Abejorros II





Nido de Xilocopa violacea, el abejorro carpintero europeo (vía)


   Como decíamos en el anterior post sobre los abejorros únicamente las jóvenes reinas hibernan, y es por eso que acumularán grasa corporal tanto como les sea posible antes del invierno, cuando se ocultarán en el suelo para hibernar tras ser fecundadas...

(vía)
   Terminado éste y ya en la primavera, la reina fundará una nueva colonia, y tendrá que dedicarse a poner huevos, a cuidar de las primeras larvas que crecerán en pocos días, así como de recolectar el polen para sus crías y néctar para su propia alimentación. Las larvas pasarán pronto a pupas, y de ellas nacerán nuevos obreros. Al nacer los pelos de su cuerpo no estarán totalmente pigmentados y serán grisáceos. Estos inmaduros no saldrán de la colonia al menos las primeras 24 horas, aunque el proceso que le lleve a ser adulto tardará hasta cinco semanas, dependiendo de la especie y las condiciones ambientales. 


   Esta nueva generación de abejorros será ya la que se encargará de recolectar y almacenar el alimento, así como de alimentar a las sucesivas generaciones. Desde este momento la reina no volverá a salir del nido, y se dedicará a poner huevos hasta alcanzar la cifra aproximada del centenar de obreras (ocasionalmente pueden llegar a 400), que será cuando disminuya la actividad de la colonia, y comenzarán a nacer jóvenes reinas y zánganos que serán expulsados inmediatamente de la colmena, por lo que dormirán entre las flores y las grietas. Las nuevas reinas se aparearán e hibernarán, la antigua reina así como el resto de integrantes de la colonia morirán, y se cerrará de esta manera el ciclo de vida. Las colonias, por lo general, duran una única estación.

Abejorro de jardín, Bombus hortorum (vía)
   Con la llegada de la primavera, las nuevas reinas buscarán el lugar adecuado para crear su propio nido. Dependiendo de las especies, unos anidarán bajo el suelo en agujeros subterráneos o aprovechando túneles y madrigueras excavadas por otros animales, otros lo harán entre los arbustos, otros harán agujeros en la madera de los árboles, o incluso otros lo harán directamente en el suelo. A menudo suelen forrar sus nidos con una cubierta de cera (involucro) que los protegerá y aislará de las inclemencias del tiempo y de potenciales enemigos. Dentro ya del nido, la reina creará con cera las celdas para almacenar los alimentos y para poner sus huevos. 

 Ciclo vital de una colonia de abejorro, desde que la joven reina sale de la hibernación para crear una nueva colonia, a través de las sucesivas generaciones de puesta (1, 2 y 3), para finalmente cerrar el ciclo con nuevas reinas y zánganos.
(vía)




Abejorro de cola blanca, Bombus lucorum (vía)


Para su orientación utilizan una combinación de relaciones entre colores,  geometrías espaciales y hasta olores, aprendiendo así el camino a seguir para alimentarse de las flores más suculentas. Suelen visitar las mismas fuentes de alimento de forma cotidiana, siempre y cuando sigan encontrando néctar y polen en ellas, en un comportamiento que recibe el nombre de "constancia floral". 

   También hay estudios que afirman que pueden detectar la intensidad de los campos eléctricos emitidos por las cargas estáticas de las flores, con lo que pueden detectar si una flor ha sido recientemente visitada por otra abeja. De hecho, son los primeros insectos conocidos con capacidad de electrorecepción (Ver noticia).

Abejorro tempranero, Bombus pratorum (vía)
   Además, algunas especies de abejorro pueden dejar distintas marcas de olor, que disuadirá a otros abejorros de alimentarse de dicha flor. Se cree también que usan dicho rango de olores para marcar la situación del alimento y su distancia (que puede llegar hasta uno o dos kilómetros) desde la colmena. Como veís su forma de orientarse no guarda mucha similitud con la danza de las abejas.



 
B. lucorum (izquierda) y B. pratorum (derecha) libando en un girasol 





Caja-nido para abejorros reina,
en una plantación de tomates (vía)
   La importancia de la polinización de los abejorros queda patente al descubrir que su comercio y aplicación en distintas plantaciones está en auge. Ejemplo de ello es el uso generalizado para una especie tan carismática como el tomate de invernadero. Se da el hecho de que hay especies de plantas, tanto en cultivos como silvestres, que sólo pueden polinizarse por abejorros al ser estos más efectivos por el uso, entre otras, de técnicas como la del "zumbido de la polinización", en la que el abejorro mediante vibraciones, queda totalmente inmerso dentro de la flor.




