Aventuras del día a día: Islas Galápagos IV Reptiles, peces y mamíferos


Hablar de las Islas Galápagos es por su puesto hablar de sus galápagos, los animales que sin duda marcan el ritmo del lugar. Estos enormes reptiles de hasta 1 metro de altura son sus habitantes más ancianos.

Para poder observarlos hay que situarse en la zona húmeda de transición, entre la zona más cercana a la costa de clima semi-árido y aquella dominada por las nieblas. Es tan fácil encontrárselas como que el primer día que llegué el taxista pegó un frenazo para que pudiera ver a una de ellas situada ni más ni menos que en el borde de la carretera. Otro día por ejemplo un enorme atasco en la única carretera que une el aeropuerto con la capital de la isla de Santa Cruz se produjo precisamente porque a varios galápagos se les ocurrió atravesar la carretera en la misma zona y a la misma hora, y claro mover a un animal de semejante tamaño a demás de ser difícil estaba lógicamente prohibido, así que no quedaba más remedio confiar que el viento al menos estuviese a favor de los animalillos.

Era curioso como los galápagos más tímidos escondían sus cabezas soltando todo el aire de sus pulmones. El sonido parecía el respirar de una persona con escafandra. Debido a esto, las tortugas se veían obligadas a tener que sacar la cabeza de vez en cuando porque no tenían suficiente espacio para respirar.

Otro de los animales más sorprendentes de Galápagos son sus iguanas marinas. Están adaptadas a nadar y bucear en las corrientes del océano para comer algas. Tras su chapuzón necesitan largos periodos de tiempo ensolándose para coger calor y estornudar. Sí, sí, habéis leído bien, en sus "estornudos" expulsan la sal que han ingerido al comer las algas.

 

 
En la época del celo, los machos alfa cogen tonalidades rojizas y combaten encarnizadamente. Se quedaban parados subiendo y bajando el cuello con movimientos que parecían mecánicos, como si no fuesen animales reales sino que tuviesen un engranaje interior. Igualmente los sonidos que emitían parecían metálicos, electrónicos... mmm a ver si alguien me puso unos muñecos delante y yo caí en la trampa!

Pero no solo se pueden encontrar iguanas marinas, las iguanas terrestres de colores claros habitan las zonas más áridas de las islas y están en grave peligro de extinción.

Pero he de reconocer que uno de los reptiles que más ilusión me hizo ver fueron las tortugas marinas. La primera que vi no era más que un puntito negro en medio del mar. Me parecía increíble que estando en la costa pudiésemos ver como de vez en cuando puntitos negros subían y bajaban, puntitos que significaba que una tortuguilla subía a respirar. 


El siguiente contacto lo tuve haciendo piragüismo. Allí estábamos en la piragua intentando seguir los puntitos que salían, ahora ya mucho más cerca de nosotros, podíamos verles el caparazón,  los ojos e incluso ¡la boca!


 Y el tercer y último contacto fue directamente en el agua. La sensación era espectacular, imposible de explicar ni con palabras ni con imágenes (que no tengo). ¡Pudimos nadar junto a ellas sin que se asustasen, como si nos conocieran de toda la vida!.

Sin salir del agua, o mejor dicho, sin entrar en ella pero sobre ella era también facilisimo ver mantas rayas. Jugaban con nosotros, pasaban en grupos por debajo de nuestra piragua. ¿Un momento mágico?ver a una de ellas pegar un salto por encima del agua, ¡increíble! Este tipo de mantas, de forma romboidal, oscuras por arriba y blancas por abajo no tienen aguijón venenoso. Recuerdo en el acuarium de Génova que había una piscina con mantas-raya que se acercaban a las manos de las personas porque les gustaba que se les acariciase.


Pero para aquellos con ganas de aventura, también era posible ver a las mantas con aguijón venenoso, éstas solían estar más bien en las orillas de los manglares. Mucho más grandes, de forma redondeada descansaban tranquilas en el fondo.


¿Qué aún tenéis ganas de aventura? Galápagos es uno de los paraísos para los submarinistas debido a la confluencia de 4 corrientes marinas de aguas calientes y frías, esta variación de corrientes hace que se produzcan bancos de peces que atraen a ballenas y tiburones.
Ya desde la orilla o haciendo snorkeling era posible ver miles de animales, por lo que imagino lo que puede ser sumergirse en estas aguas... por lo visto es bastante fácil poder ver tiburones martillo y ballenas. Un día, mirando por la ventana de la cocina, vi una mancha negra en el puerto y después supe que ¡había sido una ballena!

Otro día estando en la playa, vi un triangulo que salía del agua e iba bordeando toda la bahía, ¿un tiburón? ¡sí! el tiburón de punta blanca. Es un tiburón chiquitito, inofensivo porque come plancton, aunque... bueno, tiene una buena boca igualmente :)

 

Pero si hay un animal gracioso, y juguetón esos son los leones marinos, que están emparentados con los leones californianos. Hay muchísimos, más en unas islas que en otras. No tienen ningún miedo del ser humano, como casi todos los animales de las islas. Es más, los jovencitos vienen donde estés para jugar contigo. Nadan haciendo piruetas, se te acercan a la velocidad del rayo y luago se alejan con la misma velocidad. ¡Una experiencia única!




