster.  Lo primero es que se trata de un ave migratoria que cría en Europa, norte de África y parte de Asia. Está presente en nuestras latitudes desde marzo hasta septiembre, donde cría una única puesta antes de volver a desplazarse al África subsahariana para pasar la época invernal.

 Otro hecho que llama la atención es su “inconfundible” policromía, lleno de colores que van desde el rojo puro de sus ojos, pasando por una gran variedad de azules y verdes en su plumaje, hasta el amarillo canela de su garganta. No en vano fue declarada el ave más colorida del mundo allá por el 1890.








   Tiene un pico fino y curvo de unos cuatro centímetros, típico de insectívoro, pero que a menudo puede presentar deformidades por el desgaste que suponen los enormes esfuerzos que realiza al cavar sus madrigueras… porque sí, este ave gregaria no hace nidos en los árboles, sino que excava en  taludes arenosos verdaderas galerías, con varias salidas y entradas para persuadir a posibles depredadores, hasta llegar a la que finalmente será su cámara de anidación. Para su construcción llegan a mover hasta más de diez kilos de tierra, un dato sorprendente para un animal de tan escaso porte. Por suerte para él, su pico nunca deja de crecer, por lo que pronto recupera su forma habitual.


   Son muy sociables y viven en verdaderas colonias, y aunque como su nombre indica tiene preferencia por las abejas en lo tocante a su alimentación, en realidad se nutre de toda variedad de insectos gracias a su gran habilidad para capturar presas al vuelo, con rápidas cabriolas y vertiginosos picados. Esta habilidad les ha ganado la enemistad de los apicultores, ya que es verdadero pánico lo que sienten las abejas con tan solo oír su típico canto. Tanto es así, que si los oyen no saldrán de la colmena, consumiendo sus reservas de miel a la espera de un mejor momento para buscar polen.

   Suelen vivir de media entre 5 y 10 años, y aunque parezca un ave exótica, es más común y confiada de lo que pensamos. Si nos fijamos bien, no nos será difícil encontrarla en las cercanías de los campos de cultivo o incluso cerca de parques y jardines, siempre y cuando encuentren un lugar apto para su nidificación.

Típica silueta en vuelo (Vía)

El mirlo (turdus merula)


   Y quién mejor que no él, para iniciar nuestro viaje para conocer un poco mejor nuestras aves más cotidianas. Todos le conocemos, le hemos visto corriendo por el jardín, dando saltitos, parando repentinamente a observar a su alrededor con atención para, a continuación, rebuscar entre la hojarasca ruidosamente todo tipo de insecto que se precie. Y a la menor señal de peligro, carrerita o vuelo corto para cobijarse en el arbusto o arbolillo más cercano con su típico canto de alarma. 

   Porque en temas de canto el mirlo (turdus merula) saca pecho. En medio de la ciudad que todo lo arrasa, es una nota de realidad el poder escuchar ajeno a las prisas el aflautado y melodioso canto del mirlo anunciando la primavera. Aquí le vemos dándose un festín a base de gusanos y lombrices en esta fotografía que amablemente nos presta Joaquín Ruíz. Agradecidos quedamos, tanto a Joaquín por las bellas fotografías, como al mirlo por su papel insectívoro e indirectamente controlador de posibles plagas que tan pocas veces se tiene en cuenta.
   Tiene nuestro amigo un evidente dimorfismo sexual en el plumaje (dicromatismo), siendo la hembra (tanto adulta como juvenil) de un color negro parduzco más apagado, y con el pico más oscuro. El macho adulto en cambio tiene un lustroso plumaje negro brillante, con el pico y el anillo ocular amarillo anaranjado.  Los machos jóvenes y subadultos sin embargo carecen de esos colores anaranjados, siendo además su plumaje algo más apagado.


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   Entran en celo a mediados de marzo, que es cuando la hembra construye un nido compuesto de ramas y hojas secas en los arbustos o árboles de poca altura, donde incubará sin descanso durante aproximadamente una quincena entre cuatro y cinco huevos azulados. Puede haber entre dos y tres puestas anuales. Ambos progenitores cuidarán y alimentarán a los pollos durante aproximadamente 20 días, tras los cuales saldrán vulnerables del nido, a investigar el basto mundo. Si ves un pollo volandero con la  vista perdida, no lo cojas. Ten por seguro que los padres están en un arbusto cercano esperando a que te vayas.



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   En la actualidad es un ave muy común, con infinidad de subespecies repartidas por todo el mundo. Asociado a la historia del hombre desde la antigüedad (ya fue mencionado por el mismísimo Aristóteles, y en la Antigua Grecia era un animal sagrado aunque de carácter destructivo), este pájaro antaño propio del sotobosque mediterráneo, hoy en día es también un urbanita más. Se ha  adaptado exitosamente a vivir en nuestros parques y jardines, y tanto es así que se hace raro no escucharle al pasear tanto al atardecer como al alba. 

