Plantas de cada día; el carraspique blanco (Iberis pectinata)

   El género Iberis, con más de cincuenta especies de plantas herbáceas y arbustivas, queda repartido por el continente europeo. Algunos de sus integrantes han sido usados en homeopatía para combatir la ansiedad y dolores musculares, aunque más fama sin duda han conseguido gracias a la belleza de su floración, que ha llevado a diferentes especies a ser muy apreciadas en jardinería.

   En ese aspecto, la Zarzara o Carraspique blanco (Iberis pectinata) es una herbácea anual mucho más modesta, y se conforma con mostrar su indudable belleza al borde de caminos y taludes de suelos sueltos normalmente básicos y a pleno sol. Su distribución mundial se reduce a la península ibérica, y ya dentro de ésta es más abundante en su parte sudoriental. Ya según Galeno el propio origen del término "Iberis" da cierto reflejo a lo que el médico Damócrates en la Antigua Grecia observara, y no era otra cosa ésta que su presencia y uso por vez primera en la región de Iberia. Fué el propio Plinio quien la describió como una planta que crece entre los viejos monumentos y a la vera de los caminos.

Las hojas superiores tienden a ser lineares

Es una planta ruderal de bordes de camino y suelos sueltos a pleno sol

   De escaso porte, su talla no suele superar los 10-30 cm, pudiendo dar lugar a un único tallo floral que nace desde su base, o varios dando lugar a una estructura mucho más ramificada. Suele estar cubierta de numerosos pelillos, y sus hojas basales son pecioladas, también pubescentes, oblongo-espatuladas, y de margen profusamente dentado (pectinado, de ahí el término que define la especie). Las hojas superiores serán sin embargo mucho más lineares.

   Las inflorescencias son muy características, y aparecerán allá entre los meses de abril y julio formando corimbos densos, de sección más o menos plana. Sus flores son hermafroditas, y como buena crucífera encontraremos que están formadas por cuatro sépalos y otros tantos pétalos de color blanco radiante (a veces algo rosado). La fructificación dará lugar a frutos alados (silícuas bivalvas dehiscentes) de contorno subcuadrangular bastante característicos, que lanzarán numerosas semillas al viento para una mejor dispersión.

Las semillas se agrupan en silícuas dehiscentes características (vía)

(vía)

   Aunque no es habitual, resulta ser una excelente especie para jardines que necesiten de pocos cuidados, así como rocallas y jardines de rocas.