El canto del grillo


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    Ya llegó el otoño, y con él decimos adiós al verano, a los bañitos en las pozas, a las vacaciones, a los días de luz y sol radiante, al canto de los grillos...

   ¿Al canto de los grillos? No, a eso no, porque hoy vienen de visita estos queridos habitantes que adornan de una forma sonora nuestros atardeceres, además de para amenizar las horas de vigilia nocturna.Hay sin exagerar aproximadamente 900 especies de grillo, por lo que nos centraremos en el grillo común o campestre (Acheta domesticus), otro habitante más del borde del camino. Se trata este de un insecto negro o parduzco que vive bajo las piedras, hojarasca o cortezas de los parques o en el campo, tanto a pleno sol como más comunmente en las horas nocturnas. En China y Centroamérica, además de formar parte de su dieta, es considerado augurio de buena suerte. Quizá sea por eso o quizá símplemente por su canto, lo cierto es que tampoco es raro encontrarlo como mascota para los niños en los hogares de medio mundo.

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   Es omnívoro, alimentándose normalmente de pequeñas plantas, restos orgánicos y eventualmente de otros insectos que encuentre de aquí para allá, acelerando de paso la desintegración e incorporación al sustrato de todos éstos, además de ser ellos mismos presa de innumerables predadores tales como avispas, arañas, otros coleópteros, pájaros, reptiles o micromamíferos. Y no sólo de los que viven libres por el campo, sino que además resulta ser el alimento vivo preferido para todo tipo de mascotas insectívoras en nuestros hogares. El pobre bicho es relativamente fácil de capturar, quién no ha cogido uno con las manos o con la ayuda de un bote, aunque cuando se presenta en grandes cantidades (no es común, ya que suele ser un insecto solitario) puede ser dañino para los cultivos. Corre rápidamente para escabullirse y ocultarse entre la hojarasca en la que vive, aunque sin olvidar su buena capacidad para el salto en caso de emergencia; no en vano es pariente de los saltamontes.

  

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   Tanto las hembras como los machos tienen largas antenas en su cabeza, y cercos en su abdomen a forma de dos colitas terminales, aunque la hembra posee un patente ovopositor ventral que la diferenciará sin problemas. Aunque no vuelan, ambos tienen dos pares de alas cubriendo por completo su dorso, y sólo los machos las frotarán la rasqueta de unas contra el dibujo superficial de las otras con un ángulo de 45º para "cantar" en las calurosas noches con una doble finalidad; la de atraer a las hembras y así reproducirse, además de para también repeler a otros posibles competidores de su misma especie que osen acercarse a su territorio.
 

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      Resulta asombroso (a veces asusta) cómo puede explicarse casi todo de una manera matemática. Resulta que el "cric-cric" de los grillos, aunque variable según la especie, oscila en su frecuencia dependiendo de la temperatura del medio en la que éste se encuentre. Así, y como su metabolismo es sensible a los cambios de temperatura al no poder autoregular su temperatura corporal, su modo de vida se "acelera" o "decelera" en función de la temperatura exterior. Y tanto es así que ya en 1889 hubo un físico y químico Sueco (Svante August Arrhenius) que así lo hizo notar.

Svante August Arrhenius,
un ejemplo de superación (vía)

   Una historia de superación, la vida de este científico. Ya debido a un accidente de su niñez tuvo problemas para caminar, lo que le llevó a ser objeto de burlas por parte de sus compañeros y conciudadanos. Con un afán de superación innato, llegó a desarrollar la teoría de la existencia de los iones predicha por Faraday, y a pesar de los numerosos ataques por parte de otros científicos detractores de la época (que le llevaron a aprobar raspadamente su tesis en la Universidad de Uppsala al creer que era una teoría errónea), poco después se demostró la realidad de las propiedades conductoras de las disoluciones electrolíticas, lo que le llevó a obtener el premio Nobel de Quimica en 1903 en reconocimiento a dicho trabajo.