   En cuestiones de ornitología doméstica, el mundo anglosajón siempre va un paso por delante. Y tan presente está el mirlo en su cultura, que ya revoloteaba por las páginas de la poesía gaélica desde el siglo VIII. No en vano, el episodio más bello y conocido de St. Kevin es aquel en el que, estando arrodillado, con los brazos abiertos mientras reza en su celda, un mirlo se posa en la palma de su mano y allí se queda y anida ante la atónita mirada del santo, que decide no interferir. 


   No todas sus leyendas son tan benevolentes, así fue que el mismísimo diablo utilizó su canto para distraer de sus oraciones y quehaceres a San Benito. Tampoco nos olvidamos de Rhiannon Epona, diosa del amor y del submundo donde habitan las almas de los muertos en la cultura celta. En su representación, invariablemente aparecía cabalgando acompañada de una nube de mirlos negros, que se posaban en el árbol del mundo tangible, y observaban desde allí el resto de mundos. Su canto trasladaba a quien lo escuchaba hacia un sueño o trance que les permitía visitar el otro mundo. De hecho, representaban el camino hacia la espiritualidad para los druidas.



Cajas nido I

¿Y por qué?
    Si te has planteado alguna vez o estás pensando en poner una caja nido en tu jardín, no te lo pienses más. Como diría aquel, nos sobran los motivos. Un poco por lo mucho que te aporta tener tan agradables vecinos, un poco por el medio ambiente ya que son un control biológico de plagas inigualable, y un poco también por ellos mismos, que le dan color a este mundo nuestro. 

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   Es un hecho constatado que las poblaciones de paseriformes están en franco retroceso. Las razones son varias, empezando por el uso de pesticidas que hace que haya una enorme disminución de su alimento directo, hasta el hecho de la pérdida de su hábitat. Es por ello que, uno de los grandes problemas al que se enfrentan las aves insectívoras en ambientes más o menos antropizados, es la escasez de troncos con huecos y árboles longevos o decrépitos que aporten cavidades o diferentes texturas naturales, que de otra manera serían muy frecuentes en un ecosistema natural. Cuando uno tiene un jardín y se le muere o troncha un árbol, lo primero que hace es quitarlo porque le hace feo. Y ese feo elemento es, casualmente, el único hábitat que multitud de especies tomarían como lugar idóneo para cobijarse o en el que llevar a cabo una puesta con aceptables posibilidades de éxito. 

   Es por eso que las cajas nido toman un importante papel en lugares manipulados por la mano del hombre, no ya sólo en parques junto a inmensos edificios, sino también en masas de estructura regular repobladas con coníferas, que tan frecuentes fueron en nuestro país en un pasado no tan lejano.

Tipología: caja Buzón.

   El modelo variará sustancialmente en función de los requerimientos de la especie que se espera cobijar. Sin menospreciar a nadie, no es lo mismo una caja nido para un herrerillo, que para una lechuza. Y si uno se mete en páginas que venden cajas nido, alucina con la cantidad de cosas geniales (y caras) que se venden por ahí. Pero tranquila vecina, porque tenemos un modelo básico de andar por casa a partir del cual tienen cabida, con pequeñas modificaciones, una gran cantidad de páridos. Y sí, no es otra cosa que lo que todos tenemos en mente, la mítica Caja Nido tipo Buzón que, salvo pequeñas modificaciones como la espaldera, tanto se usó en épocas del antiguo ICONA. Y es tan agradecida, que incluso la podemos hacer a partir de simples cortes de una tabla de 146x15 cm. Y si no me creen a mí, créanle al Gup Ecologista Xoriguer de Valencia, que es de donde he sacado las medidas que os muestro:

   Según la bibliografía que consultes, las medidas de fondo y altura pueden variar mínimamente, pero el modelo siempre será el mismo dado que lo que estamos buscando es una caja nido genérica de 15x15cm de fondo que pueda ser aprovechada por varias especies típicas. Si tienes claro cual especie abunda en las cercanías, puedes adaptarla un poco más a sus comodidades, ya que con la especie variará principalmente la anchura de la entrada circular que has de poner en el frontal. Así, basándonos en los datos que nos ofrece la SEO/Bird life, en función de la especie elegida podríamos darle a nuestra casita las siguientes medidas:


