Comederos para pájaros I


¿Y por qué un comedero?

La función principal de un comedero para pájaros es el aportar  un suplemento alimenticio a éstos en época de carestía (en nuestra latitud, el periodo invernal). Pero no nos engañemos que no hay un dar sin recibir, y el observar, el conocer y el meternos un poco en la vida privada de estos pequeños desconocidos nos aportará por descontado mucho más a nosotros mismos que a ellos. Y tened por seguro que este mundillo engancha.

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¿Dónde?
Jardín, terraza, ventana... todo lugar es bueno si la intención también lo es. Evidentemente, cuanto más alejados vivamos de un núcleo urbano más variedad de especies visitaran nuestro comedero. Pero no desesperéis, urbanitas, porque todo esfuerzo guarda su recompensa, y en esta actividad la recompensa es mucha.   


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Antes de nada hay que tener siempre en la cabeza unas reglas  básicas:
- La situación ideal del comedero será en un lugar abierto y tranquilo desde el cual podamos ver a los pájaros con cierta comodidad, pero lo más ocultos a su vista posible. A su vez, dicho lugar no ha de estar demasiado expuesto, que quede protegido de las inclemencias del tiempo.
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- Lo más importante a la hora de instalar un comedero es velar por la seguridad de los usuarios. Evitar la depredación por parte de gatos o el robo de comida por parte de roedores es primordial, y para velar por ello deberemos localizar el comedero lo más inaccesible posible a estos: en altura, lejos del tronco principal en la punta de una rama si esa es la ubicación elegida, colocando un embudo metálico invertido en el palo que haga de soporte, o simplemente alejando lo más posible este del alféizar de la ventana. Que prime el sentido común.                                                        


Manos a la obra

Lo importante a la hora de hacernos un comedero no es lo bonito que quede, sino que sea funcional. Como material principal utilizaremos la madera, huyendo de colores chillones o barnices brillantes, cuidando el acabado para que no tenga elementos puntiagudos o móviles que puedan atrapar o hacer daño a nuestros futuros clientes. 

Pero hay otros muchos materiales que pueden ser utilizados satisfactoriamente, sin necesidad de recurrir a modelos complicados o querenciosos. Tenemos que ver el comedero con los ojos de los pajarillos, buscar lo que les gustaría más a ellos, y muchas veces lo más sencillo es lo más efectivo, lejos de costosos modelos que puedan vendernos en las tiendas más especializadas.


El suplemento

El aporte dependerá del tipo de ave que se quiera atraer. Lo más común es aportar granos y legumbres (alpiste, cáñamo, trigo, avena...), frutos secos (cacahuetes, nueces, avellanas, almendras, pipas...), frutas (manzana, uva, plátano, moras, cerezas, higos...) o verduras (lechuga, cerrajas, tomate, zanahoria...). También podemos aportar distintos insectos, o hasta las migas que quedaron del almuerzo.


Al lio: tipos de comedero
1.- Nada más simple que unos cacahuetes (naturales y sin sal, por favor!) atravesados por un alambre colgado de una rama, o una redecilla o malla que los contenga en una "bolsa" improvisada.
  
2.- Si queremos algo un poco más sofisticado, podemos coger un canuto de cartón de un rollo de cocina o de papel de plata que se haya terminado. Atraviésalo perpendicularmente con pequeños palitos que sobresalgan unos cinco centímetros de éste; harán de percha para que los pájaros se apoyen. Impregna bien el cartón con manteca, y pegas sobre ésta el alpiste o el aporte que se considere. Cuélgalo con un alambre por el extremo superior.

3.- También podemos usar una botella de plástico invertida, igualmente atravesada con palitos como el anterior, pero abriendo unos agujeritos justo en la vertical de las perchas, a dos o tres centímetros de esta. El diámetro de los agujeros variará según el aporte, siendo desde medio centímetro para las semillas más pequeñas hasta uno para las más grandes. El fin perseguido es que el alimento no caiga por su propio peso, sino que el pájaro pueda obtenerlo. Colgarlo del extremo con un alambre, igual que el anterior.

4.- Medio coco o una maceta boca abajo, con una cuerda que lo atraviese por el agujero. Ataremos una ramita para hacer de tope y sostener (boca abajo) el tiesto o coco. El resto de la cuerda que sobre por su parte inferior puede atarse con nudos aproximadamente cada centímetro, para que sirvan de percha. Finalmente puede atarse al extremo una piedra, para que sirva de contrapeso. El aporte irá en el interior del coco o de la maceta, previamente untada con manteca. Atar a la rama por el otro extremo.

5.- Viva la imaginación! Puedes usar lo que te venga en mente, siempre que sea seguro para los pajarillos. Desde piñas grandes colgadas y untadas con manteca, hasta troncos agujereados en los que se insertan las semillas, pasando por bricks de zumo a los que se corta una ventanita. Cualquier material que tengas a mano puede ser más que suficiente. 

6.- Y finalmente, la bandeja, lo que todos teníamos en mente desde un principio. Un contrachapado de medio o un centímetro de grosor, con unas dimensiones no muy reducidas, enmarcado con unos listones para que el aire no haga caer el aporte suplementario antes de que lo vean nuestros amiguitos. Podemos colgarla, o podemos ponerla en un palo alto y liso enganchándola a éste con unas escuadras, en cuyo caso es más que recomendable un embudo invertido como antes mencionamos, que los gatos son muy listos. 

Actualizado: Finalmente nos pusimos manos a la obra y... ¿queréis ver el resultado de nuestro comedero de pájaros? con todos los pasos, materiales y medidas?

Echad un vistazo al post que le dedicamos.

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