  






  
Amos Dolbear, un científico
con cara de grillo (vía)
    Volviendo al mundo habitado de nuestros vecinos los grillos, lo que vino a demostrar Arrhenius fue que, a mayor temperatura, mayor velocidad de reacción; y que igualmente a menor temperatura, menor velocidad. Basándose en este principio, fue el físico e inventor estadounidense Amos Emerson Dolbear quien, en 1897 y tras inventar cosas tan curiosas como un "telégrafo parlante" (orígenes del actual auricular telefónico, once años antes de que Alexander Graham Bell patentara su modelo, y posteriormente siempre en lucha con los Marconi) o un opeidoscopio que podía visualizar la vibración de las ondas, publicó en el artículo "the cricket as a Thermometer" las que posteriormente se conocieron como las "leyes de Dolbear", que en resumidas cuentas vienen a determinar cómo conocer la temperatura exterior en función de la frecuencia del canto de los grillos con la exactitud que tendría cualquier termómetro de mercurio.
   
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   Así, para el grillo común, la temperatura final del aire en grados centígrados es igual al número de cantos por minuto dividido entre cinco, restándole nueve grados a la cantidad resultante. Parece una tontería, pero para facilitar las cosas y no perder la cuenta del número de cantos en un minuto, es recomendable contar los cantos que se escuchan en diez segundos, y multiplicarlo por seis antes de aplicar la fórmula.
   Para ello además hay que considerar que los grillos sólo cantarán cuando la temperatura sea superior a 15ºC, por lo que si en una fría noche logras oír un grillo, ya sabes que en realidad habrá más de 15 grados en el exterior. También hay que tener en cuenta que la frecuencia de canto disminuye a partir de los 36ºC, para desaparecer por completo a los 40ºC, en los que el pobre grillo ya no tiene ganas ni de cantar (mejor que cante otro).
  


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    Otro dato curioso es que, a todos nos ha pasado al oir a un grillo, nos es bastante complicado saber con precisión de dónde viene ese sonido. Y esto es debido a que su longitud de onda es similar a la distancia entre nuestros oídos, lo que nos impide localizarlo con exactitud. Este es un principio que se ha venido estudiando para sonidos tales como el producido por una sirena de la policía, que intentaría alertar de su existencia al ciudadano, pero sin especificar exactamente su localización.


Plantas de cada día; la verbenaca (Salvia verbenaca)

   Volvemos al género de las Salvias. Pero, después de haber visto ya la más conocida Salvia officinalis, hoy nos disponemos a adentrarnos en el secreto mundo de un congénere mucho más ruderal y siempre presente en los bordes de camino, praderas secas y cunetas abandonadas; la Verbenaca, Gallocresta, o Hierba de ciego (Salvia verbenaca).
   Fácilmente distinguible de la Salvia pratensis por sus hojas divididas, se trata esta de una planta aromática con multitud de propiedades medicinales. Ya desde tiempos inmemoriales que se remontan más allá de Dioscórides (lo lleva además en uno de sus nombres vulgares) ha venido siendo utilizada como colirio para aclarar la vista debido a la gran cantidad de mucílagos que acumulan al humedecerse sus semillas. De hecho aún hoy en muchas regiones se sigue usando, como remedio casero y una muestra más de la sabiduría popular. Para ello se recolectan con mucho cuidado los granulosos fructículos interiores en el fondo del cáliz, a modo de pequeñas y oscuras semillas, y se colocan directamente debajo del párpado para cerrar a continuación el ojo, moviéndolas de un lado al otro del párpado hasta que quede este limpio de polvo e impurezas.

"Semillas" de Salvia verbenaca (vía)
   Parece increíble pero aún hoy debido sus numerosos principios activos y aceites esenciales sigue siendo una planta objeto de estudio para la ciencia, dándose el caso de que además tiene propiedades cicatrizantes (para ello se aconseja realizar una infusión con un par de cucharadas de "semillas", y aplicarla con una cataplasma sobre las heridas, renovándola al enfriarse). Dicha cataplasma también es efectiva como antiinflamatorio para golpes, y su infusión vía interna es recomendada para indigestiones, gases, gastrointeritis y dolores musculares, además de ser bactericida y ser apta para las afecciones de garganta, para lo cual se aconseja dos infusiones al día preparadas a razón una cucharada de hojas y flores por taza. También ha sido usado tradicionalmente para favorecer el parto, para lo cual la infusión de sus hojas deberá ser tomada regularmente previo a este.
   En tiempos de escasez, sus hojas tostadas también se fumaban como sustituto del tabaco.