   Utiliza siempre madera como material básico, tablones de 1,6 / 2 cm de canto serán suficientes. Una vez que ya tienes el dibujo, corta las piezas con una sierra de calar, y lija los bordes y aristas que puedan ser peligrosos para el próximo inquilino. Ahora dale un color neutro (o mejor ninguno), y si quieres protege las piezas con aceite de linaza, que evitará el enmohecimiento de la madera. A la hora de clavar las púas, sé listo y en la medida de lo posible (estoy pensando en los fondos) clávalas en perpendicular al plano que llevaría la gravedad, y si puede ser con cierto ángulo dentro de ese plano perpendicular, mejor que mejor. Así la estructura será más resistente, y durante más tiempo.
   Para poner el tejado, utilizar unas bisagritas clavadas, o incluso utilizar un trozo de cuero grapado como bisagra. También puedes realizar un “cierre de seguridad” con un par de alcayatas redondas o cáncamos parejos, para cerrar su posible apertura con un cordel o cable por encima y que no pueda ser levantado fácilmente por un depredador. También se puede poner una plaquita metálica alrededor de la entrada si se quiere, para evitar la intrusión de picos picapinos, o roedores.

   Una serie de normas básicas a la hora de montar la caja nido son:

   A ti no te gusta el olor a pegamento, ¿no? Pues a ellos tampoco. Intenta usar púas sin cabeza en lugar de adhesivos que pudiesen resultar tóxicos para los pollos.

   Si vas a poner percha bajo el orificio de entrada, haz que sobresalga por dentro también. Esto ayudará a los pequeños pollitos a salir del nido cuando estén preparados para ello.

   No lo pintes por favor, que podría llamar la atención de los depredadores, por no hablar de lo tóxico que desprenden con el calor y la humedad muchas pinturas.
 
   La colocación es fundamental. Huye de la utilización de alambres tensos o similares que puedan a la larga ahogar al tronco en su crecimiento en grosor. Y siempre que sea posible, coloca la caja levemente inclinada hacia el suelo,  para que cuando llueva no les entre el agua directamente en su nuevo hogar. Siempre será mejor un lugar tranquilo que no uno cercano a una carretera o en un lugar muy transitado. La orientación también es importante; intenta no orientarla hacia la dirección en la que localmente los vientos sean dominantes, y en general no lo coloques en orientaciones norte o noreste, o en altos y zonas poco resguardadas.


  Y no te olvides, que tan importante es brindar un hogar a nuestros amiguitos, como llevar un mantenimiento del nido. Con el tiempo, más que una ayuda, una caja nido puede ser una trampa mortal para la pollada, al llenarse de parásitos y otros insectos indeseables. Así pues, cada año conviene revisar el nido para comprobar que éste se encuentra en buenas condiciones, y limpiarlo un poco interiormente para su saneamiento. El mejor momento para limpiarlo es durante la parada invernal, lejos del periodo reproductivo, intentando molestar lo menos posible al inquilino. ¡Y ten cuidado al descolgarla con posibles avisperos o inquilinos sorpresa como ardillas, lirones careto u otros depredadores!

 Tipología: caja Buzón adaptada con frontal abierto.
  
  Ya hemos visto que no todas las especies quieren el mismo tipo de caja nido. Es el caso de especies tales como las lavanderas, los papamoscas, o petirrojos entre otros. Para estos podemos hacer una caja nido basada en todos los principios antes dichos, solo que con la peculiaridad de tener un frontal no ya con un agujero de entrada, sino abierto. Para ello, las medidas serán las que siguen:



   Tipología: otras especies.

   Con este post ya hemos cubierto en gran medida una gran cantidad de especies a las que podremos facilitar la vida y con las cuales pasaremos grandes ratos, aprendiendo unos de otros. Pero hay especies que, por sus especiales condiciones, no se ajustan muy bien a esta tipología general. Por eso, estad atentos al blog porque próximamente hablaremos de cajas nido especiales, por ejemplo para rapaces nocturnas  u otras aves muy especiales que, aunque muchos se froten los ojos de no creerlo, viven entre nosotros. ¡Por no hablar de casitas para ardillas o murciélagos! Todo un mundo este al que apenas nos acabamos de asomar.


Comederos para pájaros I


¿Y por qué un comedero?

La función principal de un comedero para pájaros es el aportar  un suplemento alimenticio a éstos en época de carestía (en nuestra latitud, el periodo invernal). Pero no nos engañemos que no hay un dar sin recibir, y el observar, el conocer y el meternos un poco en la vida privada de estos pequeños desconocidos nos aportará por descontado mucho más a nosotros mismos que a ellos. Y tened por seguro que este mundillo engancha.

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¿Dónde?
Jardín, terraza, ventana... todo lugar es bueno si la intención también lo es. Evidentemente, cuanto más alejados vivamos de un núcleo urbano más variedad de especies visitaran nuestro comedero. Pero no desesperéis, urbanitas, porque todo esfuerzo guarda su recompensa, y en esta actividad la recompensa es mucha.   