   No hemos descubierto la pólvora, ya que fué el mismísimo Charles Darwin, en su afamada obra "El orígen de las especies" (1859), donde advertía que los abejorros eran indispensables para la fertilización de algunas especies tales como la Viola tricolor o el Trifolium pratense, ya que estas especies no eran visitadas por otras abejas al no poder alcanzar el néctar. Ya por entonces aconsejaba que, dado que eran los ratones los que comúnmente destruían los nidos de abejorros, una población más numerosa de felinos podría determinar la frecuencia de ciertas flores en distintos distritos de inglaterra.













   La destrucción de su hábitat, el incremento de la contaminación y el uso indiscriminado de pesticidas, ha hecho que los abejorros, un grupo especialmente sensible, estén en franca decadencia. Ya hemos visto el caso de Gran Bretaña, donde de las diecinueve especies nativas que hasta hace muy poco allí habitaban, tres se han extinguido completamente, y sólo seis siguen siendo relativamente abundantes. El resto están en declive, pero Gran Bretaña no es sino un ejemplo más de lo que está pasando en todos los países desarrollados del planeta. La importancia de esta amenaza ya nos la advirtió Darwin, y aunque tarde ya ha hecho reunirse a los especialistas en abejorros a nivel mundial, y se están empezando a crear incluso santuarios de abejorros para la conservación de especies, como el de Vane Farm en la Reserva Natural de Loch Leven, en Escocia.


Vane Farm Nature Reserve, en Escocia (vía)


Plantas de interior purificadoras del ambiente


El otro día os dábamos algunos interesantes consejos para evitar o mitigar la contaminación en el hogar y hoy queremos continuar con este tema proponiéndoos algunas plantas que os ayudarán a purificar el aire de vuestra vivienda.

A finales de los años 80, la NASA, con la idea de poder purificar el aire de las naves espaciales, estudió la capacidad de mejorar la calidad del aire de determinadas plantas usadas de manera común como plantas de interior. En el estudio se encontraron una serie de ellas  que eran capaces de filtrar algunos compuestos orgánicos volátiles (sustancias por lo general volátiles, liposolubles, inflamables y tóxicas)

Otros estudios como el realizado por la Universidad de Pensilvana  demuestran como en espacios interiores con plantas se reduce el ozono, gas contaminante que puede ser emitido por impresoras láser, fotocopiadoras y hasta por algunos purificadores de aire.

Nos parece importante conocer cuales son algunas de estas plantas para incluirlas como decoración en nuestros hogares. Ahora ya no sólo pensaremos que están ahí para "hacer bonito".


PLANTAS DE INTERIOR PURIFICADORAS DEL AMBIENTE
Especies Filtra...
Aglaonema
Aglaonema crispum
diversos contaminantes
Aloe
Aloe vera
formaldehido y benceno
Azalea
Rhododendron simsii
formaldehido
Cinta
Chlorophytum comosum
benceno, formaldehido, monóxido de carbono.
Crisantemo
Chrysanthemum
benceno, formaldehido, monóxido de carbono.
Dracaena
Dracaena marginata
xileno y tricloroetileno
Drácena deremensis
Dracaena deremensis
benceno

Ficus benjamina 
Ficus benjamina
formaldehido, benceno y tricloroetileno.
File:Ficus benjamina1.jpg
Filodendro
Philodendronscandens
gran cantidad de compuestos oránicos volátiles
File:Philodendron scandens subsp oxycardium2.jpg
Gerbera
Gerbera

benceno
Hiedra Hedera helix formaldehido
Palma bambú
Chamaedorea seifrizii
benceno y tricloroetileno
Photos
Scindapsus aureus
formaldehido
Sansevieria
Sansevieria trifasciata
formaldehido

Como seguro que muchos de vosotros os preguntaréis dónde podemos encontrar estos contaminantes en nuestro hogar  hemos preparado una tabla muy interesante para que no os quedéis con la duda.

Datos recogidos en el portal  Hogar sin tóxicos  (muy recomendado) 



Plantas de cada día; El Ombligo de Venus (Umbilicus rupestris)


    El Ombligo de Venus (Umbilicus rupestris) es una crasulácea que en condiciones idóneas puede alcanzar los 30 cm, aunque normalmente su tamaño es algo menor. Es perenne, por lo que podemos ver sus carnosas y redondeadas hojas, de forma cóncava algo dentada y peciolada, a lo largo de todo el año. Vive aprovechando el escaso sustrato que existe entre las grietas de las rocas, cortezas de árboles y, ya en lugares más antropizados, en los resquicios de los muros y en los tejados de cualquier pueblo siempre aprovechando sus fisuras. 


Inflorescencias en un tejado (vía)
   Sus flores, hermafroditas, se muestran entre abril y julio en racimos pendulados y alargados, de un color blanco verdoso claro poco llamativo.

    Su distribución se centra en la Europa mediterránea y occidental, y aunque requiere de escaso sustrato para su crecimiento, sí que tiene preferencia por emplazamientos sombreados y con cierta humedad ambiental.