Estoy segura que más de uno ya está buscando la manera de poder ir a visitar las islas...

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Galápagos I: Sus paisajes ir
Galápagos II: Vegetación en modo macro ir
Galápagos III: las aves ir


Miércoles de arte y naturaleza; Lorenzo Manuel Durán.



   La historia de  Lorenzo Manuel Durán es digna de contar. Este artista cacereño, a la edad de 36 años, sufrió el duro revés del desempleo. Este hecho, lejos de ser un traspiés, resultó ser una bendición ya que le hizo volver sus pasos hacia lo que era su verdadera pasión; el arte y la naturaleza.

Plantas de cada día; la cañareja (Thapsia villosa)

   Seguro que más de una vez la hemos visto vegetando por suelos áridos, pobres en nitrógeno, muy soleados (no soporta la sombra) y secos, algo degradados. También al borde de caminos y claros de bosque de la zona occidental mediterránea, englobando con ello tanto el norte de África como la península ibérica y Francia. Es la cañareja o zumillo (Thapsia villosa); una herbácea perenne y ruderal bastante común que habita en todo tipo de suelos desde el nivel del mar y hasta los 1800 m.

Aventuras del día a día: Islas Galápagos III Aves



Tras haberos presentado algunos de los paisajes más importantes de las Islas Galápagos, continúo ahora mostrándoos los habitantes que pude conocer en mi aventura galapagueña.

La sensación que me llevé de las islas fue la extrema sociabilidad de sus animales. En mi subida diaria a la montaña iba acompañada por un grupo de pajarillos. Éstos cuando paraba se posaban en los árboles y me miraban curiosos, cuando por fin llegaba a mi destino, subían y bajaban por las ramitas de los arbustos que me rodeaban sin dejar de mirar lo que hacía. Se acercaban tanto que si estiraba el brazo podría haber sido capaz de tocarlos con la mano.
Los primeros animalillos que os presento son justamente estos de los que os acabo de hablar, los que formaban parte de mi día a día, mis compañeros de fatiga: el papamoscas de galápagos (Myiarchus magnirostris) y  el canario maría (Dendroica petechia).

Miércoles de arte y naturaleza; Ernst Haeckel


El naturalista Ernst Haeckel acompañado a la izquierda de Von Miclucho-Maclay (1866) (vía)

    Hoy nos visita Ernst Haeckel (1834-1919), un médico y naturalista alemán muy peculiar que, si por algo es conocido, es por ser un reconocido "evolucionista". Se encargó de defender y difundir las ideas evolucionarias de Charles Darwin en su país natal, aunque fue también conocido por algunas teorías propias tales como la Teoría de la recapitulación, que aunque hoy en día haya quedado en gran parte desacreditada, nos aportaba la idea romántica de que todas las especies, en su desarrollo embrionario, reproducirían fielmente el desarrollo evolutivo completo que habían experimentado a lo largo de su evolución. En realidad, la ciencia por aquellos años era una mezcla de hipótesis y comprobaciones, que dejaban volar la imaginación de los hombres, y que llenaban un inmenso vacío con sus fracasos y sus éxitos.

El longicornio de los cardos (Agapanthia irrorata)


   Solo hay que estar atento para descubrir cosas maravillosas en lugares insospechados. Sin ir más lejos, buscando plantas comunes por un terreno bastante degradado y antropizado para nuestra sección de "plantas de cada día", feliz entre las cañarejas nos encontramos a este coleóptero:

Aventuras del día a día: Islas Galápagos II Vegetación en modo macro


El el anterior post os mostraba un poco los paisajes más característicos de las islas galápagos (sobretodo de la Isla de Santa Cruz donde pasé la mayor parte de mi tiempo).
Hoy simplemente quiero mostraros detalles de la vegetación que me encontraba cada día, porque no debemos olvidar que son estos pequeños detalles son los que terminan por hacer paisaje.

Miércoles de arte y naturaleza: Nature Street Art I

¡Hola!

Otro miércoles más y otro día de arte.
Hoy nos recorremos las calles de medio mundo en busca de las mejores obras de arte callejero, siempre, como no, ligadas a la naturaleza.

Vía

Vía
Vía
Las cuatro últimas imágenes son obtenidas de street art utopia

Siempre imaginativo, el street art es desde luego en muchos casos arte del bueno.
Si os ha gustado este post y os perdistéis el post sobre el proyecto potohole gardener, no dejéis pasar  la oportunidad de echarle un ojo porque os encantará. 


Plantas de cada día; la cicuta (Conium maculatum)


   Hoy nos visita una planta con mucha historia, la cicuta o beleña (Conium maculatum). Aunque hoy la catalogamos de mala hierba, ya el propio Linneo, en su Hortus cliffortianus (1737) decía que tan solo el nombrarla infundía miedo en grandes y pequeños. No es para menos, sin duda es la más peligrosa de las umbelíferas, aunque quizá lo más soprendente sea el desconocimiento general de su existencia como elemento relativamente frecuente en bordes de camino o terrenos removidos a orillas de cualquier paseo.

