La flor del mes de abril. La margarita

El otro día me enteré que cada mes tiene asociado una flor y que la flor del mes de abril es la margarita. Llamándome Margarita y habiendo nacido en el mes de abril no me he podido resistir a escribir este post.

Generalmente las margaritas suelen pasar desapercibidas pero son unas flores de lo mas singulares.  Margaritas hay para todos los gustos y colores, se dice que existen más de 140 variedades de margaritas repartidas por todos los continentes menos en la Antártida, que estoy segura que antes o después incluso allí llegarán. De todas ellas, me quedo con la clásica margarita,  la del “me quiere, no me quiere”, esas flores pequeñitas que cubren el campo al llegar la primavera, con el centro amarillo y pétalos blancos que lo rodean (Bellis perennis), originaria de Europa y posteriormente introducida por los primeros colonos en América.

Las margaritas florecen desde la primavera hasta el invierno, son flores todo terreno, super-resistentes, sean cuales sean las condiciones ambientales allí está la margarita floreciendo, ¿cuántas flores más pueden decir lo mismo? Además, destacan tanto por sus propiedades culinarias como medicinales, las hojas se utilizan en ensaladas y con las flores secas se hacen infusiones con importantes propiedades antiespasmódicas, calmantes, digestivas y astringentes. También son muy valoradas como flores decorativas para formar ramos frescos ya que su flor cortada, a aparte de ser monísima, dura bastante tiempo.

“Cuenta la leyenda que el origen de la margarita se debe a una ninfa que se transformó en una encantadora pero modesta flor silvestre para escapar a una atención no deseada” por ello se dice que la margarita representa la inocencia, la simplicidad y la alegría y en algunas culturas simboliza la pureza. Para mí la margarita también representa la humildad y el optimismo al ser una flor discreta y capaz de superar cualquier tipo de adversidad que le presente el medio.