Plantas de cada día; el beleño (Hyoscyamus albus)


   El beleño blanco, adormidera de zorra, hierba loca o flor de la muerte (Hyoscyamus albus) es una sorpresa más que nos guarda el ancho mundo de las solanáceas. ¡El propio padre de Hamlet parece ser que murió envenenado con esta planta! Y es que la familia de los pimientos, tomates y patatas tiene parientes la mar de peligrosos, ya lo vimos no hace mucho con el estramonio, y conviene conocerlos.


   En concreto el beleño blanco es una planta que crece en baldíos y escombreras, junto a muros, caminos y en suelos nitrogenados de la región mediterránea. Cohabita con su pariente el beleño negro (H. niger), aunque a diferencia de éste el Beleño blanco tendrá hojas pecioladas algo más oscuras y con el mucrón espinuloso del lóbulo del cáliz algo más corto en la floración. Sin embargo su variabilidad foliar es bastante elevada, por lo que habrá también poblaciones en las que las hojas superiores se atenúen en peciolos cortos, pareciendo sésiles al igual que el H. niger.

   Es una hierba anual, bienal o perenne, densamente cubierta de abundantes pelillos suaves y viscosos tanto en el tallo como en las hojas, pudiendo llegar hasta los 80 cm, y ramificándose  sus tallos erectos (que a veces dan lugar a una base leñosa) en los que crecerán sus características hojas simples y alternas, ovadas y pecioladas, con incisiones en los bordes. A menudo tiene un olor penetrante, algo desagradable y fétido.

   Las inflorescencias aparecerán tanto en primavera como en verano, formando cimas helicoides que una vez maduras aparentan ser una espiga, aunque ocasionalmente también podrán encontrarse flores solitarias terminales. Las flores serán zigomorfas y hermafroditas, con corolas de color amarillo crema, frecuentemente con la garganta púrpura o morada (la corola del H. niger podrá ser sin embargo amarillenta o blanquecina, con la garganta y nervaduras también púrpuras). Los frutos tendrán forma de cápsulas (pixidios) tabicadas en dos cámaras que contienen numerosas y diminutas semillas.

   El nombre de Beleño deriva del latín Belenus, dios galo al que se consagró esta planta con la que los galos envenenaban sus flechas. Antiguamente también se la llamaba "cazadiablos", existiendo la costumbre de colgar un ramo de la planta en un lugar visible de la casa para espantar los malos espíritus. Por otra parte, el nombre del género Hyoscyamus fue establecido por Tournefort y validado posteriormente por Linneo, y proviene de los términos griegos Hyós (jabalí) y Kýamos (haba o semilla), no quedando claro el significado etimológico de tal denominación. Está compuesto el género por aproximadamente 23 especies, todas ellas tóxicas al contener alcaloides tropánicos tales como la hiosciamina, atropina y escopolamina.

   Es importante saber que, al ser toda la planta rica en dichos alcaloides tóxicos (tanto la raíz como las hojas, tallos, flores y frutos), todo tratamiento no supervisado por un experto está absolutamente desaconsejado por su gran peligrosidad, pudiendo causar la muerte en caso de sobrepasar la mínima dosis aconsejada.

   Su uso por parte del hombre ha sido sin embargo profuso históricamente, tanto para el bien como para el mal. Se ha sugerido su uso desde culturas tan remotas, que podríamos viajar hasta ver las sacerdotisas griegas de Delfos usando la plantita a partir de la cual adquirirían el don de profetizar. O incluso ver a los Druidas usarla para contener epidemias virulentas tales como la escarlatina. Parece ser que también los antiguos egipcios dejaron testimonio de su conocimiento en el Papiro farmacopeo de Ebers (año 1.500 a.C.), usándo además su aceite para el alumbrado.

El llamado Papiro de Ebers en honor al explorador alemán Georg Ebers (izquierda, vía 1), mide unos 20 metros de largo y contiene uno de los mejores tratados de medicina egipcia jamás documentados (a la derecha, vía 2)

   Y es que sin duda el beleño tiene propiedades sedantes del sistema nervioso central, por lo que antaño, antes del descubrimiento del cloroformo, se usaba esta planta para adormecer a los pacientes antes de las intervenciones quirúrgicas. También era usado para aliviar el sufrimiento de los sentenciados a muerte. Ya en la Edad Media era usada tanto por ladrones y torturadores (buscando la inconsciencia o maleabilidad inocente del individuo) como por supuestos brujos para dormir a sus víctimas o propiciar así supuestos relatos de delirio atropínico en los que los participantes protagonizaban escenas de "levitación" y aquelarres. Tomada junto con otras solanáceas igualmente tóxicas y alucinógenas como la belladona o el estramonio, hacían que las figuradas brujas pudiesen volar tras haber inspirado el humo procedente de quemar la planta, al dar ésta sensación de ingravidez.

Aquelarre de brujas en “Cuisine des sorcières” de Jacques de Gheyn (Vía)
   Parece tentador su consumo, pero lo que secuencialmente produce es sequedad en la boca, dilatación de las pupilas, rubefacción, taquicardias, agitación y alucinaciones, y en dosis elevadas el coma y paro respiratorio. También produce, tras el periodo de estimulación, procesos depresivos en distinto grado.

   Sin embargo sus propiedades medicinales van mucho más allá, habiéndose indicado para tratar diversos tipos de dolores (es un buen analgésico en uso externo, habiéndose usado su humo contra dolores de muelas), así como para reducir espasmos y temblores (también para la Enfermedad de Parkinson), y en casos de epilepsia. Es también un buen emoliente y vulnerario, diurético y antiinflamatorio entre otros, aunque su uso popular para tales casos no está justificado por la peligrosidad que entraña.

   Como curiosidad, cabe señalar que el nombre de esta planta ha dado origen a la palabra castellana "embeleñar", sinónimo de embelesar, además de tener la acepción de adormecer con beleño. El zumo hervido de la planta produce un tinte de color blanco y brillante, muy apreciado en la pintura clásica. También las hojas se han utilizado para teñir la lana de color aceitunado.


4 comentarios:

  1. ¡¡¡Me encanta esta planta!!! no sé por qué, pero además es la mar de interesante. Qué de historia tiene :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también me gusta bastante. Como que siempre ha estado ahí, y ha sabido pasar inadvertida :)

      Eliminar
  2. Que curiosa y cercana al mismo tiempo no? es lo que tu decías, siempre así y siempre inadvertida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y tanto... ¡Otro "hierbajo" más que nos sorprende gratamente! :D

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...