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Antes de nada hay que tener siempre en la cabeza unas reglas  básicas:
- La situación ideal del comedero será en un lugar abierto y tranquilo desde el cual podamos ver a los pájaros con cierta comodidad, pero lo más ocultos a su vista posible. A su vez, dicho lugar no ha de estar demasiado expuesto, que quede protegido de las inclemencias del tiempo.
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- Lo más importante a la hora de instalar un comedero es velar por la seguridad de los usuarios. Evitar la depredación por parte de gatos o el robo de comida por parte de roedores es primordial, y para velar por ello deberemos localizar el comedero lo más inaccesible posible a estos: en altura, lejos del tronco principal en la punta de una rama si esa es la ubicación elegida, colocando un embudo metálico invertido en el palo que haga de soporte, o simplemente alejando lo más posible este del alféizar de la ventana. Que prime el sentido común.                                                        


Manos a la obra

Lo importante a la hora de hacernos un comedero no es lo bonito que quede, sino que sea funcional. Como material principal utilizaremos la madera, huyendo de colores chillones o barnices brillantes, cuidando el acabado para que no tenga elementos puntiagudos o móviles que puedan atrapar o hacer daño a nuestros futuros clientes. 

Pero hay otros muchos materiales que pueden ser utilizados satisfactoriamente, sin necesidad de recurrir a modelos complicados o querenciosos. Tenemos que ver el comedero con los ojos de los pajarillos, buscar lo que les gustaría más a ellos, y muchas veces lo más sencillo es lo más efectivo, lejos de costosos modelos que puedan vendernos en las tiendas más especializadas.


El suplemento

El aporte dependerá del tipo de ave que se quiera atraer. Lo más común es aportar granos y legumbres (alpiste, cáñamo, trigo, avena...), frutos secos (cacahuetes, nueces, avellanas, almendras, pipas...), frutas (manzana, uva, plátano, moras, cerezas, higos...) o verduras (lechuga, cerrajas, tomate, zanahoria...). También podemos aportar distintos insectos, o hasta las migas que quedaron del almuerzo.


Al lio: tipos de comedero
1.- Nada más simple que unos cacahuetes (naturales y sin sal, por favor!) atravesados por un alambre colgado de una rama, o una redecilla o malla que los contenga en una "bolsa" improvisada.
  
2.- Si queremos algo un poco más sofisticado, podemos coger un canuto de cartón de un rollo de cocina o de papel de plata que se haya terminado. Atraviésalo perpendicularmente con pequeños palitos que sobresalgan unos cinco centímetros de éste; harán de percha para que los pájaros se apoyen. Impregna bien el cartón con manteca, y pegas sobre ésta el alpiste o el aporte que se considere. Cuélgalo con un alambre por el extremo superior.

3.- También podemos usar una botella de plástico invertida, igualmente atravesada con palitos como el anterior, pero abriendo unos agujeritos justo en la vertical de las perchas, a dos o tres centímetros de esta. El diámetro de los agujeros variará según el aporte, siendo desde medio centímetro para las semillas más pequeñas hasta uno para las más grandes. El fin perseguido es que el alimento no caiga por su propio peso, sino que el pájaro pueda obtenerlo. Colgarlo del extremo con un alambre, igual que el anterior.

4.- Medio coco o una maceta boca abajo, con una cuerda que lo atraviese por el agujero. Ataremos una ramita para hacer de tope y sostener (boca abajo) el tiesto o coco. El resto de la cuerda que sobre por su parte inferior puede atarse con nudos aproximadamente cada centímetro, para que sirvan de percha. Finalmente puede atarse al extremo una piedra, para que sirva de contrapeso. El aporte irá en el interior del coco o de la maceta, previamente untada con manteca. Atar a la rama por el otro extremo.

5.- Viva la imaginación! Puedes usar lo que te venga en mente, siempre que sea seguro para los pajarillos. Desde piñas grandes colgadas y untadas con manteca, hasta troncos agujereados en los que se insertan las semillas, pasando por bricks de zumo a los que se corta una ventanita. Cualquier material que tengas a mano puede ser más que suficiente. 

6.- Y finalmente, la bandeja, lo que todos teníamos en mente desde un principio. Un contrachapado de medio o un centímetro de grosor, con unas dimensiones no muy reducidas, enmarcado con unos listones para que el aire no haga caer el aporte suplementario antes de que lo vean nuestros amiguitos. Podemos colgarla, o podemos ponerla en un palo alto y liso enganchándola a éste con unas escuadras, en cuyo caso es más que recomendable un embudo invertido como antes mencionamos, que los gatos son muy listos. 

Actualizado: Finalmente nos pusimos manos a la obra y... ¿queréis ver el resultado de nuestro comedero de pájaros? con todos los pasos, materiales y medidas?

Echad un vistazo al post que le dedicamos.

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