Aventuras del día a día: Islas Galápagos I sus paisajes

¡Hola!

Tenemos el verano a la vuelta de la esquina y cada vez más el cuerpo nos pide vacaciones.
Por esto he pensado en ir descubriéndoos algunos de los espacios naturales que he podido conocer hasta ahora. Sus plantas, sus animales, sus paisajes... un pequeño viaje narrado a través los ojos de mi cámara.

 Hace unos 3 años y medio, el destino me jugó una buena pasada enviándome 3 meses a las Islas Galápagos. En mi rutina diaria pasaba de la costa a la montaña, de la aridez al bosque húmedo, de la civilización bulliciosa a la soledad tranquila de su naturaleza. Un solo día me daba para vivir un montón de sensaciones plagadas de contrastes.

¡Bienvenidos a las Islas Galápagos!


Arte y naturaleza: Concurso fotográfico de la Royal Horticultural Society

¡Hola!

Hoy os presentamos algunas de las fotografías ganadoras del concurso de la Royal Horticultural Society en las ediciones de 2012 y 2013. Aprovechad si vosotros también sois unos locos de las fotos, porque aún estáis a tiempo para presentaros a la edición de este año (cierre de las participaciones el 2 nov 2014). Podréis participar en las secciones de plantas, detalles  macro, estaciones, jardines y fauna salvaje.



¡Suerte amigos!

Plantas de cada día; la Erophila verna (Pan y quesillo)


   El pan y quesillo o yerbecilla temprana (Erophila verna) es una pequeña herbácea anual con un marcado carácter ruderal y arvense, que aunque en nuestros habituales paseos pase inadvertida, ella está ahí presente en lugares tales como eriales, bordes de camino, muros de piedra, claros de matorral o ribazos de toda Europa y parte de Asia. Si nos agachamos y fijamos bien la vista a nuestros pies, quizá podamos verla discreta por su temprana y bonita floración, que suele comenzar con el final del invierno en esos primeros días francamente primaverales cuando aún las últimas nieves no han terminado de recogerse, para extenderse largamente hasta el mes de julio. Su carácter rústico le ha llevado, seguramente ayudada de la involuntaria mano del hombre, a cruzar océanos y naturalizarse también en los enclaves más cálidos de Norteamérica y el continente australiano.

Hay que mirarse detenidamente a los pies para que no le pase a uno inadvertida...
   Si os acordáis, su historia es muy similar a la de la Cardaria draba, y no es casualidad ya que ambas resultan pertenecer a la enorme familia de las crucíferas. ¡Incluso con anterioridad se le vino a denominar Draba verna debido a su alto grado de polimorfismo intraespecífico!

   Aunque no llega al caracter invasor ni a considerarse una plaga como la draba, tiene costumbres y querencias similares; como aquella, vive a pleno sol, en suelos normalmente esqueléticos y secos (es indicadora de sequedad). Sin embargo, soportará casi todo tipo de suelos, tanto ácidos como básicos, y podrá estar presente en localizaciones de carácter más umbrófilo y prácticamente a cualquier altura; desde una arenosa duna casi al nivel del mar, hasta altas montañas que superen los 2000 metros.



Detallada lámina (y excepcional trabajo como siempre) de la Flora Ibérica (vía)

   Normalmente rondará los 15 centímetros de altura (aunque podrá variar enormemente, pudiéndose encontrar ejemplares de entre 3 y 30 centímetros), y tendrá una presencia efímera, completando su ciclo vital rápidamente. Se cree que su mayor o menor desarrollo podría estar ligado a la disponibilidad de agua en el entorno, y siempre condicionado por la brevedad de su ciclo de vida.


   Su sistema radical estará poco desarrollado, y sus hojas se dispondrán en rosetas, con forma espatulada y más o menos lanceloadas, normalmente con terminación apuntada. También serán pubescentes, con patentes pelillos tanto estrellados como simples, y su margen será insinuadamente dentado, marchitándose sin embargo incluso antes de que los frutos lleguen a madurar. Sus pequeñas y blancas flores (de unos 3 mm de diámetro) se caracterizarán por tener los pétalos profusamente divididos en dos lóbulos, y estar dispuestas en largos tallos florales que se ramificarán terminalmente dando lugar a numerosos racimos, de entre 3 y 17 flores.
   El fruto tendrá forma de silícula plana, elíptico-apuntada, que llegará hasta el centímetro de largo por unos 3 mm de ancho, guardando con recelo unas 50 semillas en su interior. Conforme vaya dispersando su preciada carga, la vaina verde tornará a un marrón algo traslúcido que a menudo permanecerá en la planta.
   Como curiosidad, y al estar siempre presente en suelos poco nitrogenados, resulta ser un buen indicador en parques y jardines, marcando un buen momento para proceder a la enmienda orgánica.

(vía)

   Sus hojas tienen propiedades medicinales, entre las que se destacan su carácter astringente y vulnerario, utilizadas en forma de infusión para heridas leves o pequeñas quemaduras y rozaduras. Además ha sido utilizada como como tratamiento para infecciones dermatológicas tales como el panadizo.


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