Hace poco ya vimos la Centaurea aspera. Hoy nos centramos en otro integrante de este maravilloso y complejo género, la Centaurea cyanus, también llamada aciano, azulejo o bracera. Crece igualmente en suelos secos y a pleno sol, típicamente en cunetas o entre las malas hierbas en los campos de cereal, aunque también en suelos alterados y sotobosques. Y aunque es un buen indicador de suelos secos y soleados, también soporta la sombra y grandes variaciones de temperatura.
Originaria de la zona sur y centro europea, esta cosmopolita ha viajado mezclada con los granos de cereal de la mano del hombre allá por donde este ha ido, y está presente en prácticamente todo el mundo. Ya Plinio el Viejo la describía como una flor "molesta para los segadores".
Es una herbácea anual (raras veces bianual) con tallos ramificados cubiertos de pelillos, erectos, delgados y flexibles, de entre 20 y 80 cm. Las hojas son lanceoladas y tomentosas, las inferiores algo pecioladas. Florece entre mayo y septiembre, con una típica inflorescencia de centaurea, con flores radiales dispuestas en capítulos solitarios hermafroditas, siendo las exteriores (más azuladas y llamativas) estériles. La corola tiene forma de trompeta, ensanchándose terminalmente en cinco lóbulos. Rodeando las flores, encontramos un involucro globoso con brácteas formadas por apéndices no espinosos, ligeramente parduzcos. Como ya viésemos en la Centaurea aspera, el fruto tiene forma de aquenio, cuya pluma permitirá una mejor propagación de la especie a través del aire.
Su belleza en general, tanto por las flores como por sus hojas, la hace ser frecuentemente usada como cultivo ornamental, siendo además especialmente atractiva para distintos tipos de mariposas tales como la mariposa Esfinge colibrí.
Otra especie muy similar sería la Centaurea triumfettii, aunque esta tiene las hojas algo más anchas.
Otra especie muy similar sería la Centaurea triumfettii, aunque esta tiene las hojas algo más anchas.
Centaurea triumfettii (vía) |
No fué más que un tardío comienzo, ya que hoy en día es muy utilizada por sus propiedades anti-bacterianas y tonificantes para todos los tipos de piel, aportando sensación de frescor. Además de sus flores secas se obtiene un colorante azul natural (cianocentaureina) que es ampliamente utilizado en la actualidad por la industria cosmética. No resulta extraño encontrarla como componente en lociones desmaquillantes o champús suaves.
También resulta ser un interesante diurético, aperitivo amargo aunque estimulante para casos de anorexia, antiinflamatorio para pequeñas heridas y picaduras, así como un buen antibiótico natural, no ya solo para afecciones oculares en las que su uso está plenamente arraigado en nuestra sociedad farmacopea, sino también para afecciones pulmonares, dermatológicas o hepáticas. No resulta tóxica, aunque igual que otras muchas plantas compuestas puede producir alergias a su polen.
Les Bleuets de 1915 (vía) |
Como curiosidad, cabe señalar que es la flor nacional de Estonia y Alemania, y que dió además nombre en Francia a los soldados de la Clase 1915 (Bleuet), al ser los primeros en llevar el uniforme del color de dicha flor.
Es una especie que de ser abundante ha pasado a ser ocasional, principalmente por los usos indiscriminados de herbicidas y pesticidas, además de la desaparición de los cultivos rotacionales tradicionales.
Justo Mi gatilla está mal de un ojo.... como encuentre alguna por ahí allá que voy!
ResponderEliminarQué bonita que es!
Pues no lo dudes, que esta es, sin duda, la planta indicada. Aunque también se usa la infusión de manzanilla, si no tienes aciano a mano.
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