   Es una herbácea de hojas mayormente en roseta, basales y de color verde oscuro, muy vellosas (lo que las hace algo ásperas), pecioladas y con el margen lobulado-dentado. La inflorescencia eleva un tallo erecto, glandular y piloso, que alberga flores azuladas o violáceas, con la forma típicamente labiada, localizadas en distintos pisos (verticilos) de pequeñas ruletas excéntricas al eje. Florece en primavera y verano, aunque puede alargar dicho periodo hasta incluso el otoño.
   Normalmente no llegan a más de 40 cm de altura, aunque algunas subespecies menos comunes pueden rondar el metro. Su distribución es típicamente mediterránea, estando también presente en las Islas Británicas.

Hoteles para los insectos

 
Hotel de insectos en el Jardín de Luxemburgo de París






   Ya anteriormente en el blog hemos dejado constancia de lo beneficiosas que son diferentes especies de insectos (abejas, abejorros, luciérnagas...). Y no solo ellas, hay infinidad de especies de insectos en nuestro entorno que desconocemos y que juegan un papel importantísimo en la polinización de nuestras plantas, por no hablar del gran beneficio previniendo y controlando la expansión de distintas plagas, sin la necesidad de recurrir a pesticidas y demás arsenal contaminante.

Hotel de insectos, integrado en las calles de París
   La figura de un hotel para insectos está francamente desarrollada en Centroeuropa y Gran Bretaña, ante la problemática que derivó la grave desaparición de insectos en bosques muy tratados por la mano del hombre. Ahora comienza a dejar verse en también en parques y jardines de medio mundo como una idea genial destinada a facilitar un refugio lleno de habitaciones preparadas para darles cobijo en la época invernal, cuando más vulnerables son al no encontrar árboles muertos o suelos sueltos de una forma fácil y natural.


   Un buen hotel de insectos no está destinado a un insecto en particular, sino que cumple la función de diversificar al máximo la oferta para llegar al máximo espectro de insectos posible. Por ejemplo y como ya sabemos, sólo una pequeña parte de las abejas o abejorros que existen viven en grandes colmenas. La mayoría de ellos son solitarios y pacíficos (no son agresivos al no tener colmena que defender, y solo en caso de que su vida corra peligro usan su aguijón), y excavan agujeros en el suelo para pasar el invierno y hacer su puesta. Otros muchos aprovechan los tallos huecos, otros se hacen su propia celda con un poco de barro, y otros simplemente se ocultan entre la hojarasca. Es el caso también de las mariquitas, que pasan el invierno hibernando ocultas entre las hojas secas esperando a que pasen las inclemencias meteorológicas... ¿te habías planteado antes que al quitar la hojarasca de tu jardín, quizá estés eliminando de paso un aliado depredador tan maravilloso como este? Pero no queda ahí la cosa, porque hay muchos otros insectos beneficiosos a los que un hotel podría ayudar, como algunas mariposas, escarabajos, crisopas, arañas, libélulas, tijeretas... Puedes tener localizado así todo un mundo en conexión, para poder observarlo y aprender de él, dando un cierto equilibrio a tu jardín. ¡También puedes atraer a animales anfibios como ranas, tritones o erizos si dejas a ras de suelo piedras y raíces!


   Con suerte algunos de nuestros inquilinos estarán tan contentos que usarán el hotel para largos periodos, desarrollándose los huevos, pasando por la fase larvaria, y hasta la edad adulta. Naturalmente no podemos controlar por completo qué tipo de insectos visitarán nuestro hotel, incluso puede darse el caso de depredación entre inquilinos, pero al menos sí sabremos que estamos dando una oportunidad a muchos que, de otra manera, tendrían muy difícil la supervivencia ante la falta de madera muerta y hojarasca. Ten por seguro que no todas las especies de insecto utilizarán hábitats artificiales. Y dentro de las que sí lo utilicen, cada especie tendrá diferentes requisitos de anidación (tal y como lo hacían los pájaros en las cajas nido, ¿os acordáis?). Con el tiempo, podremos irnos dando cuenta de cuales son los lugares preferidos de nuestros amigos favoritos... pero recuerda siempre que todos son necesarios, y que a la larga favorecer sólo una especie puede ser un error.