   No hay que confundirle con la Centella asiatica, su pariente oriental, aunque como aquél ha sido muy utilizado en la medicina homeopática para multitud de afecciones (aplicaciones que no han sido realmente probadas). Lo cierto es que es antiséptico, cicatrizate, analgésico y dermoprotector, y que al quitar su cutícula las hojas ofrecen una superficie acuosa limpia y fresca ideal para calmar quemaduras, llagas y arañazos en caso de emergencia. Para ello podremos machacar las hojas y hacer una cataplasma con su jugo (tanto solo como mezclado con aceite) o aplicarlas directamente sobre la herida, vendándola y cubriéndola posteriormente con una gasa o venda. También aplicada para casos de eczemas, verrugas y hemorroides, es además considerada una planta diurética desde tiempos de Dioscórides, provocando la orina y evitando las piedras del riñón, para lo cual se machacarán las hojas, colando el jugo y tomándo una cucharada cada mañana en ayunas junto con un vaso de agua. También se ha usado vía interna para otitis supurantes, así como en tratamientos para la epilepsia


Ombligos  de venus en floración, entre las piedras de un muro (vía)
   A pesar de todos estos usos potenciales, no es una planta muy utilizada en nuestros días, al contrario que en la antigüedad. También es una planta comestible, aunque algo insulsa, y tiene un creciente uso como decorativo en muros y paredes de jardines, así como en jardines verticales.

   Como curiosidad, los antiguos romanos la utilizaban en hechizos para conseguir el amor de otras personas, de ahí su nombre común, tanto por la forma de sus hojas, como por la diosa del amor, la belleza y la fertilidad, Venus. También Hipócrates recomendaba la ingestión de sus hojas para tener hijos varones, así que si alguien por ahí tiene doce hijas y está desesperado, aunque no sea éste un recurso demostrado ni justificable, puede también intentarlo.


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Parques y jardines de París: El Parque de Montsouris



El Parque Montsouris fue creado en París en 1878 bajo las órdenes de Napoleón III, encargando el proyecto al barón Haussmann. La idea de Napoleon III fue la de dotar a la ciudad de un parque en cada uno de los puntos cardinales, reservándose el sur para Montsouris. El diseño del parque fue realizado por el ingeniero Alphad, que se basó en los jardines ingleses por expreso deseo del emperador.

La Vid de apartamento (Cissus rhombifolia)


   La vid de apartamento o Hiedra de las uvas (Cissus rhombifolia), es una planta perenne de interior de origen tropical, aunque más conocida por ser cultivada en Norteamérica, trepadora y muy robusta. Comunmente los tallos tienen zarcillos que le ayudan a trepar sobre otras superficies, y aunque soporta bien la luz tanto como la falta de esta, no gusta de sol directo ni el excesivo calor. Tampoco quiere sustratos encharcados; aunque soporta riegos frecuentes, siempre habrá que dejar entre estos que se seque completamente. Lo mejor será regarla llenando el plato inferior del tiesto, para evitar que se pudran sus raíces.
    Sus flores son insignificantes, en racimos de color blanco verduzco, y darán lugar a bayas de un bonito color negro azulado.

   Sus largos tallos pueden superar los tres metros, y sus hojas, compuestas por tres foliolos de forma romboidal, son de un color verde lustroso brillante que le es característico, y que le ha valido entre otros el prestigioso premio "Award of Garden Merit" de la Royal Horticultural Society. Para fomentar ese lustre, habrá que fertilizar el sustrato a principios de primavera y verano. Suele presentarse como planta colgante en cestas, balaustradas y balcones, aunque en climas benévolos, puede llegar a formar preciosos setos exteriores.

   Alcanza su máximo desarrollo entre los dos y cinco primeros años, y su propagación más común se realiza en base a esquejes basales (algo leñosos), aunque su enraizamiento es lento.
   En Estados Unidos se han cultivado distintas variedades, entre ellas la "Ellen Danica", con hojas similares a las de un roble, la "Mandiana", más resistente y con hojas más grandes y gruesas, o la "Fiona", siendo esta última una variedad intermedia de las dos anteriores. Tras unas décadas en las que su cultivo fue muy exitoso, debido a su poca tolerancia al excesivo calor, y su quizá relativamente lento crecimiento para su comercialización, han hecho que esta excelente planta haya sido desplazada por otras especies con un crecimiento más rápido en similares condiciones, aunque nunca con tan peculiares características.

   Aunque no es atacada especialmente por ningún insecto, sí que puede ser propensa a sufrir ataques de moho sobre todo si hay un riego excesivo. Habrá entonces que usar algún fungicida específico.

   Tiene una prima muy similar, solo que con foliolos un poco más aobados; la Cissus antarctica.

Cissus antarctica (vía)

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