El Anzuelo (Astragalus hamosus) es una leguminosa anual bastante común, de distribución mediterránea, y que prefiere campos de secano muy soleados. Tanto el nombre común -anzuelo-, como el nombre científico (el término "hamosus" viene del latín, y significa garfio o gancho) hacen referencia a la especial forma de sus frutos, que hacen de esta una planta prácticamente inconfundible.
Puede crecer hasta medio metro, ramificándose desde su base aunque siempre guardando un porte rastrero. Las hojas están formadas por multitud de foliolos inparipinnados. Sus flores son blanquecinas y hermafroditas, agrupadas en el extremo de un pedúnculo, y su polinización viene dada en su mayoría por abejas y mariposas entre los meses de mayo y julio, madurando las características vainas con forma de garfio entre los meses de julio y septiembre.
Es comestible, cocinándose las vainas verdes antes de su maduración, ya que rápidamente se vuelven duras y fibrosas. También tiene cabida en ensaladas, aunque más bien por su curiosa forma en presentaciones especiales, ya que su sabor es un tanto insulso y necesita de acompañamiento.
Medicinalmente, resulta un buen laxante, galactogogo y emoliente, así como efectivo para catarros o la irritación de las membranas nasales, aunque la realidad es que no ha sido muy utilizado en nuestra medicina tradicional. Muy al contrario que en otras culturas, como la hindú, donde el anzuelo es equiparado al Melilotus alba o la Trigonella uncata, usándose la decocción de las judías vía interna para casos de trastornos nerviosos, hepáticos, renales o diuréticos. Además, con la planta se hace una pasta que se usa para hacer masajes en los músculos inflamados. Dicha pasta también, mezclada con vinagre o agua de rosas, se aplica externamente para el dolor de cabeza.
Como leguminosa que es, tiene la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico por su especial relación simbiótica con ciertas bacterias del suelo (rhizobias), formando nódulos en las raíces y así enriqueciendo el suelo, aunque hay que tener en cuenta que también pueden acumular niveles tóxicos de selenio y otros elementos cuando se encuentra en suelos ricos en estos compuestos.
Nódulos en las raíces de leguminosas (vía) |
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