   Algo de lo que todos hablan y hacen ver es que este invento fascina y engancha. No ya sólo por el éxito en la polinización de tus flores y hortalizas, o porque sea siempre bonito en nuestro entorno, sino que es enormemente didáctico para niños y adultos como actividad al aire libre. Este quizá sea el mayor valor del hotel, como elemento educativo para escuelas y jardines públicos, una forma atractiva de explorar el mundo de los insectos de jardín y su importancia real.


Hotel de insectos, en el Jardín de Plantas de París





   Naturalmente puedes buscar en tiendas especializadas y comprarte un sofisticado hotel para insectos en tu jardín, pero nosotros aconsejamos hacernos uno nosotros mismos, ya que la experiencia en sí misma es de largo mucho más gratificante y puedes dar rienda suelta a tu vena artística y focalizarlo también como elemento decorativo. Y una vez más, como ya vimos con las cajas nido y comederos para pájaros, podemos hacerla sin mucho esfuerzo y utilizando únicamente materiales reciclados; madera de pallets para la estructura y una rejilla de gallinero para sostener todas las "habitaciones" en su sitio además de evitar la predación por parte de los pájaros, y para el interior buscaremos ramas secas, cabezas de cardo secas, piñas, cortezas, cañas o bambú, hojas, musgos y líquenes, pequeños troncos que perforaremos con agujeros de varios diámetros y profundidades... Aquí ya entra la imaginación de cada uno. Pero eso sí, es importante utilizar maderas no tratadas... ¡podrían desprender a la larga productos químicos que matasen a nuestros nuevos vecinos!
   Pero, ¿cómo hacer un hotel de insectos? No hay misterio ninguno, tu coge los listones de los pallets, e imagínate lo que puedes sacar de eso. En realidad es como hacer una caja poco profunda con pequeñas estanterías, en la que luego encajarás todo el material antes comentado que conformarán las "habitaciones" de nuestro "hotel". Lo importante es la idea, tener claro lo que uno quiere... el resto, es cortar y clavar ;)

   Te exponemos a continuación algunos proyectos simples. Pero si no es lo que buscabas, y no te inspiran... ¡no dudes en buscar por la red! Está plagada de ejemplos alucinantes, que de seguro te enamorarán. ¿Te acuerdas del Jardín de Luxemburgo que hace poco visitamos en París? ¡Era un buen ejemplo de ello!

A   Un hotel asequible pero de lujo sería el que nos plantean desde la página de thegreenlever, altamente recomendable para proyectos DIY. En él se exponen con detalle todos los materiales a utilizar (1 y 2), cómo realizar el claveteado a escuadra (3 y 4) así como la disposición del material interior (5, 8 y 9) y acabado en el tejado (6) y en la espalda (7). El resultado final es increíble (10).


Modelo propuesto por thegreenlever (vía)
B   Otro modelo similar es el que nos plantean desde la asociación Nature Kenya, en asociación con la National Geographic: 
 

Vía
C   El tercer proyecto que os presentamos a continuación nos explica los diferentes tipos de texturas y materiales utilizados, destinados a los distintos tipos de insectos a hospedar. Puedes verlo más desarrollado en la página ideas sostenibles, que en sí misma marca también un referente para todo aquel maniaco del bricolaje y el jardín.
 

Vía
siendo;

1. Paja o madera: proporcionan abrigo, óptimo para las crisopas, cuyas larvas se alimentan de plagas como pueden ser pulgones, cochinillas, moscas blancas, o huevos de ácaros.

2. Cañas de bambú, que proporcionan refugio para abejorros y abejas solitarias que polinizan las primeras flores de los árboles frutales, ya en el mes de marzo.

3. Macetas colgadas boca arriba y llenas de heno; atrae tijeretas que gustan de plagas como los pulgones.

4. Tablas de madera apiladas tras una rejilla, aptas para insectos xilófagos que intervienen en la descomposición de la madera muerta.

5. Los troncos agujereados son un refugio muy apreciado por muchos polinizadores, como las abejas y las avispas solitarias, cuyas larvas se alimentan de pulgones.

6. Los haces de varillas de médula de escaramujo, rosa, baya del saúco o cañas, proporcionan un refugio perfecto para los sírfidos y otros himenópteros.

7. Ladrillos: son apreciados por abejorros y abejas.

8. Pequeñas maderitas superpuestas unas sobre otras atraerán a mariquitas que vienen a pasar el invierno. Sus larvas consumen una gran cantidad de pulgones. Algo similar podríamos conseguir haciendo pequeñas ranuras en nuestras maderas planas.

D   Pero hay otros modelos mucho más sencillos, por si lo que queremos es hacer uno para un espacio reducido, o "para ver cómo resulta" antes de lanzarnos con un proyecto mayor. En este caso, bastará con hacer una pequeña caja o estructura de madera rudimentaria, y rellenarla con el material apropiado. Otro tipo también muy sencillo y efectivo aunque quizá no tan vistoso consiste en apilar pallets completos, e insertar los distintos tipos de materiales en su interior. Tiene la gran ventaja de hacer a los anfibios del lugar partícipes de nuestro proyecto. 



Distintos tipos de hoteles para insectos (Vías 1, 2 y 3)

   El lugar ideal para su colocación será en un lugar soleado, aunque siempre protegido de la intemperie, y relativamente cerca de las flores silvestres, árboles y arbustos de los que posteriormente se alimentarán. Por ejemplo así de paso también facilitaremos los numerosos viajes de algunas abejas hembra que pondrán un huevo en cada pequeño agujero, pero siempre acompañado de la cantidad de polen y néctar necesaria para el temprano desarrollo de su descendencia antes de cerrar la celda, lo que le llevará en torno a unos treinta viajes para cada una.

   Un hotel de insectos necesita también de cierto mantenimiento. Así, a los dos o tres años convendría renovar o limpiar a fondo las "habitaciones" interiores para evitar la proliferación de parásitos o enfermedades en los insectos.

   Es importante cerrar con una malla el hotel de insectos, ya que así impediremos que algunos pájaros tomen nuestro invento como un maravilloso restaurante. Y recuerda que la plantación de flores resulta a la larga el mejor método para atraer enemigos naturales de las plagas de jardín, además de agentes polinizadores. Las corrientes modernas no conciben un jardín sin alegres mariposas ni mariquitas, resultan ser tan importantes como las propias flores. Es por ello que, poco a poco, los pesticidas dejan de tener sentido en nuestros jardines.


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Acercándonos al otoño.... piensa en verde

Hoy damos la bienvenida al otoño, y aunque ésta sea una estación preciosa por el colorido de los bosques, no deja de ser algo melancólica, los días se hacen más cortos, el tiempo empeora. Bien pues aún así hay que decir que no debemos bajar la retaguardia y nuestros pensamientos deben continuar en el verde ;)

Cuando vuestras plantas no os den la mejor de sus sonrisas pensad en lo bonitas que estarán pasado el otoño y el invierno, vuestro huerto agradecerá todo el trabajo de este periodo y lucirá verde y hermoso todo aquello que sembréis, los bosques por donde paseéis necesitarán un freno para coger las fuerzas necesarias porque estad seguros que lo "darán todo" de aquí a unos meses, así que... por todo esto y por mucho más ¡piensa en verde!

Si quieres descargar la imagen pincha aquí
(Tamaño máximo DIN A4 21x29.7cm)

El proyecto Pothole gardener: crea momentos de felicidad inesperada



Siempre nos gusta traeros cosillas o hablaros de proyectos que se hacen por todo el mundo, porque ¿qué mejor manera de aprender, mejorar y valorar lo que se tiene que viendo lo que se hace en otros lugares?.
Hoy os quiero hablar del proyecto "pothole gardener" (Pot: maceta, hole: agujero, gardener: jardinero).

La primera vez que vi una fotografía relacionada con este proyecto pensé: ¡es la viva imagen de nuestra filosofía!  recordad: "un oasis verde entre caminos de asfalto y montañas de cemento"...

Vía


Pues bien el creador de este proyecto lo define así: Pothole gardener trata sobre cómo crear momentos inesperados de felicidad.

Todo surgió cuando al creativo Steve Wheen se le ocurrió dar una respiro de color al perpetuo gris londinense. Creó pequeños jardines en lugares inesperados: agujeros de aceras y carreteras y los acondicionó con objetos en miniatura, de esta manera se creaba una escena en la que el observador podía sentirse protagonista.

Lo mínimo que provocan es una sonrisa, pero el razonamiento humano puede ir todo lo lejos que podamos imaginar: crítica a sistema actual, la frialdad de la ciudad, la necesidad de escapar y retomar el contacto con la naturaleza....

Todos estos razonamientos chiflan al protagonista de nuestra historia que no ha dudado en hacer vídeos con algunas de las impresiones de la gente que los ve.

Os dejamos aquí con algunos de estos momentos de felicidad inesperada para que comencéis, prosigáis o terminéis el día con alegría.

The Pothole Gardener project is all about creating unexpected moments of happiness. My little gardens are a respite from the greyness of London. 
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pothole garden

Si queréis seguir disfrutando de momentos de felicidad no dudéis en visitar la página del proyecto, además si os lanzáis a la aventura podréis enviarle una foto de vuestro pequeño jardín para que la publique en su blog :)






Plantas de cada día; el jaguarzo (Cistus albidus)


   Con fijarse un poco por donde uno anda, puede sorprenderse con cosas maravillosas. No hace mucho encontré al dar un paseo una de mis favoritas en un jardín; el jaguarzo o jara blanca (Cistus albidus). Acostumbrado a verla por el monte, es bonito ver que la gente se da cuenta de la belleza que tienen las especies que no son tan típicas.

   La etimología de su nombre viene del latín clásico, en el que el epíteto albidus viene a definir el aspecto blanquecino de sus hojas, densamente tomentosas en base a pequeños pelitos que evitan que haya un exceso de evapotranspiración además de ser una barrera natural contra el ataque de los insectos. Son dichas hojas además algo ásperas y de forma ovalada, opuestas, de margen levemente revoluto, y con tres nervios muy marcados. En cambio, el nombre vulgar de "Jara" deriva del término árabe "Xara", que significa "matorral".
   Es una planta perennifolia típicamente mediterránea, que acepta todo tipo de suelos (mientras no estén encharcados), aunque prefiere los calizos. Como buena jara tiene un porte arbustivo que alcanza y sobrepasa el metro y medio, y prefiere exposiciones a plena luz, y climas secos. También aguanta heladas leves, y se hace un elemento a tener en cuenta como tapizante de cunetas y altas pendientes.
  
   Aunque hasta hace poco no ha sido muy usada, es una planta estupenda para la jardinería, tanto para rocallas como arbusto ornamental, o formando manchas y setos de porte natural adornando caminos, y no solo por su rusticidad, sino que además tiene una abundante floración entre los meses de mayo y junio. Las terminales y solitarias flores, que recuerdan a las rosas con cinco característicos pétalos rosados aunque con llamativos estambres amarillos, son efímeras (duran apenas un día), pero la planta renueva su floración de una manera casi contínua durante casi dos meses.

   Las hojas de esta planta aromática, bien conocida en el norte de África, ha venido siendo usada por la comunidad árabe para hacer un tipo de té especialmente digestivo que además alivia el dolor de estómago y de cabeza, y tiene propiedades aperitivas (abre el apetito). También dicha infusión resulta cicatrizante y  desinfectante, y así tradicionalmente se ha usado para aliviar inflamaciones y lavar úlceras y heridas. Antiguamente tanto la infusión de sus flores como el ládano extraido de la planta (resina pegajosa que produce de forma natural, de un olor intenso) también se usaban como jarabe para la tos, y en algunas zonas del Levante español han sido además utilizadas como un sustitutivo del tabaco en épocas de carestía. También sus hojas se han empleado como estropajo, para la limpieza en el monte de los utensilios de cocina.




   Se considera oportuna la poda primaveral de ramas más viejas, para que brote con más fuerza. No acepta bien los trasplantes, aunque puede multiplicarse tanto por semillas en otoño como por esquejes en verano, y su propagación es especialmente abundante en terrenos recientemente incendiados (característica compartida para la mayoría de las jaras, que resultan ser pirófitas), ya que sus semillas, además de comestibles, resisten francamente bien el fuego.

Promenade plantée: la transformación de una vía de metro en corredor verde

Hoy nos vamos de paseo, un paseo muy especial y algo desconocido para los visitantes que llegan a París. Un corredor verde de 4.5Km ubicado en un antigua vía de tren que cesó su actividad en el 69. Seguro que os suena haber visto una antigua linea de tren neoyorquina transformada en paseo verde, pues bien, ésta se inspiró precisamente en el paso que hoy os presento.
La transformación de este espacio tuvo lugar en la década de los años 80, y fue concebido por el paisajista Jacques Vergeely y el arquitecto Philippe Mathieux. inaugurándose justo hace 20 años (1993).

Plantas de cada día; la lengua de vaca (Rumex crispus)



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    La lengua de vaca (Rumex crispus) es una poligonácea perenne propia de baldíos y cunetas, aunque también es frecuente verla en tierras costeras y campos de labor, aprovechando la presencia de nitrógeno acumulado disponible gracias a  distintos restos orgánicos. Sus tallos son erectos y rígidos, y suele crecer muy ramificada desde su base hasta sobrepasar el metro y medio de altura. Las hojas basales son lisas y alternas, partiendo de una roseta, largamente pecioladas y ásperas tanto en el haz como en el envés. La forma de sus hojas da pie al nombre vulgar de "lengua de vaca", ya que por lo general son grandes, de hasta 30 cm de longitud, con forma lanceolada u oblonga y de borde liso y levemente ondulado, con venas muy marcadas.
 
   Se trata el género Rumex de un género complicado en su determinación, ya que distintas especies frecuentemente se cruzan, y a menudo el fruto se hace necesario para su identificación. Dicho fruto tiene forma de pequeña nuez brillante, con tres bordes agudos y de color marrón rojizo, que flotan en el agua y quedan prendidas en el pelaje  de los animales que pasen cerca, lo que ayuda a la dispersión de la especie.

   Es considerada una "mala hierba" en tierras de cultivo, y en el continente Americano así como en Australia o Nueva Zelanda, ha resultado ser una especie invasora grave. 


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   Sus hojas tienen gran cantidad de vitamina A, siendo ricas además en hierro y potasio. Desgraciadamente y al igual que la vinagrera (Oxalis pes-caprae) también contiene gran cantidad de ácido oxálico, por lo que para su consumo como verdura se hace recomendable hervir las hojas jóvenes, de sabor un tanto avinagrado, varias veces. También se puede consumir en fresco, pero siempre hojas jóvenes (las maduras amargan) y en pequeñas cantidades ya que de otro modo podría resultar tóxica.

   Su raíz, pivotante y de un color amarillo característico, ha sido usada tradicionalmente por distintas culturas como la del pueblo Zuni de Nuevo México para hacer cataplasmas e infusiones como remedio casero para infecciones de la piel.

   Además, y según nos ha hecho ver Ana Orgánicus, lectora del blog, es efectivamente usada para curtir cueros (debido a su alto contenido en taninos) así como tinte natural para lanas y otros tejidos, ofreciendo un color amarillo bien apreciado. Para ello habría que macerar las hojas durante la noche anterior, hervirlas media hora, para a continuación colarlas y sumergir y mezclar la lana en el líquido resultante, hirviéndolo conjuntamente durante una hora. Dejarlo reposar otras doce horas, para después aclarar con agua limpia abundantemente.

  También puede conseguirse un color verde glauco, para lo cual habrá que añadir sulfato de cobre disuelto en agua tibia tras la ebullición, para volver a hervir durante otros cuarenta minutos antes de dejar enfriarla definitivamente.

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